Dos.

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Nami y Usopp tuvieron exactamente la misma idea, se llevaban tan bien que podían leerse las mentes.
Se levantaron de sus lugares, mirando al emo del fondo, comenzando a gritar mientras movían sus manos para llamar su atención.

— Oye tu! El emo del fondo!

— Si tú! Oye!

El nombrado levantó su mirada de su libro, sintiendo que le estaban hablando a el. Cosa que le pareció extraña, ya que no tenía amigos o personas que se interesaran en el por el momento. Era su primer día en ese instituto y simplemente pasaba desapercibido.

— ¡A nuestro amigo le gustas!

Gritaron señalando al pelinegro al frente de ellos. El mismo abrió los ojos como platos, mirando a sus amigos y al chico de los piercings varias veces. Rápidamente los colores subieron a su rostro, sintiéndose completamente avergonzado. Tomó su sombrero para ponerlo sobre su cabeza, tratando de ocultar su rostro enrojecido con los bordes de éste.

— Nami! Usopp! Qué hacen?! CALLENSE!

Gritó en susurros, tratando de callar a sus atrevidos amigos, quienes comenzaron a reír junto a la pareja que estaba con ellos.
Mientras tanto, el pelinegro a lo lejos, rodeó sus ojos. Se lo tomó como una broma de amigos.
Sin darles importancia, volvió a su libro de medicina. Le interesaba mucho y aunque hacía tiempo que no lograba terminar el bachillerato gracias a su enfermedad, que lo hacía concurrir bastante seguido al hospital. Soñaba con comenzar la universidad pronto.

Usopp al ver qué el pelinegro de piercings no les hizo mucho caso, tuvo otra idea.

— Luffy, por qué no vas a hablarle? Parece que está solo.

— D-de ninguna manera después de la vergüenza que me hicieron pasar.

— Oh, vamos. No seas cobarde, tal vez encuentres el amor de una vez por todas.

Lo animó su amigo rubio, dejando escapar el humo de su cigarro encendido entre sus labios, para luego cruzar sus brazos y voltear a verlo por unos segundos.

— Se ve que es un poco serio y no le gusta socializar; que no duerme bien por esas orejas enormes, pero no está mal. Es atractivo.

— Ha? Te andas fijando en él?

Preguntó el peliverde frunciendo su ceño, sintiéndose celoso de la forma que se refirió a el. El rubio soltó una risita, abrazando el musculoso brazo de su peliverde, apoyando su cabeza en su hombro.

— Pues estar guapo, está guapo. Pero mi novio es aún más guapo, a pesar de que sea un tonto sin remedio que se pierde a dos metros de nosotros.

Dijo el rubio dando pequeños besitos en la mejilla de su pareja, quien aflojó su ceño quedando conforme con sus palabras y olvidando sus celos.

— Venga Luffy, ve ve.

El de la nariz larga se levantó de su lugar, tomando a su amigo del brazo para levantarlo de su silla.

— O-oye, oye. Qué haces? Sueltame!

— Que vayas a hablarle a tu crush.

Comenzó a empujarlo para que vaya hacia él, el del sombrero de paja ponía resistencia, clavando con fuerza sus pies en el suelo.

— P-pero si lo acabo de conocer y de lejos! Ni siquiera hablamos!

— Pues ahora van a hablar.

Antes de que pudiera gritarle algo a su amigo, ya lo había empujado cerca suyo. Tanto que el del gorro blanco levantó curioso su mirada de su libro.
El de la nariz larga huyó dejandole la peor parte al del sombrero de paja, quien miraba con sus mejillas enrojecidas al chico delante suyo.

Mi corazón late por ti | Lawlu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora