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Una, dos, veinte veces la pelota hacía un sonido molesto contra el pavimento

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Una, dos, veinte veces la pelota hacía un sonido molesto contra el pavimento. YoonGi ni siquiera le prestaba atención a su al rededor, ni contaba cuántas veces había encestado en su aro de básquet, sus pensamientos son mucho más abrumadores que ello. Solo quiere desquitarse de alguna forma.

Su aroma de arándanos es agrio y el chocolate se vuelve cada vez más amargo mientras sus pensamientos lo hostigan, aún lo suficientemente latentes al aire libre.

Era finalmente viernes, y eso no le hacía para nada alegre. Ha recibido pequeños trozos de información por parte de TaeHyung sobre Jimin y aquel alfa con el que se encuentra ahora. Le ha contado cosas superficiales para intentar no preocuparlo tanto sobre aquella repentina información, y aunque leerlo muchas veces era doloroso, quería saber que el omega estaría bien con él. Por eso saber que ahora mismo están en una cita en casa del tal JongHyun solo carcome sus nervios y enfurece a su lobo.

En un determinado momento siente una mano sobre su hombro que lo hace sobresaltarse, pero se tranquiliza rápidamente al ver que se trataba de su madre.

—Hola ma —mustia con desgano, continuando con su pequeña distracción, esta vez errándole a la canasta, haciéndole exasperarse. 

—Cachorro, ¿qué te sucede? Tu aroma es tan deprimente —SoDam se mantiene a su lado, observándolo con preocupación y esperando una respuesta a sus dudas.

YoonGi mantiene su mirada sobre el balón en sus manos, pero pronto lo descarta dejándolo rodar por el suelo, y finalmente enfrenta a la delta, intentando buscar las palabras para expresar su ánimo.

—Es Jimin.

—¿Jiminnie? ¿Pelearon?

—No tan así —aclara su garganta y termina sentándose sobre un banco mientras su progenitora lo observa desde su lugar—, pero tú sabías que él me gusta, ¿verdad?

—¿Cómo no podría? Si lo ves con esos ojitos brillantes, le das todo el espacio de tu cama y eres tan servicial. Siempre supuse que serían una pareja muy hermosa —el pelirrojo siente su rostro caliente ante aquellas revelaciones; de verdad era tan malditamente obvio.

—B-Bien, ya entendí mamá —la mujer ríe ante la vergüenza de su hijo, su mirada se suaviza al hacer contacto visual con el contrario, permitiéndole continuar con su relato—. Él encontró a su destinado.

—¿Lo hizo?

—Eso nos contó él. No sé qué tan cierto sea, pero odio tanto no haber sido yo. ¿Por qué la luna provocó que me enamorara de él si sería imposible que sucediera? —SoDam tuerce sus labios, sintiéndose mal por su cachorro, puede sentir lo dolido que está en el reflejo de sus ojos. 

—¿Solo por eso no pueden estar juntos? ¿Él no siente lo mismo?

—Lo besé cuando me dejé llevar y me dijo que era tarde, casi no hablamos, todo se ha vuelto tan raro y distante. Fue mi culpa, no sé si haberme confesado antes habría cambiado algo en el ahora.

—Cachorro, mírame —la castaña se arrodilla sobre el pavimento, apoyando sus manos sobre las rodillas del menor, como un cálido apoyo—. Cuando éramos jóvenes, tu padre también conoció a su destinada —aquella revelación hace que el alfa expanda sus ojos ante la sorpresa—, tuvimos grandes conflictos por ello, pero a veces, creo que el amor supera las barreras del destino. Ambos amaban a alguien más, y tu padre me eligió a mí, a una alfa que no tenía nada más que ofrecerle, ni siquiera sabíamos si esta relación tendría algún futuro. Pero míranos ahora, pude tenerte, con mucho esfuerzo, pero naciste y aún seguimos juntos. Supongo que sus lobos sufrieron la separación del inicio, pero sin un vínculo que nunca concretaron, después de años fue como si nunca se hubieran visto —la castaña toma las manos del menor en un silencioso arrullo—. Si el amor que ambos se tienen es fuerte, podrán estar juntos y superar esto, YoonGi. Nuestro corazón no elige de quién enamorarnos, y no fuiste tú el que tuvo la culpa, el otro fue quien llegó demasiado tarde como para reclamar a un omega que ya casi tienes. No debes darte por vencido y dile a Jimin de una vez lo que quieres, lo que sientes. 

Hay silenciosas lágrimas que recorren la pálida mejilla de Min, y con delicadeza la delta las limpia con su maternal toque. 

—Conozco a Jimin y sé que tú también lo haces, Yoon, conoces sus inseguridades, sabes que toda su vida solo quiso ser un omega como todos los demás, y aunque intentó serlo todos siempre lo rechazaron. Tú fuiste el único que permaneció a su lado sin importar qué y yo pienso que tiene miedo de perderte, a la única persona que no lo trató diferente aún después de tu presentación. Saber que tiene un destinado lo hará sentir...normal, aún si él lo siente o no, solo los omegas y alfas pueden tener un predestinado, es algo que repara su destruido interior. Pero tú debes cambiar eso, al menos intentar decirle todo, y solo entonces él podrá decidirse —hay un breve silencio que se instala, pero YoonGi asiente a sus palabras, algo en su mirada destruida parece repararse y recobrar un brillo de seguridad prontamente.

—Gracias mamá...creo que tienes mucha razón, y no puedo rendirme sin haber intentado algo antes, supongo que se lo diré y ya si no funciona intentaré olvidarlo. Gracias por haberme escuchado, en verdad necesitaba algún consejo. 

—No te preocupes, cachorro —SoDam acaricia los cabellos rojizos de su hijo una última vez antes de levantarse del suelo—, prepararé chocolate caliente, te avisaré cuando esté listo.

—Está bien, te amo mamá. 

—Igual te amo Yoonie. 

Sin más que decir, la delta se pierde hacia el interior de la casa dejando nuevamente a Min solo en el jardín sumido en sus pensamientos.

Su lobo está mucho más tranquilo que antes y él mismo siente su corazón más liviano. Suspira pesadamente, acomodando sus ideas para pensar en cómo podría confesarse de mejor manera a el omega que ama. Pero antes de que si quiera pudiera ocurrírsele algo, una notificación de su teléfono vibra en su bolsillo trasero. Al sacarlo, sabe que nada bueno podría estar pasando, su corazón se detiene al ver que se trata de Jimin.

"Hyung."

"—Ayúdame."

"(Ubicación)"

18:05 p.m.




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Yo Soy Alfa [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora