Syd llegó muy emocionado a su departamento en la residencia de la universidad. Por fin había logrado estar con su hermano por más de cinco minutos y quería seguir conviviendo con él para poder descubrir todo lo que sucedía, pero primero debía reunirse con su buen amigo Dominic.
Empacó rápidamente unas cuantas mudas de ropa y todas las herramientas de trabajo que requería para hacer su obra final qué serviría como su tesis, pero aún estaba pensando una forma para meter el enorme lienzo de su proyecto dentro de su auto sin destruirlo en el proceso.
Mientras estaba empacando lo necesario, el timbre de su celular sonó, anunciando el nombre de "Lizie" en su pantalla.
-Heey preciosa, ¿qué tal? - contestó animado mientras sostenía el aparato entre su hombro y oreja para poder continuar empaquetando las cosas.
-¡Te he estado buscando! ¿Ya olvidaste qué este sábado es la fiesta de cumpleaños de la extravagante de Lya? y no quiero estar sola- se escuchó la cantaría voz de Lizie molesta por el pequeño parlante de su teléfono.
-¡Perdóname! Lo olvidé completamente... Pero no te preocupes ¡qué ahí estaré sin falta! - comentó Syd aún un poco distraído
-Hug... Está bien, solamente no olvides que a mi pedante hermana se le ocurrió la brillante idea de que sea una fiesta de disfraces-
-Disfraces... Anotado-
-Y... Qué es en parejas...-
-Parejas, entendido- Syd continuaba apurado guardando sus utensilios artísticos cuando en ese momento un pequeño tubo de pintura de óleo rodó por la cama y cayó en el suelo, a lo que Syd se agachó para tomarlo dejando el teléfono un momento apoyado en el filo de su cómoda.
-¿... mente para ir? - la voz de Lizie sonaba tímida y algo vacilante, sin embargo Syd no se dio cuenta de nada por todo lo que estaba haciendo; de lo que sí se dio cuenta, fue cuando el reloj de la cómoda dio las cuatro cuarenta de la tarde, alarmando a Syd porque su cita con Dominic era a las cinco en punto.
-¡No te preocupes! Buscaré a alguien con quien ir a la fiesta y nos vemos allí, ¡bye, bye! -
-¡NO! Syd... a lo que me refería es... - Lizie sonaba desesperada por mantener la atención de su amigo, sin embargo Syd no escuchó nada más y colgó.
Después de solucionar sus problemas de empaquetar todo, incluido su lienzo, entró en su auto y manejo directamente hacía la oficina de Dominic qué se encontraba un poco lejos de su campus, llegando obviamente más tarde de lo previsto.
-Por favor qué aún este aquí- comentó Syd para sí mismo bajando de su auto y corriendo hacía el edificio. Subió varias plantas hasta el quinto piso y llegó a la puerta de la oficina.
Dio varios golpes a la puerta, a lo que la voz de Dominic contestó -Adelante-
-Hey amigo, perdón por llegar tarde, me demoré empacando más de lo que tenía planeado-
-No pasa nada, esta vez me he quedado solo yo en la oficina esperándote- Dominic estaba sentado en una pequeña sala de estar donde sus clientes solían esperar pero que esta vez estaba vacía para que ellos dos tuviesen más comodidad al hablar.
-¿Entonces Jaime no está? -
-No, le dije que se vaya temprano por ser un buen asistente- Dominic sonrió y le señaló el sofá frente a si a Syd -¿Te ofrezco algo? -
-Así estoy bien- Syd se sentó y miró atentamente a su amigo e investigador privado -¿Qué era tan importante para que me llamarás a tu oficina? -
-Bien Syd, todo es cierto- Dominic tomó una gran bocanada de aire e inmediatamente resopló -Pude robar información importante de la casa del doctor Ross, y definitivamente es horrible todo lo que encontré en los documentos- le pasó toda la gran carpeta que contenía los papeles como expedientes, citas y anotaciones del Dr. Ross.
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Los infiernos de Van J. Dremmy (Historia Original)
General Fiction¿Qué tan fuerte debe ser un corazón para no romperse? Secuestrado, torturado y sometido a lo más bajo de los instintos humanos, Ivy un pequeño omega que tuvo la desdicha de haber nacido en un mundo de alfas, luchará hasta las últimas consecuencias...