LIV. ( tell me why )

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Regulus y Mallory eran oficialmente eso; Regulus y Mallory. Se habían casado en el ministerio con una simple firma y sin demasiado escándalo, por excepción de los periódicos. Había estado allí toda la familia, desde Cedrella hasta Alphard quien estaba cada vez más demacrado, incluso el mismo Clark Bulstrode quien a pedido de Walburga Black, le había hecho una poción "específica" para que su embarazo no fuera notorio. Firmaron, tuvieron una cena en la casa de los Black y les otorgaron una habitación en la vacía planta cuatro. 

Ni siquiera se hablaron, ni se tocaron. Regulus solo le sonrió incómodamente antes de recostarse a la esquina de la cama y un par de horas después, lanzarse al suelo silenciosamente creyendo que Mallory estaba dormida, pero claramente no lo estaba, ese día ni siquiera durmió. Igualmente pegada al filo aunque no tanto como Regulus, era una cama increíblemente enorme así que había espacio. Mirando al techo e ignorando el anillo de su dedo. Ese mismo día había puesto el anillo de compromiso que tenía con Sirius en una cadena y se juró jamás sacarsela, aunque sabía que era un amor que no debía de sentir más. 

—Si quieres me voy —le dijo Mallory a lo que Regulus alzó la cabeza del suelo para volver a subir a la cama—. No hay problema, en serio.

—No, tu... tranquila —la calmó y se volvió a recostar.

Ambos se quedaron en silencio por varios minutos cuando de pronto Mallory vio a Regulus moverse incómodamente, para quitarse la camisa, acercándose y poniéndose casi sobre ella. No podía ser más incomodo, estaba segura de eso. Ahora tenía al hermanito de su ex novio medio desnudo.

—¿Que haces? —preguntó ella con disgusto levantando la cabeza.

—No lo sé —susurró con pánico él cerrando los ojos—. ¿Que hago?

—No esto —le dijo con obviedad, empujándolo a lo que él cayó con un suspiro de tranquilidad—. Regulus... no tenemos que hacer esto. Es decir, eres lindo no me malinterpretes, pero no debemos de hacer esto —el chico solo asintió con la cabeza—. ¿O quieres hacer esto...?

—¿Tu quieres? —titubeó él.

—Estoy embarazada...

—Sí, sí.

Y otra vez un incómodo silencio.

—¿Quieres hacerlo? —preguntó Mallory confundida al no haber tenido respuesta de su ahora esposo, levantando la cabeza.

—Uh... oh... —balbuceó él mirando al techo— Acabo de terminar con Salvatore, así que no tendría nada de malo.

—No tendría nada de malo porque acabas de terminar con Salvatore, no porque soy tu esposa —ella se burló y escuchó al ojigris soltar una pequeña risa de nervios—. Pero sigues sin responder mi pregunta.

—Estoy despechado —confesó él de pronto sacando una botella de vodka debajo de la cama, sí estaba bastante mal. Tomó del pico de esta y estaba por dárselo a ella cuando recordó que estaba embarazada—. Lo olvide. No sé qué hacer. Salvatore y Aludra lo hicieron, probablemente lo estén haciendo —rió y Mallory supo que era una vil mentira—, me dijo que lo intentaría con ella para tener un matrimonio feliz y convencional, debo de hacer lo mismo ¿no? Debemos —los señaló a ella y a si mismo— intentar hacer esto bien. Tu hijo es mi hijo. Tu eres yo a partir de ahora. Así que sí, quiero.

Mallory agradeció la oscuridad y se acercó a él para con incomodidad besarlo. Dos de tres, pensó. Lo besó y luego él le devolvió el beso, mas al cabo de los segundos se separaron y se volvieron a recostar para no volver a hablar del tema. Eso no iba a pasar. No lo sentía a diferencia de Sirius con quien siempre se había desenvuelto bien y se sentía como ser uno con la marea de la forma tan fluida en la que se daban las cosas. Regulus estaba rígido como una piedra y ella también mientras se sentía mal al haber considerado pensar en Sirius mientras lo hacían.

¹SEMPITERNAL # sirius blackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora