Los infiernos de Van J. Dremmy (Historia Original)

Capítulo XXII

Nota de la autora: Si te he fallado te pido perdón de la única forma que sé 🎶hahahaha... Hay... Perdonen la tardanza, los últimos meses fueron horribles para mí y el bloqueo de escritor estuvo bien machin 😅 Sin más, aquí les dejo con todo mi amor el siguiente capítulo. Enjoy it!

Unas semanas antes de la cena del bufete

Hemet estaba aterrorizado. El extraño "omega" qué había conocido hace unos días estaba otra vez frente a él, con una sonrisa en sus labios qué no le terminaba de gustar.

-¿Y dónde te estas quedando estos días? - Jix tenía la carta del Rose Palace entre sus dedos mientras tarareaba una irreconocible canción.

-He... Yo... Sí... Conseguí... Un lugar...- Hemet bajó la cabeza, tratando de ocultar su rostro en su menú. Hemet no sabía porque había accedido a encontrarse con esa persona que le juraba ser un omega pero que por otro lado, su propio olfato e instinto le decían que se trataba de un alfa, aún cuando nadie más a su alrededor se veía perturbado por la situación.

-Ohhh... ¿Eres un chico de secretos he? Ja, ja, ja- Jix puso sus intensos ojos verdes en Hemet y este solamente hundió más su rostro en el menú -Solamente quería encontrar un mejor lugar del qué tengo ahora, es muy... Desolador-

-Dis... Disculpa... Por no... Poder ayudar-

-¡No es nada! Pero siento que siempre estas a la defensiva conmigo, por algo aún ni siquiera sé tu nombre- Jix se inclinó mucho más en la mesa qué los separaba.

-¡Y.... Yo tengo que ir al baño! - las piernas de Hemet lo obligaron a saltar de su silla y salir corriendo hacía los sanitarios del sitio.

Una vez dentro, el pánico no permitía qué supiera que hacer. Miró hacía alguna salida diferente pero no encontró nada, por lo que sin más, tuvo que volver a contener su ansiedad y desesperación para poder regresar a la incomoda situación, pero cuando estaba caminando temblorosamente por el pasillo de regresó al salón principal, un bonito omega de cabello rubio y ojos turquesas se acercó de frente hacía Hemet con una amable sonrisa.

-Hola, disculpa por molestarte pero noté qué estabas muy incómodo con el chico que te espera ¿necesitas ayuda? - la piel del omega tenía un bonito bronceado qué resaltaba aún más sus intensos ojos, pero a diferencia de Jix, el instinto de supervivencia de Hemet no se disparó con él.

-No.... Sé... Esa person... a.. Da mucho miedo- Hemet comenzó a temblar incontrolablemente y contuvo lo mejor que pudo sus lágrimas.

-¡Ven! Acompáñame a la salida, y si intenta algo llamamos a seguridad- el amable desconocido señaló hacía la puerta y Hemet solo logró asentir tímidamente con su cabeza.

El omega se colocó a un lado de Hemet, y al estar un poco más alto que el adolescente, logró ocultarlo con su cuerpo. De esa forma, los dos salieron del lugar sin llamar la atención de la indeseada compañía de Hemet.

-¡Mi corazón! Late... Mucho...- Hemet exclamó aliviado una vez fuera del edificio.

-Qué bueno que pude ayudarte, Dere-

-¡¿Cómo sabes mi nombre?! - Hemet se sobresaltó completamente mientras el pánico volvía a su cabeza.

-Tranquilo- el omega nunca borró su sonrisa y señaló hacía un auto estratégicamente estacionado frente al Rose Palace -Un viejo amigo tuyo me pidió que fuera a ayudarte- el auto tenía sus vidrios polarizados por lo que no se podía ver hacía dentro, pero sin duda Hemet comenzó a sentir una intensa mirada.

-¿A... Amigo? - Hemet ya no sabía si debía correr.

-Sí, ¿Quieres verlo? -

Después de pensarlo unos momentos, Hemet terminó decidiendo qué ir solo por su cuenta era más peligroso que no escuchar al poco instinto de supervivencia qué había ganado después de aprender y admirar tanto a su primo, por lo que su desesperación de encontrar a Ivy le hizo tomar la decisión, confío en la buena voluntad de aquel amigable omega y lo acompañó hacía el auto.