LXXVIII. ( pregnant togheter )

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—Mallory está embarazada, madre —informó Regulus detrás de su madre quien sentada en una silla negra miraba al fuego chispeante de la chimenea—. Un hijo mío.

—Y lo dices como si fuera un gran logro, es tu esposa. Lo del primero fue una equivocación, un descuido, si el segundo fuera de Sirius sería una ofensa. ¿Estás seguro que ese hijo es tuyo?

—Lo estoy. Me aseguré que... hubieran varias posibilidades.

—Bien —asintió con la cabeza—. ¿Y después? Mallory es una mujer muy inteligente, debo de admitirlo.

—Ese hijo es mío, mamá. Solo mío. Lo volveré mi heredero y el heredero de la parte de la fortuna Crabbe que la abuela me dejó al morir.

Walburga solo asintió, jamás demostraba si estaba orgullosa pero Regulus presentía que era así como se sentía que ella estuviera orgullosa. 

—Si es mujer, quiero reservarme el derecho de poder tener su mano y desposarla con el partido que se me haga más conveniente, así cederé la mano del bastardo que tienes como falso primogénito a Olivia. Los Pucey están esperando un niño igualmente que los Crabbe, creo que al ser también heredera de la fortuna de su familia que te pertenece, sería algo interesante y fácil de acordar. Si es hombre creo qe podría dejarselo a tu esposa.

—Y-yo...

—Habrá que esperar a que nazca. ¿Cuanto tiempo tiene ya?

—Acaba de cumplir cuatro meses. Quería contártelo cuando ya fuera seguro y no sufriera alguna complicación como pasó con el mellizo de Jim en su primer trimestre. Ella quiere que todo sea muy privado.

—Comprendo. Espero que estés para el nacimiento, según calculo llegará en mayo. Podría pedirle una licencia a Dumbledore.

Él solo asintió, frente a su madre perdía autoridad alguna o autonomía inexistente, así que también era por eso que no había podido decirle que si tenía una hija no permitiría que sufriera el mismo destino que ambos, en especial cuando era suya, debía de protegerla. Ni siquiera sabía aún si sería mujer u hombre pero la ansiedad corría por sus venas. Sabía del amor de ser padre porque adoraba a Jim con su vida pero jamás del suspenso de los meses previos a este.

Cuando Mallory había estado embarazada de Jim, él había estado demasiado ausente con Salvatore, ahora toda su atención se enfocaba en el terror de ser padre.

—¿Como reaccionó? —preguntó Mallory recostada en su cama, su abdomen se abultaba ligeramente y Jim era más grande, sería la primera navidad que pasarían con él y eso los tenía emocionados en cierta parte.

—B-bien —asintió él sin poder decirle nada—. ¿Como te sientes tú?

—Algo cansada. Me duele la espalda y apenas llevo cuatro meses. Es diferente que cuando estaba embarazada con Jim.

—¿Crees que porque sea niña?

—Espero que no lo sea —susurró por lo bajo.

Tiempo atrás su mayor sueño era tener una hija niña, incluso si fuera una hija con Regulus le hubiera resultado menos aterrador, pero ese niño en su vientre era de Sirius, quien se había  rehusado profundamente a hablarle durante los últimos cinco meses, era un niño de Sirius y temía que lo fuera porque no sabía que tan bien o mal podía llegar a salir si fuera mujer, en parte temía que pagara por todos los corazones rotos que había dejado su padre.

Y como si no fuera suficiente, tampoco sentía que podía protegerla, de ser una niña. No se sentía dueña de su propia vida y un varón sería más independiente, su simple sexo sería un objeto de celebración, él sería suficiente para todos solo por o que había entre sus piernas, pero ser mujer era más difícil, podía hacerlo todo bien y aún así no sería suficiente, y si le quitaban la potestad de su mano, temía que ella corriera su misma suerte, sentirse solamente un vientre, una maquina creada para tener hijos. Débil. Temía también que fuera como ella.

¹SEMPITERNAL # sirius blackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora