𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 𝐎𝐅 𝐃𝐀𝐑𝐊𝐍𝐄𝐒𝐒 | 𝐖𝐄𝐃𝐍𝐄𝐒𝐃𝐀𝐘

𝐗𝐗𝐕

≺≺ 𝐃𝐞𝐯𝐢𝐥 ≻≻

Los días pasaban y nada estaba saliendo bien para Merlina. Hace poco atacaron a dedos, alguien robó el diario que encontró con su tío, y lo que más le dolía; había echado a perder la amistad que empezaba a tener con la ojiazul, y todo por ser tan terca. 

Por otro lado, Xavier entró a su cabaña con el fin de terminar el nuevo retrato que estaba haciendo para su novia. Pero para su mala suerte se encontró con la persona que menos quería ver. 

—¿Ahora también invades mi privacidad? Deja de hacerlo, solo estas buscando un problema mayor. 

—Mejor aplica tu propio consejo —clavó la cuchilla en una butaca de madera—. Olvidaste esto, de echo, lo dejaste en Dedos. 

Xavier no creía lo que estaba escuchando. —¿Dedos? ¡¿Crees que lo lastimaría?!

—Si no fuiste tú, debió haber sido Michelle. 

—¡¿Acaso escuchas lo que dices?! Ya basta con culparla, ella no tiene nada que ver en esto, tampoco yo. 

—¿Hace cuánto consultas a Kinbott? 

—¿Has...? —dejó la pregunta al aire—. No sé porque no me sorprende —la única que sabía de sus visitas a la psicóloga era su novia, ya que él mismo se lo contó. Pero que la de trenzas lo supiera porque lo había espiado era el colmo—. No tengo por qué darte explicaciones de mi vida. Ya que después de todo...solo soy el villano de tu fantasía, una muy absurda a decir verdad. 

Addams lo veía atentamente, no estaba en su planes hacer nada. Pero cuando se enteró de la repentina muerte de la psicóloga no tuvo dudas de que el monstruo podía ser el chico.  —Mi padre considera que mi salud mental es un problema de relaciones públicas que debe controlar. No quiere a su hijo afligido en los tabloides. 

Soltó una risa sarcástica.  —Veo que tus pinturas han mejorado, me gusta esta en especial  —retiró la tela que cubría la imagen de la doctora con rasguños en su rostro, tal como había muerto. 

 —Soy psíquico, Merlina. Tengo visiones. Esto es realmente patético, ¿Qué quieres?

 —Las preguntas aquí las hago yo —se encaminó hasta el escritorio que tenía en la entrada—. ¿Qué hace el inhalador de Rowan aquí? ¿Las gafas de Eugene? Ah, y tu más reciente adquisición, el collar de Kinbott. 

 —¡Alguien plantó todo esto! 

 —¡Quieto!  —exclamó el sheriff cuando entró a la cabaña junto a sus ayudantes.  —¡Suelta el arma! Ponte de rodillas, tienes derecho a guardar silencio. Cualquier cosa que digas se usará en tú contra. 

Michelle, quien buscaba a su novio desesperadamente a causa de un mal presentimiento, entró de prisa al ver camionetas de la policía rodeando el estudio de Xavier. 

 —Xavier...  —susurró al ver como era arrastrado por los comisarios.

 —Gracias por la ayuda, Addams. 

Y esa fue la gota que derramó el vaso, se acercó rápidamente hasta el chico, sostuvo sus mejillas e hizo que lo mirara. Un dolor se instaló en su pecho al notar sus preciosos ojos verdes cristalizados.  —Me incriminaron. Ella me tendió una trampa. Te prometo que no hice nada, sabes que jamás haría algo para lastimarte. 

 —Lo sé, tesoro, lo sé. 

—¿Ella también? —inquirió el alguacil mirando a la ojiazul, recibió un asentimiento no muy seguro por parte de la de trenzas. —¡Sujétenla!

—¿Qué? —una sustancia fue inyectada en el cuello de la chica, Xavier, intranquilo se liberó del agarre y fue hacia su novia, mas fue frenado por otro policía, quien golpeó su estómago con fuerza y le colocaba esposas en sus manos. 

—¡Ni se les ocurra ponerle un dedo encima! 

🔥 🔥 🔥

Lentamente abría sus ojos, todo daba vueltas y sentía su cabeza estallar. Después de un rato logró estabilizarse, lo primero que alcanzó a divisar fueron las imágenes pertenecientes a su abuela y tío. ¿Qué cuernos hacían ellos aquí? 

—Hasta que despiertas, pequeña. La vez pasada no tuve oportunidad, pero ahora nos divertiremos mucho —Marc se acercaba con una horrible sonrisa pervertida. Michelle trató de mover el brazo, mas un fuerte dolor azotó contra ella. Las mismas cadenas gruesas y plateadas bañadas en agua bendita le impedían moverse. 

El hombre pasaba sus manos por el cuerpo de la pelinegra, empezó a desprender los primeros botones de la camisa blanca. Alice disfrutaba del espectáculo con una espantosa sonrisa cínica, le divertía ver como su nieta sufría y se llenaba de impotencia al no poder hacer nada. 

La respiración de la chica se entrecortaba, la parte superior de su uniforme había desaparecido quedando en brasier. Las luces empezaron a fallar, y sonidos escalofriantes se empezaban a escuchar. 

La electricidad se fue en aquel hospital, cuando regresó, lo que vieron los dos mayores los dejó helados del terror. 

Michelle ya no era ella misma, era el demonio. La reencarnación del mismo Lucifer. Dos cuernos puntiagudos decoraban la parte superior de su cabeza, unas majestuosas y grandes alas negras le permitían elevarse. Una risa maliciosa salió de sus labios haciendo que los colmillos blanquecinos se dieran a relucir. Sus azules ojos similares al océano cambiaron radicalmente a una tonalidad rojiza intensa. 

La pelinegra se acercaba lentamente mientras su cola se paseaba por sus piernas y siseaba al igual que una serpiente. Los tatuajes que aparecieron resaltaban en su pálida piel. —No saben lo que provocaron. 

Ellos retrocedían hasta toparse con la fría pared. Michelle acercó su rostro a los individuos y Alice gritó asustada. El olor a quemado predominaba en el lugar, desviaron su mirada y las llamas de fuego azul hicieron presencia. 

Usando sus dones, Michelle lanzó a Marc contra la pared una y otra vez hasta que un crujido se oyó salir de su ahora inerte anatomía. Los gritos de horror que soltaba su abuela empezaban a fastidiarla, pero antes de que pudiera hacer algo una espesa niebla ascendió del suelo. 

Cuando logró disiparse, no vió a nadie más ahí. Alice había escapado, sin embargo no se quedó a buscarla, tenía algo mucho más importante que hacer; rescatar a Xavier. 

🔥 🔥 🔥

El castaño soltó un suspiro cansador, la visita de Merlina no había sido de su agrado. Mentiría si dijera que estaba tranquilo, lastimaron a su chica y pagarían por eso. Los policías empezaron a correr a una sola dirección, llamando su atención. 

—¡Oigan! ¿Qué sucede? 

Las luces tintinearon intensamente, la figura de su novia descendió de la oscuridad. Cuando la logró ver completamente sonrió en grande, ante él se veía hermosa. Muy a pesar de tener sangre salpicada en su rostro y el aspecto de un demonio, ella era su ángel. Su ángel de la oscuridad. 

—Más les vale que no te hallan hecho nada, porque si no, el infierno tendrá nuevos residentes.