El principio de relación de esos dos es muy tímido, apenas se saludan cuando se ven por el pasillo, pero se pasan horas hablando por el móvil, parece que se les da mejor hablar por mensaje que a la cara, hasta que Yoongi toma la iniciativa y un día le pide que pasen la tarde juntos.
Disfrutan demasiado dela compañía del contrario, tanto que el verse cada tarde o en cada receso, es imperioso para ellos. Taehyung lo sigue a todas partes y Yoongi está encantado con ello, aunque le gustaría avanzar más a algo que no sea solo cogerse de las manos.
Por eso, el día que el pelinegro anota el punto de la victoria en el partido del domingo, corre hacia su pequeño novio y le planta un beso en los labios delante de toda la escuela, que suspira ante lo precioso que se ve el castaño sonrojado.
Esa tarde mientras disfrutan de un helado por haber ganado, dos o tres besos más son robados al pequeño, que se muere de vergüenza cada vez que lo hace, pero quiere más y no sabe cómo pedírselos.
Su mejor amigo le anima a que se lo diga, son novios y tienen confianza, además Yoongi siente demasiada devoción hacia él como para que se ría o se burle por haberle pedido que le bese, por eso, mientras almuerzan juntos, Taehyung le toca el hombro y pone los labios sobresaliendo y cierra los ojos, a lo que el mayor, antes de morirse del amor, junta los suyos encantado.
- Te amo, Yoongi hyung – Susurra el menor, después de separarse.
- Yo también te amo, mi pequeño osito – Ríe el pelinegro, abrazándole con fuerza.
Taehyung cierra los ojos ante el abrazo que le proporciona y deja ir un suspiro del más puro amor que puede estar sintiendo nadie en ese momento en el mundo, se alegra tanto de haberse decidido a mandarle esa carta.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ya llevan juntos cuatro meses en los que los besos se han hecho algo tan precioso y común que no pueden evitar hacerlo a cada rato que tienen, han presentado a sus amigos e incluso han pasado algunas tardes en casa del contrario, conociendo incluso a sus padres.
Yoongi observa cómo le belleza de Taehyung aumenta a cada día que pasa y un poco de celos llegan a su corazón por ver cómo cada vez más gente mira a su precioso niño, que se está convirtiendo en un bello hombre.
Aunque cuando el menor le mira y ve ese brillo precioso en sus ojos, todo rastro de duda se le esfuma rápidamente, teniendo la necesidad más que imperiosa de besuquearle todo el rostro y acariciar esa pequeña cintura, que es el lugar favorito que tienen sus manos para descansar.
Tampoco debemos olvidar que es un adolescente lleno de hormonas y que tiene ojos en la cara, no puede evitar desviarlos a las clavículas del menor o suspirar cuando Taehyung se mordisquea el labio cuando está nervioso.
Pero rápidamente niega con la cabeza porque su bebé es demasiado inocente para siquiera plantearse llegar a un nivel más que no sean los besos.
Ni el trasero le ha tocado todavía.
Una cosa que no tiene en cuenta Yoongi es que, aunque sea inocente, también es un adolescente hormonal y su novio es fuerte y hermoso, desvía constantemente sus ojos a las manos venosas y finas que tiene, preguntándose si los callos que tiene del balón se sentirán igual en su piel.
Por eso, un fin de semana en el que Taehyung se queda por primera vez a dormir en casa de Yoongi, ambos acostados junto al otro en la cama, mirándose a los ojos con adoración, cuando la acostumbrada mano de Yoongi se va a posar en su cintura y descubre que tiene la camiseta levantada, observa encantado la exquisita reacción del pequeño, que jadea levemente para sonrojarse con fuerza.
Es en ese momento cuando se olvida de que tiene que controlarse y une sus cuerpos, besándose con más pasión como normalmente hacen y se dejan llevar por lo que ambos desean desde hace un tiempo.
Pierden su virginidad de forma torpe, aprendiendo junto al otro y llenándose de besos y cuidados mutuamente, sintiendo que se han unido todavía más al otro, repitiéndose una y otra vez lo mucho que se aman.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aunque el dolor llega pronto a ambos menores cuando a los siete meses de hermosa relación, los padres de Taehyung tienen que mudarse a París por trabajo, llevándose como es de cosa lógica, al castaño con ellos.
Por mucho que se juren amor eterno y que se esperarán mutuamente, el paso del tiempo les hace cortar por esa relación a distancia que no va a ninguna parte, porque pasan de ser siempre cálidos, cariñosos y empalagosos a discutir de forma constante, a colarse los celos entre ellos, a decirse incluso cosas feas.
Es un 20 de abril el último día que hablan, después de siete meses de relación presencial y dos de relación a distancia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En septiembre de ese año, un Yoongi muy distinto al dulce, adorable y tímido que se encontraba en la escuela, entra en la universidad, mostrándose como un chico frio, calculador y rudo, que levanta tantas pasiones como miedos en la universidad de derecho, donde sólo en su primer año, destroza tantos corazones como puede.
Exactamente igual que como está el suyo sin su pequeño niño.
Se ha dado cuenta de que la vida sin Taehyung no tiene sentido, él era su luz y su razón para sonreír de forma honesta, ahora mismo lo único que tiene es un precioso recuerdo que machaca su corazón cada día y cada noche antes de dormir.
Aunque llega el día, que parece que su interés por abrirse de nuevo, le llega en forma de una chica de 23 años de preciosas hebras castañas, cara angelical y cuerpo de escándalo, la única que no le intenta seguir el juego aun conociéndola en una fiesta y eso, le gusta mucho.
No tarda mucho en conseguir salir con ella, riéndose de vez de cuándo porque es justo como la que se imaginó antes de conocer a Taehyung.
Después de llevar tres años sin ver a su pequeño niño, Shin Suran llega a su corazón, para quitarle el puesto.
