Doce.

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— Nos vemos mañana Law, cuidate mucho por favor. Luffy, lo dejo en tus manos.

— No te preocupes Corazón! Lo cuidaré muy bien! Que tengan buen viaje!

Corazón y Doflamingo debían ir de viaje a Alemania, no le dijeron a Law el motivo así que pensó que era por negocios de su empresa.

Luffy había venido a cuidarlo mientras no estaban, tenían todo lo que hacía falta por si algo sucedía. Pero los medicamentos que Law había comenzado a tomar lo habían ayudado a mejorar notoriamente, se sentía con muchas energías y más animado; más que antes inclusive.

— Escucha, mocoso de mierda. Si piensas tener sexo con Law, más te vale que lo cuides. Si llegas a matarlo yo te mato a ti.

Amenazó Doflamingo a Luffy, señalando su pecho con su dedo. Ambos jóvenes se sonrojaron notoriamente al imaginar aquella situación. Aún no habían dado aquel paso; aunque de hecho era una muy buena oportunidad.

— Y-ya vete, viejo de mierda.

— Adiós, usen protección.

Ambos rubios se fueron en aquel auto, directamente al aeropuerto. Doflamingo obviamente tenía un avión privado, podía ir y volver a dónde quisiera rápidamente. Por eso solo a la mañana siguiente ya estarían de vuelta.

Ambos pelinegros entraron a la casa, para pasar todo un día juntos y solos. Era muy emocionante.

— Quieres ver una película?

— Si! Podemos hacer palomitas?

— Oh, es una buena idea.

Ambos fueron a la cocina a hacer dicho snack juntos. Mientras cocinaban aquello, se robaban algunos besos y risitas divertidas.
Fueron a aquel sofá a ver una película romántica; el menor la había elegido ya que literalmente se trataba de una persona enferma del corazón, que se recuperaba y lograba construir una vida junto a su alma gemela.
Ambos deseaban acabar con un final feliz como ese.

Tenían una manta sobre sus cuerpos, Luffy estaba apoyado sobre su pecho mientras comía palomitas. El otro acariciaba su cabeza con cariño.
Así transcurrió el resto de la película.
Luffy soltó un bostezo, acercándose más a su novio. Luego subió su mirada para verlo a los ojos.

— Te amo Torao, espero casarme contigo algún día, como ellos.

El mayor se sorprendió al escuchar eso, pero sonrió dándole un beso. Esa era una de sus metas en su vida; por ser médico y por eso seguía luchando contra su enfermedad.

— Yo también te amo y quiero casarme contigo. Pero aún eres muy joven, deberás esperar un poco.

Law tenía la esperanza de lograr esos dos objetivos antes de que su corazón ya no pueda luchar más.

(...)

— Huele rico!

— Quieres poner la mesa?

— Si!

Luffy corrió emocionado a poner la mesa para ambos, era un día de citas y ésta vez era la cena. Una cena romántica para los dos solos.

Había hecho pasta a petición del menor, le recordaba a aquella película de dos perritos que comían juntos; quería intentar hacer lo mismo con su novio.
Mientras acomodaba todo tarareando una canción, Law comenzó a servir todo en un plato.

— Ya está!

— Bien, ya voy.

Una vez la comida en la mesa, ambos se sentaron uno al lado del otro. Luffy estaba muy emocionado y hambriento, la pasta lucía y olía deliciosa. Law era muy bueno cocinando.

Mi corazón late por ti | Lawlu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora