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Taehyung abre los ojos con cansancio, realmente está cansado después de esa noche de intensa reconciliación con su mayor, se gira en busca de él y la respiración se le entrecorta cuando no lo tiene a su lado.

Todos los miedos, ansias y angustias que ha tenido durante la noche se han hecho presentes con más fuerzas en este momento, ya sabía que no podía ser todo tan bonito, que obviamente Yoongi había vuelto a jugar con él y que esto le ha pasado por creerse las palabras envenenadas de ese precioso mentiroso.

Las lágrimas de frustración acuden a sus ojos, incorporándose en la cama para quitárselas con rabia, cuando un silbido divertido se acerca, entrando segundos después el pelinegro con una bandeja con tostadas, tortitas, café y zumo de naranja.

Yoongi arquea las dos cejas con sorpresa por encontrarse a su pequeño llorando y mirándole como si hubiese visto un fantasma, dejando con prisa la bandeja encima de un mueble y rodeándolo con los brazos, sin entender con exactitud por qué podría llorar tan de repente.

- P-Pensé que te habrías ido... - Susurra el rubio escondiendo el rostro en su cuello.

- Te he prometido que no me voy a ir más – Responde con delicadeza, dejando un beso en su hombro – No debes tener miedo a que me vaya.

- Vive conmigo entonces – Masculla, apretando su cuerpo contra el del mayor – No te quiero lejos de mí hasta que esté completamente seguro de que esto es real.

El pelinegro sonríe con dulzura y asiente sin dejar de dar leves besos en el hombro desnudo de su amante, entiende a la perfección su miedo, ya una vez le prometió que volvería y jamás lo hizo, por eso hará todo lo posible para remediarlo.

- Hyung – Taehyung se sorbe la nariz - ¿No tienes nada que preguntarme?

- ¿Yo? – Se separa de él un poco extrañado – Ayer te dije que volvieses conmigo y me dijiste que no.

- ¿Y yo que te dije que hicieras? – Pregunta divertido.

La sonrisa hermosa del mayor parece deslumbrar a Taehyung cuando la observa, es demasiado bonita para su corazón.

- ¿Quieres que tengamos una cita? – Ronronea, acercándose a su rostro – Llena de dulces, momentos románticos y esas cosas.

- ¡Sí! – Responde contento, sintiendo sus mejillas arder - ¿Dónde me vas a llevar hyung?

- Primero al cielo, hermoso – Susurra terminando de acortar las distancias.

Los labios de ambos chocan con furia, siendo Yoongi recibido entre risas y lenguas encima de Taehyung, que rápidamente se desprende de ambas ropas molestas mientras es devorado por su mayor.

El castaño abandona la boca de Yoongi para dirigir sus labios al cuello blanco e inmaculado de éste, que, imitando su acción del día anterior, cierra los dientes sobre él, lamiendo y chupando hasta que el hermoso color lila se hace presente, indicándole a todo el mundo que Min Yoongi ha dejado de estar libre.

- De adolescente no eras tan celoso... - Susurra el mayor mordisqueándole el lóbulo.

- Entonces no tuve que preparar tu boda con otra – Gruñe empujándole para hacerle caer en la cama.

- Sinceramente me pone muy caliente que actúes así – Sisea agarrando ambas nalgas cuando el menor se sube en su regazo.

- Fóllame y cállate – Escupe restregándose contra su erección.

Hay veces que echa de menos a ese adolescente tímido, reservado y tierno del que se enamoró por primera vez, pero tener a ese hombre hermoso desnudo, con el rostro sonrojado, el sudor empezando a aparecer y la boca semi abierta liberando gemidos de placer mientras se restriega contra su hombría, le hace olvidarse de él.

- Te-Tengo lubricante en la mesita, cógelo y da-dame duro – Gimotea.

Yoongi gira la cabeza y sigue órdenes, obteniendo el lubricante que prefiere no saber por qué lo tiene ahí, para abrir el bote con tranquilidad, desesperando a Taehyung al hacerlo. El pelinegro se muerde el labio sin dejar el contacto visual con su amante, derramando el lubricante sobre su polla, para embadurnarla con burla mientras los ojos del menor le abandonan para mirar.

Casi puede ver cómo los orbes oscuros brillan ante el recorrido pasivo que hace su mano subiendo y bajando para lubricarla bien.

- Toda tuya – Canturrea liberándola.

- T-Toda mía – Gimotea mientras se posiciona encima.

Con lentitud y ayuda de Yoongi el menor se auto penetra, en una mezcla de escozor y placer intenso, el frio del gel le ayuda a relajarse, pero es que el miembro de su mayor siempre fue una puta maravilla gigantesca.

El agarre en las nalgas del menor se aprieta y el grito se escucha por toda la casa cuando Yoongi termina de bajarlo con violencia, estampándolo directamente contra su punto para hacerle arquear la espalda y derramar las lágrimas de sorpresa y placer, su punto dulce directamente apuñalado.

- Estás hermoso lleno de mí – Le guiña, amando la mirada de devoción que le dedica Taehyung – Te amo.

Su mente decide que no hay tiempo para emocionarse por ñoñerías, mandando la orden directa a su cuerpo para que salte y brinque con experiencia encima de su mayor, que observa encantado la imagen que va a tener toda la vida la suerte de poder degustar solo él.

Una de las manos del mayor le agarra de la nuca y lo atrae hacia su rostro con brusquedad, chocando ambas bocas que se enredan y degustan con prisa mientras las caderas de Yoongi se alza, dejando un riego de embestidas brutales en la entrada de su pequeño que le hacen gritar entre besos.

El miembro del pelinegro sale y entra con rapidez por su agujero, moliendo el punto dulce del menor que se retuerce y grita agarrándose a los hombros del hombre debajo de él, que, a cada sonoro grito, una estocada salvaje le entrega.

La mano libre de Yoongi le atrapa su desatendido miembro y lo bombea al ritmo de las embestidas, haciendo que el menor se separe levemente de su cara para encontrarse ambos orbes.

Durante unos segundos el mundo se para, solo existen ellos dos mirándose el uno al otro, no haciendo nada más, Taehyung comprende ahí, que Yoongi no se va a ir más.

La sonrisa cálida que le dedica en mitad de esa vorágine de embestidas calienta el corazón del pelinegro que une sus labios levemente hasta que aumenta de forma desquiciante el ritmo, haciéndolos llegar a la vez con un generoso y sonoro gemido.

Con la respiración entre cortada, los cuerpos cansados y un par de sonrisas idiotas, el mayor abre la boca.

- ¿Tenemos la cita en París? – Susurra agarrándole el rostro.

- Oui – Responde el menor con dulzura.

Wedding planner ♡ YoonTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora