¹SEMPITERNAL # sirius black

XXXVIII. （ girlfriend ）

—Oye Yaxley, escuche que Black Gryffindor se beso con una chica —le dijo Snape—. Bueno es un poco obvio.

—No le hagas caso —le dijo Salvatore con odio—. Aquí unos demuestran no tener ni pureza en la sangre o en el corazón.

Llego a su habitación quitándose la ropa para cambiarse, viendo frente al espejo. Las chicas no estaban así que solo estaba ella. Se miró, observó su cuerpo y pensó que no estaba tan mal entonces ¿por qué Sirius jamás había intentado tenerla?

Había temido tanto por Penelope, pero jamás por Amelia Bones.

No era para tanto, pensó mientras se ponía la ropa, después de todo ellos no se amaban, eran solo amigos, ella tenía la libertad de hacer exactamente lo mismo, pero él había dicho que aún así no lo haría ¿entonces por qué lo había hecho?

En especial se sentía estúpida. No podía evitar sentirse mal por haberle correspondido ese beso a Penelope, aunque sabía que era algo natural, era una parte de ella que por primera vez salía a la luz como un animal que había estado encarcelando sin siquiera darse cuenta, pero él no le había dicho nada aunque todo el mundo hablaba de eso.

Miró el anillo en su dedo jugando con este para sacárselo. Miró adentro leyendo; "toujour a vous", si es que era suyo ¿entonces por qué se había besado con esa chica? ¿Quién era Bones a su lado?

Ella era la mujer más hermosa de slytherin, la más inteligente y además la más rica, pero ¿por qué parecía ser él la única persona que no lo notaba? ¿Como se atrevía a besar a otra chica?

Había llorado en su hombro, habían pasado por demasiado, y el destino los juntaba de una manera u otra, y aun así no había vuelto a intentar besarla después de haberlo rechazado una vez. Al final del día, la idea había dejado de ser totalmente desastrosa.

¿Sería que ella no era suficiente? ¿Sería que jamás la amaría? Se veía interesado en una amistad, pero él mismo había dicho que se arrepentía de absolutamente todo lo que había dicho. Lo veía venir, pues se habían llevado tan mal, pero en el fondo tenía la intención de que como Sirius había dicho, con él fuera todo diferente.

¿Por qué tanto a ella le importaba? No pudo contenerse más, rompiendo en llanto, estaba dolida, demasiado dolida, no había ofendido solo su honor como había intentado actuar, había roto también su corazón sin siquiera notarlo, sin que ella siquiera lo notará.

Y lloró aun más cuando se dio cuenta que al final de todo, lo amaba, había caído en cuenta cuando se sintió tan miserable ante un rumor, cuando sabía que entraba en un lugar sin siquiera verlo, o cuando sus ojos comenzaron a buscarlo sin pedirle permiso, lo notó cuando comenzó a buscar un asiento vacío a su lado, y cuando comenzó a sentirse especial.

Lo amaba y dolía.

—¿Mallory? —preguntó Aludra acercándome a ella para abrazarla— ¿Estás bien? —ella negó con la cabeza— ¿Que pasa?

Suspiro y lloro intentando hablar pero no podía hacerlo, era incluso el dolor de aceptar un amor que no quería sentir, era una confusión y todos sus sentimientos golpeándola directamente.

—Yo lo amo, Aludra —confesó llorando, como lo odiaba, confesándoselo a su propia hermana, vaya loser—. Lo amo demasiado, ¿por qué me esta pasando esto? ¿Que hago? Le dije que estaba bien si se acostaba con otra chica, pero ahora me duele demasiado, ¿por qué nunca me beso a mi? ¿Que hay de malo en mi? Lo amo demasiado. Me duele aquí en el pecho —tomo aire rápidamente—, y no puedo... no puedo respirar... —continuó llorando hasta no poder respirar— ¿Por qué él no me ama?

Su berrinche terminó en la enfermería, con ella vomitando tras haber llorado en los brazos de Aludra por casi una hora.

¿Como le explicaba a Madame Pomfrey que había vomitado de tanto llorar porque se había dado cuenta que amaba a su prometido, con el cual no tenía una relación? No lo hacía, le echaba la culpa a los elfos domésticos y actuaba normal, un poco avergonzada con Aludra quien se veía preocupada por ella.