LXXVI. ( stay with me )

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—¿Por qué no me dijiste nada antes?

Sus manos juguetearon mientras las luces del sol iluminaban la alcoba, ella solo se quedó callada, terminando aquel jugueteo de tacto, entrelazando sus dedos con delicadeza.

—No supe cómo llevar está situación —admitió ella sintiendo incluso tristeza por sus irremediables actos—. Tal vez la mejor opción hubiera sido decirte todo desde el comienzo. Que tú madre me había dicho que mantendría con vida a mi mamá a cambio de que yo me quedara con Jim y que me casara con Regulus y que además, aunque yo me negara... Perdería todo mi dinero. Mi mamá logro convencerme en un momento de pánico de que el dinero lo solucionaría todo, pero no puedo comprar la forma en la que me siento contigo.

Sirius solo llevo su mano a su mejilla, acariciando su rostro mientras la veía con aquel característico brillo en sus ojos.  Entre ambos, Jim en silencio, durmiendo, por alguna razón Mallory sentía que dormía con la tranquilidad que jamás había tenido, como si sintiera que estaba en casa.

Solía escucharlo saltar entre sueños, incluso lloriquear y jamás se había preocupado demasiado en eso porque sabía tanto de bebés como de pesadillas, pero ahí, en la cama de sábanas blancas y un aire refrescante, dormía tranquilamente sin lloriquear.

—No quise alejarte de tu hijo.

—Te agradezco que no lo hayas hecho... pero me gustaría que no alejes a su madre de su padre tampoco. Quédate.

—No puedo...

Sirius se levantó de la cama dándole la espalda sin decir una palabra, la dolía su comportamiento pero sabía que era entendible y que ella estaba siendo la peor persona del mundo con él para ese momento, pero no podía evitarlo, era como si ella hubiera nacido para hacer daño a quienes amaba. Incluso podía ser llamada egoísta, había ido ahí sin importarle que lo mejor para él era que ella estuviera lejos.

—¿Que haces aquí, Mallory? ¿Que quieres de mi? Soy un ser humano con sentimientos y un corazón que ya has roto demasiado, aún así... Yo te volvería a ofrecer mi vida entera pero de saber que serás mía. Si no te quedas entonces ¿Que haces aquí?

Ella solo se quedó callada, no sabía cómo decirlo, como articular las palabras sin sonar desalmada, porque además odiaba pelear con Sirius, en especial cuando sabía que no lo vería en mucho tiempo. Solo que no habían palabras en su boca, solo sentimientos en su cuerpo que la llevaban a él.

—¡Dime!

El pequeño Jim se movió en la cama, haciendo que Mallory lo acurruque ligeramente para salir de la habitación junto a Sirius bastante molesto. Ella se apoyó en la puerta viendolo fijamente, él caminaba de un lado a otro, tan nervioso como siempre pero parecía incluso asustado, tal vez de perderla o perderse si mismo, solo sabia que no merecía sufrir de la forma en la que le hacia sufrir.

—No soy un juguete con quién puedes jugar, Mallory. No puedes venir a mi casa, con nuestro hijo cada vez que te aburras para dejarme después como si yo no valiera nada. He sufrido demasiado por ti, tanto que me cuesta creer que te sigo amando tanto como el primer día pero ya no me voy a dejar cegar por el amor. Dime por favor, ¿Que haces aquí si no me vas a amar?

—Yo...

—¿Tu que?

Pasó saliva lentamente cerrando los ojos mientras apretaba los puños con delicadeza, humedeciendo sus labios con intención de decirlo, ya sin otra forma de detenerse.

—Hoy por la madrugada, Regulus y yo tuvimos el acto marital por primera vez.

Todo se quedó en silencio, como si ella se hubiera quedado sorda, lo que la ánimo a ir abriendo sus ojos poco a poco, para verlo parado frente a ella, sin decir palabra alguna, solo mirándola con un gesto que no lograba idenrificar.

¹SEMPITERNAL # sirius blackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora