The Sharpest Lives | ESPAÑOL

Capítulo 24

Todo estaba en silencio.

Se oía un suave zumbido procedente de la autocaravana y el aleteo ocasional de algún insecto en la noche resplandeciente. La luna estaba en su punto más alto, iluminando el rostro de Dale lo suficiente como para que Ace se perdiera en su expresión.

Dale no había dicho nada, pero Ace podía ver todas las preguntas recorrer sus ojos, y toda la preocupación en la forma en que se abultaban. Podía ver su pecho subir y bajar mientras sacudía un poco la cabeza.

Ace sentía que el corazón le latía en el pecho, asustado e inseguro. No tenía ninguna jugada, ningún plan o forma de adaptarse a esa situación, ya que era algo que nunca había experimentado antes. Nunca había compartido su cáncer con nadie más, aparte de los médicos cuando lo tuvo por primera vez. Siempre fue su carga, su secreto, y nunca tuvo a nadie que la ayudara. Nunca había experimentado eso.

Dale fue quien rompió el contacto visual, soltó un resoplido entrecortado y se reclinó en la silla. Tenía la mano en la barbilla, frotándose la boca mientras miraba hacia la noche. Fue su risita suave y seca la que pilló a Ace por sorpresa y cortó su trance silencioso. "No estoy seguro de qué pregunta hacer primero", Dale sacudió la cabeza, hablando con las manos extendidas.

Ace bajó la mirada, permaneciendo callada. Ella tampoco estaba segura.

Dale volvió a mirar a Ace y sintió como si la viera por primera vez. Vio algunos huesos que sobresalían demasiado, la palidez de su piel, las bolsas bajo los ojos e incluso la finura de su cabello. Eran cosas en las que alguien probablemente no se fijaría a menos que supiera lo que estaba buscando. Y Dale lo había visto todo antes.

"¿Cuánto tiempo?", preguntó, mirando a Ace con esa preocupación que le arrugaba toda la cara.

Ace no levantó la vista, sólo jugueteaba con sus manos. "Lo tenía antes... antes de todo esto", levantó la vista, señalando a su alrededor.

"¿Te lo quitaron?" preguntó Dale, sentándose, completamente intrigado y esperando cada palabra que Ace iba a decir.

Ace asintió, mirándole a los ojos durante una fracción de segundo.

"¿Dónde?"

Ace no podía formar las palabras, así que se dio la vuelta en su asiento, desabrochándose la camisa. Dale sacó las gafas del bolsillo de la camisa y las dejó reposar sobre la nariz, acercándose al borde de la silla para ver la cicatriz que Ace mostraba en la parte baja de la espalda.

"Tenía la sensación de que había vuelto", dijo Ace, mirando hacia las tiendas mientras se levantaba la camisa. "En el CDC... Jenner lo confirmó".

Dale se quedó sin palabras, colocando un momento su mano sobre la de Ace para indicarle que había terminado de mirar. Se quitó las gafas y las volvió a guardar en el bolsillo mientras Ace se giraba de nuevo para mirarle.

No se le ocurrió qué decir por un momento, sólo volvió a mirarla con esos ojos. Ace estaba a punto de apartar la mirada cuando se acercó y le cogió una mano. Sonrió, acariciando la parte superior de la misma.

Ace bajó la mirada y luego volvió a mirarlo a los ojos, sin estar segura de lo que sentía en ese momento. Dale le caía bien, era dulce y cariñoso, pero apenas lo conocía y viceversa. ¿Qué podía hacer o decir él para que eso no fuera una maldición? ¿Qué la ayudaría a decidir qué hacer?

"No había nada que pudiera hacer por Irma... No pude ayudarla, era demasiado tarde", dijo Dale, sólo una pequeña cantidad de tristeza en su voz. Había hecho las paces... Paz que Ace acababa de arruinar para él y para ella misma. "Pero Ace... No tienes que pasar por esto tú sola. ¿Me dejarás ayudarte?"