Mi corazón late por ti | Lawlu

Ocho.

La cena había comenzado. Todos hablaban animadamente de diversos temas.

Doflamingo estaba sentado en la punta de la mesa con Corazón a su lado y Law en la siguiente silla; a su lado estaba su novio Luffy y en la siguiente silla Usopp. Al frente de ellos estaban Sanji, Zoro, Nami y por último Kid y Killer; eran un gran grupo de amigos que querían mucho al pelinegro y eso ponía muy feliz a Corazón, ya que su hijo estuvo solo y deprimido por mucho tiempo. Sabía perfectamente bien que ellos eran de fiar.

— Marimo, ya te ensuciaste la camisa. Ten más cuidado, idiota.

Aquel rubio tomó su servilleta de tela, para ayudarlo a limpiar la mancha de comida en su ropa limpia. El peliverde solo sonreía, dejándolo hacer aquello.
En el otro extremo Usopp hablaba animadamente con los dos compañeros de Law.

— La ingeniería y la mecánica son cosas geniales, yo creo que iré por eso.

— Si, yo ya me inscribí. El próximo año comenzaré la carrera.

Mientras todos estaban hundidos en sus temas, Law sintió una pequeña molestia en su pecho; en la parte de su corazón para ser exactos. Pero todos estaban tan felices que decidió ignorarlo.
No quería arruinar esa cena.

— Así que Ace y Sabo me dijeron que deberías ir algún día. Ellos quieren conocerte en persona.

Le comentó Luffy, comiendo la sabrosa carne que tenía en su plato.
Law no había tocado casi su comida, se estaba sintiendo cada vez peor y era difícil ocultar aquello. De hecho, de vez en cuando se le escapaba una tos.
Luffy y Corazón notaron eso, pero no le dieron mucha importancia.
Tal vez sólo necesitaba tomar agua, cosa que era lo que Law comenzó a hacer para calmarla.

Lamentablemente mediante los minutos pasaban, su rostro y piel se pusieron pálidos, sintiendo cómo su cuerpo comenzaba a sudar; su respiración era cada vez más agitada, pues se le estaba dificultando respirar.

Sabía que eso iba a ocurrir en cualquier momento, y se maldecía por que sea justo ahí. Hasta ahora en los últimos meses no le había sucedido.

De un momento a otro, se sostuvo de la mesa, apartando con fuerza la silla de ésta; provocando un fuerte ruido en el suelo que hizo que todos se quedaran callados para verlo con atención.
Estaba inclinado hacia abajo con su cabeza escondida entre sus hombros; con sus ojos cerrados con fuerza intentando respirar.
Su cuerpo también había comenzado a temblar y a sudar más.

— Torao...?

Pronto aquella pulsera comenzó a emitir un pitido cada vez más fuerte, alarmando a todos.
Su ritmo cardíaco comenzó a subir drásticamente. Law sentía ese dolor en su pecho cada vez más agudo, provocando que jadee y que se le dificultara mucho respirar.

— Law! Law!

Corazón tocaba la espalda de su hijo para llamar su atención, pero estaba tan sumido en aquello que no lo escuchaba. Estaba por desmayarse.

— Corazón! Dale la inyección! Rápido!

Gritó el de lentes a su hermano, quien estaba en shook por la repentina situación. Que sucediera tan repentinamente lo desconcertó.
Había estado muy bien en los últimos tiempos.

Luffy ayudó a alejar la silla de Law de la mesa y lo ayudó a reincorporarse, recostandolo en la misma. Éste con su mano temblorosa se agarraba el pecho, era un dolor insoportable que lo hacía perder sus energías. Sus ojos seguían cerrados con fuerza y una gran expresión de dolor estaba en su sudado y pálido rostro; eso puso muy nervioso a todos.

— Quítale la camisa, Luffy!

Gritó desesperado aquel rubio mientras buscaba en la mochila aquella jeringa con la medicación de emergencia. Era tan fuerte que solo debía usarla en ocasiones como ésta, ya que podía causar daños graves en su corazón si se abusa de su dosis.
El menor hizo caso, desabotonando rápidamente aquella prenda y con cuidado la quitó de sus brazos. Aunque fue difícil, ya que el de los tatuajes no escuchaba.