Yo Soy Alfa [YoonMin]

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—¿A dónde me llevas? —La pregunta es clara y concisa, un poco obvia siendo que sus ojos son cubiertos por una venda que le impide ver en dónde se encuentra. Sus pies siguen el recorrido que el alfa le insta, sus manos fuertemente agarradas para no tener la oportunidad de tropezar en ningún momento, por más que el suelo bajo sus zapatos no sea firme. Puede darse una idea de en dónde se encuentran; el sonido de las olas, la arena bajo sus pies y el olor de la playa es inconfundible, pero aún se encuentra curiosamente ansioso.

—Ya verás —es todo lo que responde Min, una gran sonrisa tiñe su rostro al igual que un rosa que deslumbra en sus mejillas. 

Pocos segundos después, se detienen.

YoonGi camina hasta estar en las espaldas del rubio, y suavemente desliza la venda que impedía su mirada. La sorpresa es todo lo que Jimin deja ver en su reacción.

Y no era para menos, cuando frente a él se hallaba una manta amarilla sobre la arena, en la cual había una canasta y variedades de comida que puede percatarse que ama, una pequeña fogata para iluminar la noche que cae poco a poco sobre ellos junto a la vista del mar.

—Hyung... —su voz sale atascada en un murmullo, siente que podría echarse a llorar en ese mismo instante, pero antes de poder decir algo, una suave melodía llega a sus oídos. Una de sus canciones favoritas, a bajo volumen, pero lo suficiente para escuchar la letra que palpita en su corazón; aún más cuando se voltea y YoonGi toma su mano, guiándola hasta su hombro.

—¿Me concederías un baile? —Y entonces ríe suavemente, sintiendo un nudo en su garganta mientras asiente. Una mano se cuela por su cintura, atrayendo sus cuerpos más cerca. Cuando las lágrimas comienzan a caer lentamente por sus mejillas, se apoya contra el pecho fuerte de su alfa, sintiendo los latidos acelerados del contrario.

Cos you watch the TV 

While I'm watching you

There's not many people

I'd honestly say

I don't mind losing to

But there's nothing like doing nothing

With you

Sus cuerpos se balanceaban lentamente fundidos en un abrazo cálido y tranquilizante. El sonido de las olas rompiendo con la arena hacía todo tan especial. Todo lo era cuando estaban juntos.

Porque aunque ya llevaban un par de semanas juntos y más de 3 años de amistad, sus lobos siempre encontraban la tranquilidad en el otro, y ellos sabían que se tenían siempre que lo necesitaran. Se amaban.

Dumb conversation

We lose track of time