Ventiuno.

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Al escuchar aquella noticia, evidentemente comenzaron a llorar.
Tenían muchas esperanzas de ver al pelinegro, pero todo se esfumó de un momento a otro.

No había fallecido, pero el estado de coma era algo muy parecido. Era como estar muerto en vida, sin tener la libertad de poder vivir como una persona normal.
No podía ver, reír, comer ni sentir nada. Sólo estaba ahí, completamente inmóvil.

- Y... C-cuánto tiempo va a estar en coma?

- Pues puede estar desde una semana hasta por años... No se puede saber con exactitud, lo lamento... Pero le daremos todos los tratamientos necesarios para mantenerlo saludable.

Aquel pelinegro fue trasladado a otra habitación, dónde lo conectaron a varias máquinas que lo ayudarían a mantenerlo con vida.
Oxígeno, nutrientes y medicamentos necesarios eran los que les suministraban.
También vigilaban su nuevo corazón, el cual aún se estaba adaptando al nuevo cuerpo. Y además su cerebro, para que los tratamientos y más máquinas no se lo dañen por la presión.

- Por qué Torao entró en coma?

- Porque su cuerpo rechazó el corazón... Debemos mantenerlo en observación para que no sufra un paro cardíaco... Le daremos suplementos para ayudar a su cuerpo a adaptarse al nuevo órgano. De esa forma tal vez logremos que despierte pronto.

Les explicaba el médico Chopper, mientras todos observaban atraves del cristal al inconsciente pelinegro.
Luffy no podía quitarle sus ojos de encima; el profundo miedo en su pecho y en su mente lo atormentaban. Sabía que en cualquier momento podía morir y odiaba pensar en esa posibilidad.

Después de ese día, nada volvió a ser igual.

Para Corazón era muy difícil y doloroso. La casa se sentía vacía; le faltaba su pequeño, aunque tenía 27 años de edad.
Verlo ahí, junto a ellos y con sus ojos grises mirándolo; cuánto lo extrañaba.

"Cora-san".

Era lo único que quería oír junto con la voz de su hijo.
Verlo bien, saludable y feliz.
Siendo una persona normal, cumpliendo sus metas y sus sueños.
Verlo casarse, tener su propia casa y su propia familia; que lo viniera a visitar con su esposo y que comieran juntos entre risas.
Quería ver a Law labrando su propio futuro y convertirse en un adulto.

Luffy extrañaba escuchar su voz, sentir sus labios sobre sus suyos y sus manos sobre su cuerpo.
Que lo abrazara, que lo hiciera suyo y le dijera que lo amara.
Pasaban los días, las semanas y el estaba ahí; en esa camilla sin poder hablar, moverse y ni siquiera abrir sus ojos.

Iba a verlo siempre que podía; el bachiller le llevaba mucho tiempo ya que era su último año allí. Pero no podía concentrarse bien ni estar tranquilo sabiendo que su novio podía fallecer en cualquier momento.

Cuando estaba sentado a su lado, observándolo con todos esos tubos en su cuerpo para mantenerlo con vida, realmente se le partía el corazón. Pero siempre se aguantaba las ganas de llorar, porque quería apoyarlo y contarle sobre su vida para animarlo.
Sabía que podía escucharlo aún estando así, completamente inconsciente.

- Ayer acabaron los primeros exámenes del año y estudié mucho. Logré sacar muy buenas calificaciones y mejorar desde la última vez. Todo gracias a tu apoyo y tu aliento... Te extraño mucho y jamás voy a dejar de amarte. Voy a estar contigo y esperar lo que sea necesario hasta que logres volver.

Acariciaba su mano, la cual aún mantenía su calor natural. Pero no se movía ni un milímetro, como si fuera un simple muñeco.
Chopper le había dicho que en algún momento podía llegar a mover sus dedos o hacer alguna expresión con su rostro. Lo miraba fijamente, esperando alguna de ellas.
Pero lamentablemente nunca sucedió.

Mi corazón late por ti | Lawlu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora