La vida del doctor Zee Pruk y el cantante Nunew Chawarin se vuelven a cruzar tras varios años desde su primer encuentro.
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"No creí que lo volvería a ver, no en un lugar como este y mucho menos esperaba ese brillo en sus ojos cuando nuestras mir...
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Narrador Omnisciente
En la penumbra de la habitación, los ojos de Nunew se abrieron lentamente. La oscuridad envolvía cada rincón, y el silencio era casi palpable.
Se incorporó con cuidado, apartando el cálido brazo que lo abrazaba, sintiendo el frío nuevamente. Sin hacer ruido, avanzó hacia la puerta del baño y se encerró en aquel pequeño refugio. Allí, rodeado por las paredes, respiró profundamente, tratando de calmar los latidos acelerados de su corazón por la forma en que sus lágrimas comenzaban a descender.
Fueron unos largos minutos en oscuridad hasta que encendió las luces. Se limpió las lágrimas con rapidez, intentando sonreír para calmarse, pero a medida que se deshacía de sus prendas, no podía evitar llorar asustado ante los recuerdos.
Aquel débil pero doloroso llanto era escuchado a través de la puerta por Zee, quien se había despertado en el momento en que Nunew se levantó de la cama. Ahora, recostado sobre la pared al lado de la puerta, se preguntaba si debía cruzar y abrazarlo o darle su espacio.
El sonido del agua cayendo comenzó a resonar, y el castaño sintió cómo el vapor se adhería a su piel, como si intentara borrar los vestigios de la noche y ofrecerle la oportunidad de un nuevo comienzo. En ese espacio íntimo, encontró un momento de paz, un respiro en medio del caos. Sin embargo, no importaba cuánto frotara su piel, las sensaciones no se borraban fácilmente.
El tiempo paso lentamente para el hombre de cabello oscuro, quien, lleno de nerviosismo, esperaba sentado frente al baño. Tras una espera de treinta minutos, su acompañante abrió la puerta con delicadeza, vistiendo únicamente una de sus batas. Al verlo, Nunew saltó avergonzado, intentando cubrir la porción de su pecho que la prenda dejaba al descubierto.
Zee por su parte se levantó de la cama con serenidad, y con una sonrisa discreta, colocó una toalla pequeña sobre los cabellos húmedos que ahora comenzaba a secar delicadamente.
—Es demasiado temprano para tomar un baño y dejar el cabello húmedo, Nhu —le reprendió, ganándose una mirada avergonzada del joven— Siéntate, buscaré algo de ropa para ti.
No hubo ninguna objeción a orden, por lo que Zee comenzó a buscar algo de talla pequeña entre sus ropas, encontrando un pantalón de pijama que había dejado de usar hace años porque le quedaba apretado.
—¿Prefieres un polo o un suéter? —preguntó Zee al cantante, quien recibió en sus manos el pantalón.
—Un suéter... —respondió con una sonrisa tímida. Mientras Zee buscaba, él aprovechó para ponerse los pantalones, esperando pacientemente al amable doctor que se movía en el closet mirando entre los suéteres, indeciso sobre cuál entregar, ya que todos eran bastante grandes. Finalmente, se decidió por uno negro de cuello en V que Nunew se puso rápidamente cuando Zee se volvió para buscar lo que parecía ser un secador de pelo en el cajón.
