Yo Soy Alfa [YoonMin]

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—¡Y fue muy lindo! Hasta el momento nuestras citas nos han ido muy bien —comenta en una exclamación alegre mientras cierra la puerta de su habitación para mayor privacidad—. Tengo pensado salir con él este viernes.

—Suena muy lindo lo que me cuentas —murmura TaeHyung, observando a su al rededor, era la primera vez que visitaba la habitación del omega, era tal como lo podría haber imaginado; decorada de colores pasteles y blancos, una cama, un escritorio, y sus pertenencias cuidadosamente acomodadas. Se detiene frente a una de las fotografías que reposa en su mesita de luz, era un cuadro de él y YoonGi cuando eran más niños—. ¿A qué hueles según JongHyun?

—Dijo que ama mi aroma, es una mezcla de mermelada y frambuesas. Ojalá también pudiera percibirlo.

—Suena delicioso —Kim pide permiso antes de tomar asiento sobre la cama libre de Park, observando a este sentarse sobre una silla de su escritorio, enfrentándolo—, y...¿al final qué con YoonGi? ¿Solo serán mejores amigos?

—Sí, eso siempre hemos sido y...encontré a mi predestinado, ¿no? Se supone que será el amor de mi vida y la otra mitad de mi lobo, si sigo enamorado de YoonGi terminaremos lastimándonos. 

—Entonces aún lo amas.

—Por supuesto... —Jimin sube la mirada hacia el beta, en sus ojos se refleja la lucha interna de sus sentimientos, todo un caos que puede verse reflejado—, no es fácil olvidar a alguien de quien llevo enamorado años, pero quiero creer que es lo mejor para ambos. Tae, ¿crees que en verdad estoy tan errado?

—Bueno, no lo creo. Todos tenemos la posibilidad de encontrar a nuestro destinado, y continuar con una relación ajena a ello puede terminar hiriendo permanentemente a nuestros lobos, además de que terminamos siendo egoístas con la otra persona. Pero si no fuera por ello, creo que YoonGi siempre será tu mejor elección, no hay nadie que te ame como él lo hace. 

—Nunca...me lo dijo en realidad.

—No es necesario que lo diga, todos pueden notarlo, incluso tú con sus acciones. Solo piensa la decisión que tomarás, y por favor Minnie, no vayas tan deprisa con ese chico, primero asegúrate de la clase de persona que es —insiste Kim, obteniendo casi un asentimiento automático, pero vuelve a tomar la palabra—. Sé que estás cerca de tu celo, ve con precaución.

—Siempre es tan irregular, pero tendré cuidado —promete el peli-rosa, manteniendo la seguridad y seriedad en sus palabras—. Sé muy bien lo crueles que pueden ser las personas, proseguiré cuidadosamente.

—Hazlo y no olvides mis consejos.

—Los pensaré, gracias.

Ambos se sonríen levemente para el momento en el que unos suaves toques en la puerta de la habitación suenan, antes de que sea abierta para dejar a la vista a una de las madres del omega con una sonrisa y una bandeja en sus manos.

—Hola, lamento interrumpir, chicos, les traje galletas y té para que beban —comenta Rosé, dejando la bandeja sobre el escritorio cuidadosamente.

—Gracias mamá.

—Muchas gracias, señora Park. 

—Oh, puedes decirme simplemente Rosé, cariño, estoy feliz de que Jimin traiga a un nuevo amigo a la casa, solamente suele venir YoonGi —el omega deja escapar una queja mientras siente sus mejillas sonrojarse ante la revelación—. Por cierto, ¿qué es de la vida de ese alfa, hijo?

—Solo hemos estado ocupados, y nos hicimos un grupo más grande de amigos. Lo invitaré alguno de estos días, no te preocupes.

—Está bien, avísenme cualquier cosa, chicos, estaré abajo —ambos adolescentes asienten y agradecen por el cuidado.

Jimin suelta un suspiro de manera inevitable, sus ojos se desvían a la foto en la cual él se encuentra con el alfa, sonriendo alegremente. A veces extraña esas épocas, las extraña tanto como extraña a su hyung antes de que las cosas hayan comenzado a ser raras entre ellos. No logra entender sus sentimientos, todo es realmente confuso ahora, y le gustaría saber cuánto le queda a su lobo para que pueda reconocer a JongHyun finalmente como su destinado.

Solo busca algo de aceptación.