¡YAXLEY Y BLACK SE ODIAN Y
ESTAN OBLIGADOS A CASARSE!
━━━Mallory Yaxley le hacía honor a su nombre, era sin duda una chica desafortunada, había perdido a su padre a una corta edad y ahora su madre parecía seguir su camino, por lo que dejar a su hija...
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MALLORY YAXLEY ESTABA TENIENDO UNA CRISIS y una muy fuerte. Por lo general había mantenido una vida muy relajada, se podía decir que bastante simple. Su padre había dejado el dinero suficiente para una vida suficiente por lo que la vida de su madre y ella se había basado en gastar una infinita fortuna.
Estaba en la sociedad en la que habían distintivos bailes y códigos sociales, sin embargo a su madre nunca le había importado eso, ella siempre solía decir que Mallory debía de casarse con un hombre que le multiplicara de dinero, no importaba si mestizo, sangre sucia o puro, pues de hecho se le hacía imposible que hubiera siquiera un ser más millonarios que ellas, y tenía razón, por lo que Mallory se había acomodado a una vida en la que sería una feliz tía soltera de esos matrimonios arreglados a los que su madre tanto se burlaba.
Hasta que una noche del verano del 76, le ordenó que se vistiera y la puso tal ternero en una granja, su mano en venta, sin siquiera haberle comentado. Podía sonar como algo bastante básico en una familia purista, sin embargo Mallory se había acostumbrado a esa amistad con su madre tan profunda que en ese momento se sintió rota.
En venta como un ternero.
—Muchas madres solo ponen a sus hijas y las casan, quiero que veas con quien te vas a casar.
—No quiero casarme —se negó—. ¿Cual esperas que sea la reacción de una persona de dieciséis años? ¿Esperabas que esperara con ansias un matrimonio arreglado? Lamento decirte que en mi mente había todo al terminar hogwarts por excepción de un matrimonio.
—Ese es Bartemius Crouch —la ignoró, eso solo le hizo molestar más—. Escuche que se lleva mal con su padre pero su madre es un amor. Es muy atractivo ¿no crees? Cariño, ¿podrías siquiera intentar voltear a verlo?
La pelirroja rodó los ojos, cruzándose de brazos, por supuesto que conocía a ese tarado. Traía un apretado vestido verde hasta el suelo, su madre había insistido en llevar los hombros descubiertos, cosa que no podía ponerla más incomoda. No sabía en que momento habían pasado de las lujosas marcas muggle de Paris a esa costurera simple Londinense que le había hecho tal horroroso vestido.
—Ya conozco su rostro, es un año menor, vamos en la misma casa. Debería casarme con el soltero codiciado de Alphard Black, alto, guapo, viejo pero como el vino y además cerca de la muerte, sería ya una viuda en mis treinta, podría vivir la vida que me estas privando, cuando fuiste tu la que me dio alas para volar mi imaginación.
—De hecho...
Su madre le sonrió con malicia cuando de pronto fueron interrumpidas, una alta mujer pelinegra se apareció frente a ellas con sus dos hijos, a los que también conocía. El chico slytherin Regulus, y el tonto gryffindor Sirius Black, uno cayéndole peor que el otro.
