Diez.

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Había llegado el cumpleaños de Law.
Todos se iban a reunir en su casa para festejar que estaba viviendo un año más de vida.
Eso era más especial para el que para cualquier otra persona. Ahora tenía todo lo que podía desear, tenía todas las ganas de vivir.

— Ya está todo listo. El pastel está en el refrigerador junto con las bebidas, la comida en el horno para que no se enfríe... Creo que está todo.

— Solo faltan los mocosos de mierda.

Los dos adultos tenían toda la casa decorada, mientras esperaban a que lleguen los invitados. Inclusive Doflamingo había invitado a su pareja para que conociera a su sobrino.

— Crocodile va a venir?

— Claro, quiero que conozca al pendejo antes de que se muera.

— No digas eso idiota, no se va a morir.

Mientras ambos discutían y terminaban de arreglar todo, Law salió de su habitación ya arreglado.
Llevaba un suéter de lana color negro con cuello largo, pantalones y zapatillas del mismo color; además aquellas gafas que utilizaba para descansar su vista. Está demás aclarar que llevaba sus pendientes como era costumbre.
Su cabello volvía a estar peinado hacia atrás, ya que su novio le dijo muchas veces que le encantaba como le quedaba. Desde entonces cada vez que quería verse bien, se lo arregla así.

— Qué guapo eres Law, por Dios.

Aquel rubio abrazo a su hijo con fuerza, quien cumplía ya 27 años de edad. Era todo un hombre y le asustaba tener que dejarlo ir después de tantos años juntos.

— C-Cora-san, no puedo respirar.

— Lo siento, lo siento.

Un par de minutos después, se escuchó el timbre de la casa. Aquel grupo de amigos esperaba ansiosamente ver al cumpleañero.

— Yo abro.

Law fue hacia la puerta, abriéndola y encontrándose con sus amigos. Con una sonrisa los recibió a todos, haciéndose a un lado para dejarlos pasar.

— Hola, pasen pasen.

— Torao! Feliz cumpleaños!

Se lanzó a abrazarlo con fuerzas, mientras le dejaba muchos besos en su mejilla; luego le dió un sonoro beso en sus labios. Mientras los demás entraban riendo al ver a Luffy ser tan amoroso con su pareja.

— Feliz cumpleaños, Law.

— Feliz cumpleaños amigo.

— Feliz cumpleaños cuñadito.

— Gracias a todos.

Cerró la puerta luego de que todos entraran. Inclusive habían venido Robin y Franky, se habían hecho más cercanos a ellos en los últimos tiempos; también los dos hermanos de Luffy.
El menor sonrió mirando hacia arriba a su novio, sin dejar de abrazarlo.

— Te ves muy sexy.

— Y tú muy tierno.

Luffy llevaba una sudadera que le llegaba hasta la mitad de los muslos color roja, también le quedaba grande en los brazos; pantalón negro hasta las rodillas y zapatillas del mismo color, además unos calcetines blancos con líneas rojas.
Solía llevar siempre el mismo estilo de ropa, pero a Law le gustaba su sencillez.

— Vamos con los demás.

— Sip! Tengo hambre.

Ya todos juntos, comenzaron a cenar. Había mucha variedad de comida y bebidas, para todos los gustos.
Con muchas risas y felicidad transcurría aquella celebración, pero fueron interrumpidos por el sonido del timbre. Doflamingo sonrió yendo a abrir la puerta con rapidez.

Mi corazón late por ti | Lawlu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora