La curiosidad de Yoongi por esa chica aumenta por días, tiene un año más que él y no puede evitar que el decirle noona le ponga caliente como la mierda, no sabía que tenía ese fetiche hasta que la conoció a ella.
Tiene un carácter fuerte y decidido, aunque también es adorable y cariñosa como la que más, aunque nunca tanto como Taehyung.
Ese es el principal problema que tiene Yoongi cuando empieza a salir con esa preciosa mujer, que no puede evitar compararla a todo lo que hace con su pequeño ex novio, al que tantas veces le gustaría llamarle o hablarle solo por saber si está bien, aunque le resulta imposible porque una vez estando borracho lo intentó y le salió una señorita diciendo que ese número ya no existía.
Aun así, intenta con cada parte de su ser dejar a un lado el amor que indiscutiblemente siente aun por el menor, del que está seguro se ha convertido en un bello hombre con muchísimos pretendientes.
No puede evitar gruñir al pensar eso.
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Los meses pasan y Yoongi se vuelve loco por Suran a pasos agigantados, todo en ella le gusta, tanto, que en cuanto la chica consigue su primer papel de actriz en una comedia romántica, le pide formalmente que sean novios.
Porque se ha enamorado de ella.
Quién sabe si es real o si solo es una capa de protección que se ha puesto a sí mismo porque no puede olvidar a su primer amor, aun habiendo pasado tantos años desde que rompieron.
Suran acepta encantada, porque ella también le ama, fundiéndose esa noche en un acto tan íntimo que han hecho tantas veces pero que esa en concreto es diferente, porque hacen el amor de forma especial y entregándose los corazones mutuamente, aunque el de Yoongi no sea entregado en su totalidad.
Pasan los años y Yoongi ya es considerado el mejor juez joven de la historia, tanto como Suran unas de las actrices en su mejor momento, ambos son una pareja carismática acostumbrada a las cámaras y que viven juntos desde hace un año, desde los tres que son pareja.
No pueden ser más felices.
Aunque el Yoongi cariñoso, dulce e tímido que era en su adolescencia jamás volvió, apenando muchísimo a Hoseok por eso, que esperaba que el día que volviese a enamorarse, ese lindo muchacho que sonreía constantemente, apareciera de nuevo.
En el fondo sabía que era imposible, esa sonrisa tenía un único dueño.
Hoseok todavía se mantiene en contacto con Taehyung, cosa que jamás le ha dicho a su mejor amigo por tal de no lastimarlo, es lo mejor para todos, en especial cuando él mismo ha sido testigo de lo absurdamente precioso que ha ido poniéndose conforme han ido pasando los años.
Lo último que quiere hacer es que su noviazgo con Suran, se tambalee.
Por otro lado, tampoco le importaría, no la soporta lo más mínimo, esa chica es en apariencia adorable, pero tiene algo que no le gusta, cada vez se juntan menos por su culpa y ni hablar de que lo haga con los amigos de su escuela.
El bonito grupo que formaron Yoongi, Taehyung, Hoseok y Namjoon está más que muerto.
Aunque con Namjoon sigue estando en perfectas relaciones, hace poco ha contraído matrimonio con una hermosa mujer y están a la espera de su precioso primer hijo, se alegra mucho por ellos.
El único que no asistió a la boda, fue Yoongi, porque Taehyung si lo hizo.
Habría sido un shock tan grande para su amigo el haberlo visto, estaba tan hermoso que él mismo tuvo que controlarse para no dejarse llevar por sus instintos más primarios y hacerse con la persona que volvía loco a su mejor amigo.
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Después de cuatro años de relación y dos de vivir juntos, en una noche mágica en el cuarto aniversario de la pareja, mientras cenan en el restaurante más exclusivo de la ciudad de Seúl, Yoongi hinca rodilla y saca de su chaqueta un bonito anillo de oro blanco y un diamante de 24 quilates.
- Claro que sí, mi amor – Dice al borde de las lágrimas.
Con casi 27 años, una gran carrera de juez por delante, una futura esposa hermosa y ganas de tener hijos pronto, se compromete con la mujer de su vida.
En pleno siglo XXI, ya no se lleva eso de organizar tu propia boda si eres rico, hay gente que lo hace estupendamente por ti si lo pagas bien, porque por algo tienes dinero para hacerlo, y ahora entre las celebrities hay un wedding planner que está de moda.
Dicen que viene de París, donde está su primera sede, que es un chico precioso, educado, elegante y que hablar varios idiomas, también les han comentado que originalmente es de Corea del Sur, y que ahora, se ha trasladado a Seúl para montar su segunda sede allí.
Por eso, Suran no tiene mejor idea que ir de la mano de su futuro esposo a conocer a ese muchacho del que hablan todas sus repelentes amigas, que ya han pasado por sus manos.
El edificio donde está situada la sede, es imponente y precioso, te reciben con una elegante copa de champán nada más entrar, cosa que a Suran le encanta demasiado, es la mínima atención que se merece su persona, a Yoongi, sin embargo, le trae sin cuidado, si fuese por él, no haría tantas tonterías.
Se sientan en la preciosa sala de estar llena de cuadros de artistas europeos, con una elegante decoración y entonces, un precioso chico de hebras azabaches y sonrisa cegadora, sale del despacho, sonriente.
- El señor Kim les espera dentro – Se hace a un lado, inclinándose – Espero que disfruten de esta experiencia.
- Muchas gracias – Dice Suran, encantadísima.
Entran de la mano al despacho y entonces el mundo de Yoongi se para en ese momento, el exquisito hombre que hay delante de sus ojos es espectacular, sus facciones varoniles, sus labios ni muy finos ni muy gruesos, algunos lunares por su rostro, una bonita cabellera rubia ceniza, un traje negro que se amolda a la perfección a su voluptuoso cuerpo.
Esos ojos que sin duda vuelven a atravesarle una vez más.
- Bienvenidos – Su voz es grave y melodiosa, le estremece con éxito – Soy Kim Vante, y organizaré su boda.
