Yo Soy Alfa [YoonMin]

Extra: Hospital.

Las piernas del omega se balanceaban en un perfecto compás de distracción para disminuir los nervios que llevaba acumulados en su garganta desde hace un par de días. Sus manos estaban aferradas a la silla en la cual estaba sentado y su aroma era agrio.

Su aroma...

Jimin sigue sintiéndose ajeno a aquellas feromonas que su cuello desprende. Debe admitir que es en altos grados tranquilizador, ahora se siente mucho más conectado con su lobo que antes, pero sigue sin sentirse propio de sí mismo.

No entiende nada.

—Hey, Jiminnie —una voz a su lado lo llama, mientras una palma se apoya sobre su pierna, tranquilizando sus movimientos—, cálmate, todo estará bien. 

—Pero Yoonie...¿y si es algo temporal? No quiero hacerme ilusiones

—Por eso estamos aquí. ¿Quién mejor para tranquilizarnos que un doctor? Seguro te harán análisis y estaré aquí, contigo. Aunque sea algo temporal, siempre voy a estar agradecido de haber sentido el aroma de mi predestinado al menos una sola vez.

Jimin sonríe, avergonzado. Habían pasado tantas cosas en un lapso tan corto de tiempo. Aún no podía creer que YoonGi era su alfa predestinado, menos que olía a canela y miel, y mucho menos que ahora llevaba la marca del hombre al que ama en su cuello. 

Su madre Rosé se había desmayado cuando les contaron todo al volver del viaje.

—¿Park Jimin? —Llamó un hombre desde la puerta de un consultorio, la pareja inmediatamente se levantó y fue hasta el interior—. Buenas tardes, tomen asiento. 

—Buenas tardes —hablaron al unísono.

—Soy el doctor Yu JiHyuk, ciertamente, recuerdo algo de ti, joven Park.

—Sí, yo...vine la vez pasada porque quería asegurarme de que era infértil debido a mi falta de aroma como omega —Jimin juega con sus manos por debajo de la mesa, intentando mantenerle la mirada al beta en frente suyo—. La cuestión es que ahora...tengo aroma.

—Sí, puedo notarlo —murmura, escribiendo en una libreta—, ¿cómo es que sucedió aquello?

—No sabemos, osea, p-pasé mi celo con mi alfa, me marcó y segundos después se desprendieron mis feromonas. Y somos destinados.

—Supongo que usted es su alfa, ¿verdad? —El doctor consulta hacia Min.

—Sí, señor.

—Y usted es un alfa líder por lo que puedo preveer —el hombre canoso se levantó de su asiento, yendo hacia unos cajones—. Claramente no es nada extraño, joven Park. Usted copuló con su alfa predestinado, lo marcó, y tu lobo reaccionó ante eso. Tanto tu lobo como el de tu alfa ayudaron a que tus feromonas renacieran para poder comunicarse, y eso es un reconocimiento que tu propio cuerpo hace. Tengo un par de casos parecidos, no eres el único omega hijo de betas que no tiene aroma —JiHyuk deja un par de documentos frente a la pareja, quienes no tardan en revisar—. Algunos de ellos también encontraron a sus destinados y pudieron recuperar su aroma, al igual, que su fertilidad.