₀₅

578 58 18
                                    

Narrador omnisciente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narrador omnisciente.

—El joven Edwin debe ser registrado como un niño sin hogar. Una vez hagamos eso, pediremos que usted sea asignado como su tutor durante el proceso de adopción. Si el pequeño joven así lo desea claramente... —mencionó el abogado.

—Entonces, si Nunew se vuelve mi tutor, no tendré que pisar el orfanato, ¿verdad, señor? —el abogado asintió al pequeño que trataba de analizar todo lo que este había mencionado desde que se sentaron a conversar—. Entonces... ¿cuándo iremos a registrarme?

—Cuando usted y el joven amo lo decidan, por supuesto. Estaré esperando su mensaje para agendar una cita. Tengan una buena noche, jóvenes amos —fue lo último que mencionó el hombre mayor para salir de la casa, dejando a los dos chicos solos.

Nunew miraba a Edwin, quien había permanecido callado por unos largos minutos. Estaba preocupado por él y la decisión que finalmente podría tomar este con relación a si querría formar parte de su familia o no.

—Win, ¿todo está bien? —preguntó Nunew, tomando las manos de Edwin entre las suyas para impulsarlo a mirarlo a los ojos.

—Estoy contento, Nunu... —respondió el pequeño, mirándolo con una notable alegría y una sonrisa amplia—. ¡Nunu, no llores! —gritó preocupado tratando de parar las lágrimas del adulto frente a él.

—Es que te ves tan feliz por esto que no puedo evitar alegrarme hasta las lágrimas —aclaró con una pequeña sonrisa—. Lo lamento, llevo llorando frente a ti todo el día.

—Es la primera vez que alguien llora de felicidad por mí. En realidad, es la primera vez que alguien se ve feliz de tenerme consigo... —habló con tranquilidad, acercándose a rodear a Nunew con sus pequeños brazos, para intentar calmarlo.

Ambos habían tenido una pequeña, pero larga conversación de camino a la habitación. Al principio, el plan era que Edwin durmiera solo. Lastimosamente para el pequeño, por primera vez, la soledad y oscuridad a la que estaba acostumbrado le había causado miedo; razón por la cual ahora dormía en la calidez de los brazos de Nunew.

Él, a diferencia suya, permanecía despierto a pesar del cansancio, tratando de grabar la imagen del pequeño ángel en sus brazos.

Estaba asustado de que todo fuera un sueño, de que Edwin solo fuera parte de su cruel imaginación y que cuando despertara este desapareciera por completo justo cuando ya empezaba a armarse un lugar dentro de su corazón.

En un principio, él consideró que lo mejor para Edwin sería conseguir una familia amplia; en realidad, estaba dispuesto a dejar ir al niño cuando este encontrara a alguien adecuado para amarlo y cuidarlo como lo merece, pero tras pasar tiempo juntos en esa sesión de fotos, no podía ni quería entregarle a ese bello ángel a alguien más.

Si Edwin así lo permitía en su momento, Nunew estaría más que feliz de aceptarlo y si a él como responsable le faltaba algo, estaba dispuesto a obtenerlo, con tal de volverse apto de la elección del niño.

𝐒𝐦𝐢𝐥𝐞 𝐟𝐨𝐫 𝐮𝐬 𝐍𝐮𝐧𝐞𝐰 → 𝐙𝐞𝐞𝐍𝐮𝐧𝐞𝐰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora