The Sharpest Lives | ESPAÑOL

Capítulo 40

Ace se quedó.

Mientras todos sollozaban a su alrededor, inclinándose sobre Dale, Ace no movió un músculo.

Cuando la gente empezó a irse, Ace no movió un músculo.

Mientras Shane, Rick y Daryl agarraban el cuerpo de Dale, Ace no movió un músculo.

T-Dog se quedó atrás, echando una última mirada a Ace antes de alejarse también, dejándola sola.

Los ojos de Ace se quedaron mirando directamente el charco de sangre que manchaba la hierba. Su chaqueta yacía hecha un ovillo en el charco.

Estaba congelada, sólida como una roca durante muchos minutos. Hasta que sus ojos parpadearon hacia el caminante que había sido depositado en el suelo, que aún permanecía en su lugar junto a la sangre.

Ace utilizó sus manos ensangrentadas para levantarse, cojeando hasta el cadáver del no muerto. Se detuvo junto a él, ladeando la cabeza mientras miraba su rostro ahuecado. Tenía la boca manchada de sangre y carne entre los dientes.

Algo dentro de Ace se rompió, como si unas tijeras cortaran un hilo, y levantó la bota para golpear el cráneo. Un gemido salió de su pecho, crujiendo y saliendo como un gruñido de dolor.

Volvió a hacerlo. Una y otra vez.

Cada vez, una ráfaga de fuego le atravesaba la columna vertebral, pero no le importaba el dolor. Siguió clavándole el talón en el cráneo en descomposición, con los sesos aplastándose por debajo. Resoplaba frenéticamente, casi gritando mientras le aplastaba la cabeza una y otra vez.

Cayó de rodillas y golpeó con el puño lo que quedaba de la cara. Lo golpeó con todas sus fuerzas para hacerlo papilla. La cabeza le daba vueltas, pero no se detuvo. No se detuvo hasta que sus nudillos magullados salpicaron su sangre, golpeando el suelo bajo ella.

No paró hasta que su cuerpo no pudo más y se desplomó.

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Daryl había ayudado a llevar el cuerpo de Dale hasta el árbol bajo el que estaban las tumbas de Sophia y Otis. Rick y Shane gruñeron mientras todos bajaban a Dale al suelo con la mayor delicadeza posible. T-Dog llegóa y trajo consigo una sábana para cubrir a Dale.

Todos se detuvieron, mirándolo mientras Shane iba a buscar unas palas. Le cavarían una tumba, no podían dejarlo ahí. Por la mañana harían una misa.

La mirada de Daryl se desvió hacia el lugar donde había ocurrido todo, donde habían dejado a Ace. No podía verla, estaba demasiado oscuro y demasiado lejos.

Cuando Shane empezó a repartir palas a todos los hombres, Daryl cogió una, pero aún no había retirado su atención del otro lado de la granja. T-Dog se dio cuenta, acercándose y alcanzando la pala en la mano de Daryl.

Daryl lo miró con escepticismo, pero T-Dog se limitó a asentir con la cabeza. "Yo me encargo", fue todo lo que dijo, tratando de decirle a Daryl que fuera a ver cómo estaba. T-Dog sabía lo que estaba pensando.

Daryl dudó, pero dejó que T-Dog le quitara la pala. Le dedicó una última mirada mientras empezaban a cavar antes de darse la vuelta y salir acechando en dirección a Ace.

Daryl mantenía la ballesta en las manos y la cabeza en ristre mientras caminaba, con los nervios a flor de piel. Se detuvo para coger la linterna que se le había caído en el camino.

Cuando Daryl estuvo cerca y pudo ver el contorno de su figura, aminoró la marcha. Dejó que su ballesta se balanceara hacia un lado mientras la miraba a través de la oscuridad.