Parece que se le saldrá el corazón del pecho al verle, con el típico traje de haber estado trabajando y un intenso dolor en los ojos, pero eso no va a hacer que se retracte, hace unos segundos que ha decidido que el amor de ambos está muerto.
— Me voy — anuncia Hoseok, sorprendiéndole — en tres días me marcho a Gwangju, vendré a despedirme de ti — le sonríe, agarrándole la mano con cariño — sé inteligente y no caigas de nuevo en las mismas tonterías que lo has hecho siempre, por favor, quiero que seas feliz de una maldita vez — entonces, se gira a Yoongi, que se mantiene en silencio — no pienso hablar contigo y mucho menos arreglar nada, no creo que tenga la capacidad de no partirte la cara, así que, me marcho.
El menor ve cómo su mejor amigo le suelta la mano y se va lejos de su persona, sintiendo que se le parte el corazón a cada paso que da, tragando duro, sin poder respirar correctamente.
— Taehyung — escucha, mirando a Yoongi — he dejado a Suran.
— Por que te ha sido infiel — responde este, a pesar de que su corazón late con fuerza — habrías seguido con ella de no ser porque probablemente ese niño ni siquiera es tuyo, ¿Cierto? — el pelinegro baja la cabeza, sin poder negarlo — y ahora tienes la desfachatez de venir hasta mi casa.
— Es lo primero que he hecho y lo que debería haber hecho hace mucho tiempo, conforme te vi en tu despacho — sus manos tiemblan, sorprendiendo a Taehyung — he cometido un error tras otro, pero no quiero cometer ninguno más, solo quiero estar contigo, Taehyung, por favor, sinceramente no soy nadie sin ti, todos estos años han sido una verdadera tortura para mí.
El menor se siente conmocionado, no todos los días el amor de toda tu vida te dice tales palabras, pero no quiere caer, quiere ser fuerte.
— No sé cómo demostrarte que ese día iba a dejarla, pero la noticia del embarazo me descolocó todos y cada uno de mis planes ¿Cómo iba a dejarla en ese estado? ¿Mi hijo me odiaría si abandonaba a su madre por una pareja que ni siquiera sabia si funcionaría? Mi prioridad fue la felicidad de un niño que ni siquiera es mío, cuando debías haberlo sido tú, como lo fuiste siempre y eres ahora mismo.
— Detente, por favor — suplica, viéndose a sí mismo caer ante las palabras de Yoongi — no deberíamos estar toda la vida de este modo, deberíamos avanzar.
— Llevo más tiempo enamorado de ti que sin estarlo, eres todo lo que me importa y lo que siempre he querido, me interesa una mierda mi pasado, mi trabajo y lo que la gente pueda decir de mí siempre que te mantengas a mi lado y me des una nueva oportunidad, porque solo te necesito a ti.
Taehyung siente sus ojos llenarse de lágrimas, sabiendo que si sus pies se están moviendo solos es porque jamás ha tenido claro que su historia con Yoongi ha acabado, es más, cree firmemente que nunca acabará.
La cálida mano de Yoongi se posa sobre su rostro húmedo, ambos mirándose con intensidad a los ojos en un silencio que lo dice todo, sin necesidad de intercambiar ni una palabra mas pues ahora solo importa lo que la mirada puede transmitir, lo que la piel puede comunicar.
— Dame otra oportunidad, por favor — susurra, a centímetros de sus labios.
Por fin, después de diez años tiene a su maravilloso y popular novio de vuelta, queriendo recuperar su amor, demostrando que cada esfuerzo buscando durante este tiempo puede dar sus frutos y se deja llevar, dejándose besar sutilmente.
La corriente eléctrica que los opaca a ambos les hace sentir que eso es real, que por fin todo está donde debe.
— Pero vayamos despacio, tengamos citas y conozcámonos de nuevo, no va a ser llegar y ponernos como perros en celo en el primer momento — susurra Taehyung, con el corazón a mil por hora — me gustaría que empecemos poco a poco.
— Así lo haremos, pero Taehyung — ríe, algo avergonzado — me he ido de casa sin nada más que lo que llevo puesto y el móvil.
— Puedes quedarte, pero en la habitación de invitados ¿Sí? — sonríe, emocionado.
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La teoría de Taehyung estaba bien, pero es cierto que el poder de la reconciliación y un montón de años recolectando recuerdos les ha impedido mantenerse quietos conforme han pasado la puerta de la casa del menor.
— ¿Qué te parece si nuestra primera cita la hacemos a lo grande? — sonríe Yoongi, bajándole los pantalones — vayamos a parís.
— M-Me gusta — gimotea, retorciendo los dedos de los pies — p-pero antes de todo esto, hyung — lo detiene, tirando de él hacia arriba — me gustaría que me prometieses que nunca más me vas a abandonar.
— Nunca más me iré de tu lado, no ahora que por fin estás conmigo — promete, sonriéndole dulcemente — a partir de ahora quiero dedicarlo todo a demostrarte cuánto amor te proceso y que siempre vas a ser mi máxima prioridad.
El menor contiene las lágrimas, emocionándose porque puede ver la realidad en los ojos de Yoongi, puede darse cuenta de que esta vez todo es real.
Y la pareja se besa, deseosa de una gran reconciliación después de tanto tiempo.
