Hace trece años...
Theo estaba exhausto, se había quedado todo el día en la conferencia a la cual fue invitado como uno de los principales ponientes. Después de sus últimos logros en el campo del genoma alfa, omega y beta, muchos se interesaron en su trabajo por lo que no paraba de ir de allá para acá exponiendo sus últimas investigaciones y propuestas para mejorar la calidad de vida de todos. Y aunque la mayoría aún pensara qué sus teorías se habían quedado en eso, teorías, la realidad era qué toda la experimentación ya había comenzado hace cinco años, pero aún debía mantener ese secreto muy bien guardado, tanto por las implicaciones morales y legales qué tendrían qué afrontar si surgían a la luz.
Mientras salía del auditorio apresuradamente al estacionamiento y para por fin meterse a su auto, a unos pasos de llegar, una mano lo agarró por el hombro bruscamente volteándolo.
-¡Qué demonios...!- exclamó Theo completamente furioso pero se sorprendió al ver a la persona que menos esperaría en aquel sitio -... ¿Leo? ¿Eres tú? - el omega pestañeo varias veces por la espectral escena. Ante sus ojos, se encontraba Leo Black, quien era hijo de una de las familias adineradas de todo el círculo qué rodeaba a su difunta amiga Tyba. El joven alfa estaba completamente deshecho, su largo cabello se encontraba enredado en varios nudos, se notaba qué se lo había teñido varias veces, en su pálida piel había varios moretones parecidos a los que dejan las agujas al entrar y salir varias veces concentrándose más en la parte interna de sus brazos. Sus ojos color pardo, estaban completamente muertos, con grandes ojeras debajo de estos y sus labios con piercings se encontraban sangrando debido a la resequedad general toda su piel.
Con una sola mirada fue más que obvio para el ojo médico de Theo, que el chico se encontraba atravesando un serio problema de adición a drogas o cosas mucho peores, por lo que procuró ir con delicadeza.
-¿En qué te puedo ayudar Leo? -
-Tú... Necesito que me ayudes... Ya no sé... Ya no sé a quién más acudir- Leo se sujetó la cara con su mano libre y bajó su mirada hacía el piso -Son tantos años... Necesito respuestas-
-Ven conmigo hijo, acompáñame a mi auto y hablamos ahí- Theo le sonrió con la genuina intensión de ayudarlo, mientras le señalaba la dirección, y eso hizo que Leo por fin soltara el fuerte agarre de su hombro y solo asintiera con su cabeza mientras ambos comenzaban a caminar hacía el automóvil.
Una vez dentro del auto, Theo acomodó su asiento de piloto e invitó a Leo a entrar en el lugar del acompañante a lo que el joven alfa solamente obedeció.
-Bien Leo, ¿entonces de qué querías hablar conmigo? -
-Han pasado ya ocho años... Ocho largos años... Y no he obtenido ni una sola respuesta... - Leo iba apretando sus manos en puños sobres sus piernas, mientras la rabia brotaba de sus entrañas.
Le tomó un momento a Theo darse cuenta de lo que estaba hablado Leo, recordando los viejos rumores de que la hija de Tyba, Chelsea, y ese muchacho habían tenido algo que muchos reprocharían, y de hecho, Theo junto a su esposo Sam, sabían muchísimas cosas de la muerte de Chelsea qué nadie más sabía gracias a lo que Tyba les había hablado en su momento -¿Quieres respuestas sobre la difunta señorita Dremmy, verdad Leo? -
-Señor... He hablado con todos, policías, familia, implicados y nadie me da el nombre de los malditos animales que... La asesinaron...- Leo golpeó con tanta fuerza sus piernas qué Theo sintió como el asiento del copiloto, donde estaba el joven, se sacudió bruscamente.
-Leo, ni siquiera los detectives involucrados en el caso han logrado encontrar nada más de lo que ya sabemos ¿qué te hace pensar que yo sí? - Theo sonrió con tristeza, tratando de animar al joven sin poder negar la profunda compasión qué le provocaba.
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Los infiernos de Van J. Dremmy (Historia Original)
Genel Kurgu¿Qué tan fuerte debe ser un corazón para no romperse? Secuestrado, torturado y sometido a lo más bajo de los instintos humanos, Ivy un pequeño omega que tuvo la desdicha de haber nacido en un mundo de alfas, luchará hasta las últimas consecuencias...