HISTORIA DE VERANO

CAPÍTULO FINAL. Vuelta al paraíso.

Una historia de verano siempre podía resultar duradera si las personas que la componen, ponían de su parte. Podía parecer algo complicado de sobre llevar, sin embargo, ellos pudieron. Prometieron nunca dejar de comunicarse, aprendiendo de sus errores para que no se repitiesen de nuevo.

Harry le explicó como hubo un contrato olvidado que le obligaba a hacer esas horribles pap walks, teniendo una noche entera donde le detalló todo y le enseñó dicho contrato para que Louis se quedase más tranquilo. Aunque su chico aseguró confiar en él desde el principio.

Las discusiones entre ellos casi no existían, tan solo teniendo pequeños roces cuando a Louis le apetecía ver una película de Pixar en las noches que le tocaba elegir a Harry. El universitario no conseguía hacer ceder a su novio, teniendo que ver alguna película aburrida como se le hizo Titanic.

Recuerda el sermón que le dio Harry antes de irse a dormir, sin poder creer que Louis no supiese valorar la mejor película de amor jamás creada. Louis, simplemente, se encogió de hombros, asegurando que los dos cabían en ese cabecero de cama. Esa noche casi duerme en el sofá con Topanga.

Cada vez pasaba más tiempo en el ático de Harry, tanto, que pidieron un traslado a la universidad. Ahora vivía con su pareja, creando una despedida agridulce con Ethan cuando se despidieron. Su compañero aseguró que estaría mejor sin su presencia, sin embargo, le regaló un último abrazo que se sintió bonito.

Topanga y Godiva se habían apegado demasiado a Louis, estando todo el tiempo encima de él, puesto que Harry tenía que trabajar y solía encerrarse en su despacho. Al final sí que le echaron de menos, tanto, que Topanga lloró al verle. Godiva maulló fuerte, sintiéndose como Blancanieves cuando sus mascotas no se despegaron de él en los próximos días.

O así fue hasta que se publicó Selección, cuando ya pasó suficiente tiempo con ellas como para que fuesen de nuevo un poco más independientes.

El primer ejemplar del libro fue un regalo para Louis.

—Quiero que leas la dedicatoria en voz alta —Le pidió Harry, entusiasmándole muchísimo.

—«Este libro es para el amor de mi vida, para la persona que ideó la historia conmigo. Gracias, Louis. Te quiero, H».

Se lanzó a sus brazos en cuanto terminó de leerlo, sintiéndose la persona más afortunada del mundo. Las noticias ya hicieron pública la ruptura del matrimonio Styles, haciendo saber que Aradia Nicolson ya no tenía donde sostenerse.

Los meses seguían pasando y las ventas de Selección subían cada vez más. Las propuestas para hacer recitales por Reino Unido, seguían saliendo para Harry. Sin embargo, este las negaba, queriendo pasar su tiempo con Louis.

Su novio le aseguró que podría esperarle en casa mientras hacía alguna pequeña gira. Harry nuca cedió.

—Un verano recorreremos juntos Reino Unido mientras hago recitales en cada país del lugar —Le prometió.

Finalmente llegó el verano de nuevo, Louis aprobó todas sus asignaturas, llegando orgulloso a casa con la página web de la universidad en su teléfono. Poniendo su clave, estaban sus notas, así que recorrió todo el ático cuando las puertas del ascensor se abrieron. Habían contratado a una chofer majísima que siempre tenía anécdotas graciosas que contar de su numerosa familia.

¡Ella tenía seis hijos!

—¡Harry, Harry! —exclamó desde el salón.

Subió por las escaleras después de mimar un poco a sus mascotas, la casa estaba demasiado silenciosa y eso solía ser extraño en Harry. Su novio siempre que estaba solo, le pillaba hablando solo o tarareando canciones mientras hacia sus cosas.