LXXIV

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No sé por qué elijo quedarme acá desperdiciando horasde mi vida frente a un teclado que solo taladra mi conciencia. Me sueloautoengañar con la excusa de que de alguna manera esto es algo que necesitopara poder sustentar mi productividad, pero la verdad es que lo elijo porqueprobablemente soy el único que gastaría tiempo escuchándome un martes a lastres de la mañana.

SoliloquiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora