1O ⌇ SPEECHLESS.

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━━━━━ 𝐍𝐄𝐈𝐆𝐇𝐁𝐎𝐑𝐒;
❛SIN PALABRAS.❜

𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
tinitaqlts











     POR MÁS QUE LO QUE ARTHUR LECLERC LE HUBIESE DICHO FUERON MENOS DE SIETE PALABRAS, para Nella había significado demasiado. Se había desconcentrado por completo, en toda la noche, muy a pesar de que Arthur no le había dicho nada más, estaba completamente desestabilizada, y otra vez se sentía como una tonta, sólo le había pedido la pimienta ¿¡Por qué tenía que ilusionarse con cosas que no significaban nada en lo absoluto?!

En un par de minutos el reloj marcaría las doce de la madrugada y eso significaba que el año nuevo entraría. Nella se había quedado sentada en la barra alejada de todos, pensando en lo que había pasado hacía momentos con Arthur Leclerc, y definitivamente reiteraba que era una tonta. Antonella Ferrer de quince años se hubiese emocionado demasiado por el simple hecho de que Arthur le había hablado, así hubiesen sido menos de cinco palabras, lo había hecho.

Y se daba cuenta de que seguía siendo tonta, porque Antonella Ferrer de veintiuno también estaba emocionada por lo que había pasado recién, y no se entendía, le gustaba Giovanni, quería intentar tener algo con él. ¿Por qué le seguía dando relevancia a pequeños gestos que pasaban con el Leclerc?

—¿Todo bien? —Sophie le preguntó a su mejor amiga mientras que se sentaba a su lado y le daba un sorbo a la copa que tenía entre manos.

Ya habían pasado como veinte minutos que Antonella se había alejado de los demás, pasó una mano por su cabello, para detenerla en su nuca y rascar la misma con nerviosismo.

—Eh... sí. ¿Por?

—Es que como te haz alejado...

—Ah, sólo quería tomar mi gaseosa aquí —ella mencionó mientras que levantaba la copa y Sophie la miraba con una ceja alzada.

No quería pelear con su mejor amiga porque ya sabía que no quería hablar del tema de Arthur con respecto a las palabras que los dos habían intercambiado hacía un rato y que, obviamente todos habían notado sin excepción.

—Mmh... ¿quieres hablar sobre eso? —le recalcó las últimas palabras y Antonella no tuvo que preguntarle sobre qué se estaba refiriendo porque ya lo sabía a la perfección.

—Es que soy una tonta, Soph —murmuró por lo bajo con la voz media rota, mientras que recargaba sus codos en la barra de y pasaba ambas manos por su cara—. Me conoces perfecto y sé que siempre quiero negar que no me importa Arthur y no sé qué, pero ¿cómo puede ser que el hecho de que sólo me haya dicho un par de palabras, me tienen mal? Es que no lo entiendo, en serio. Me gusta Giovanni, quiero algo con él, y justamente ahora que lo admito, llega él y lo arruina todo.

Resopló, mientras que se ponía en posición de descanso y Sophie se aguantaba la risa por el drama que tenía, pero la entendía perfectamente.

—¿No crees que debes aceptarlo de una vez por todas?

Ella se separó de la barra, la miró sin entender.

—¿Aceptar qué?

—Es obvio Nella, de una manera u otra Arthur y tú están destinados a hablarse —le mencionó— y sé que eres necia y vas a decir que no es cierto y todo ese montón de cosas, pero ¿no crees que es demasiada coincidencia? Toparse en todos los lugares, las miradas, los acercamientos... ha tenido el primer paso y te ha hablado, aunque sea para pedirte una pimienta ¿por qué no buscas una excusa tonta y te le acercas?

𝗡𝗘𝗜𝗚𝗛𝗕𝗢𝗥𝗦  |  arthur leclerc.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora