Daryl y Ace viajaban en silencio, ambos aún conmocionados por el C.D.C. Ace apoyó la cabeza en el reposacabezas, dejando que sus ojos se cerraran por un rato mientras intentaba regular su respiración. Deseó poder hacer lo mismo con los pensamientos ansiosos que le rondaban la cabeza.Estaba aturdida por Jenner, sus palabras se le clavaban en la mente como pegamento. Cómo su cáncer iba a destruirla. Y si lograba esa pequeña oportunidad de encontrar a su hermana, sería otra despedida dolorosa. De un modo u otro.
A Ace le entristeció la idea de que Jenner se evaporara en el edificio. Era amable. Problemático, pero amable. Y al final, había intentado ayudarla a salir. Pero sólo a ella. Ace no fue capaz de determinar qué le hizo cambiar de opinión. Había algo que no dijo.
Ace tampoco había visto salir a Jacqui.
Ace miró a Daryl, con la mano derecha apoyada en la parte delantera del volante y la otra en la boca, frotándose la barba incipiente. Ace tampoco le encontraba sentido. Pensó en sus interacciones de los últimos días, todas de distinto tono. Pensó que él la odiaría por lo que había pasado con Merle, pero en lugar de eso pareció acercarlo más a ella. Como si ella fuera la única que tenía algún tipo de comprensión al respecto. Tal vez por eso se mantenía cerca de ella. Por Merle.
Una vez que estuvieron a una distancia cómoda de la ciudad, la voz de Shane crepitó a través del radio, pidiendo a todos que se detuvieran en una parada más adelante para reagruparse. Como estaban tan escasos de combustible, se decidió dejar los camiones de Shane y Daryl y abastecerse de gasolina. Daryl sacó su moto de la parte trasera del camión de Merle mientras Dale entraba en la caravana para coger mangueras y bidones vacíos.
No se habló mucho entre el grupo, el dolor de la última hora persistía sobre todos. Ace no se había planteado marcharse de nuevo, pues ya era hora de que se dirigieran a Fort Benning. Y nadie parecía quejarse de que viajara con ellos.
Ace entró en la autocaravana con Glenn, T-Dog, Andrea y Shane, Dale conducía. Glenn ocupó el asiento del copiloto y sacó un mapa para Dale mientras se alejaban, dejando a Ace sentada con los demás.
Andrea y Shane se sentaron frente a la mesa, mientras que Ace se quedó atrás con T-Dog que estaba apoyado en la cocina, mirando por la ventana.
"Parece que te quedarás con nosotros por un tiempo más", le dijo T-Dog suavemente mientras la casa rodante comenzaba a guiar a la caravana hacia la autopista.
Ace resopló y asintió. Eso parecía. Mejor que caminar 125 millas hasta Fort Benning.
Ace sintió que la miraban cuando T-Dog dijo eso, lo que la hizo mirar a Shane. Él la observaba, con el rostro fruncido. Ace no entendía su irritación con ella, aún ni siquiera se habían hablado. Pero Ace también pudo ver la misma mirada que le dirigió a Rick. Este hombre estaba preocupado por sus propias cosas, sólo parecía capaz de desquitarse con los demás.
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"Oh, mierda."
Todos en la caravana se sobresaltaron cuando Dale suspiró ante lo que les esperaba. Shane se acercó inmediatamente a la parte delantera, mientras Ace y T-Dog miraban por la ventanilla lateral cuando Dale frenó en seco.
La autopista estaba cubierta de vehículos desechados, y un camión de 13 ruedas volcado bloqueaba la mitad de la carretera. Ace debería habérselo esperado, pero no tenían combustible suficiente para tomar carreteras secundarias.
Se sentaron a esperar un segundo, hasta que el fuerte estruendo de la motocicleta de Daryl se acercó, diciéndoles a todos que había visto un camino.
El espectáculo era absolutamente horrible, los coches volcaban y chocaban entre sí, los cadáveres yacían por todas partes. Familias enteras yacían muertas en sus coches. La inquietud había helado los huesos de Ace desde el primer momento en que llegaron ahí. No le gustaba nada, odiaba el espectáculo que la rodeaba.
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The Sharpest Lives | ESPAÑOL
FanfictionDaryl Dixon/OC. Romance lento. Ambientada en el inicio de la temporada 1 de TWD. Tras pasar de un hogar adoptivo a otro durante la mayor parte de su vida, Ace nunca tuvo mucho. Estaba acostumbrada a estar sola. Pero cuando el mundo se vino abajo y s...