𝐀𝐋𝐀𝐒𝐊𝐀 ᑦᵃʳˡ ᴳʳⁱᵐᵉˢ

𝓜𝔂 𝓷𝓪𝓶𝓮 𝓲𝓼 𝓐𝓵𝓪𝓼𝓴

♪♪𝑵𝒆𝒆𝒅𝒍𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒉𝒓𝒆𝒂𝒅
𝒈𝒐𝒕𝒕𝒂 𝒈𝒆𝒕 𝒚𝒐𝒖 𝒐𝒖𝒕 𝒐𝒇 𝒎𝒚 𝒉𝒆𝒂𝒅
𝒏𝒆𝒆𝒅𝒍𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒉𝒓𝒆𝒂𝒅 𝒈𝒐𝒏𝒏𝒂 𝒘𝒊𝒏𝒅 𝒖𝒑 𝒅𝒆𝒂𝒅♪♪
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Alaska caminaba por unas viejas vías de tren, la soledad reinaba en todo el lugar, el silencio era su único acompañante y los árboles eran lo único que sus ojos veían.

Después de muchas horas caminado por el lugar, entro al bosque, en este solo encontró caminantes y una que otra ardilla muerta por los zombies.

-La puta madre- dijo al ver como un caminante se comía a un venado.

Este escucho el ruido proveniente de su boca y la miro, se levanto torpemente del piso, caminado estúpidamente hacia ella, esta simplemente saco su daga de su cinturón y la clavo en el craneo del caminante, el mismo cayo al suelo sin vida, Alaska limpio su arma en su pantalón y siguió con su caminata.

Poco a poco la noche fue cayendo y con ello las esperanzas de Alaska de encontrar un refugio.

-Cigarette, daydreams- comenzó a cantar una vieja canción- You were only seventeen, so sweet, with a mean streak- paro de cantar la canción cuando vio a una horda de caminantes dirigirse hacia ella.

Comenzo a correr lejos de los caminantes mientras estos la seguian a pasos torpes y lentos.

Y toda la noche la pasó así, caminando, corriendo, sin poder dormir, hasta que porfin se hizo de día y el sol iluminó lo que se suponía que era el mundo.

El sol empezó a hacerse mucho más fuerte hasga el punto de qué la castaña juraría que estaba empezando a alucinar por la falta de agua y frio.

A lo lejos, logro ver unos grandes portones, con unos anchos y altos muros.

-Genial, ya estoy alucinando- se quejo la oji azul mientras se acercaba a la zona, pero cuando llego, se dio cuenta de que no eran alucinaciones.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca del lugar pudo darse cuenta de que era un refugio, y en las puertas se podía leer "Zona segura de Alexandria"

Se escucho un arma recargarse y la chica alzo su mirada, habían dos tipos apuntándole.

-¡Manos arriba!- dijo una voz femenina.

-¡Deanna!- grito la otra persona, de voz masculina.

Alaska alzo sus manos más no emitió palabra alguna, las puertas de la zona se abrieron y una anciana apareció frente a ella.

-Hola- saludo la anciana con una agradable sonrisa que a Alaska le transmitió confianza, pero no podía confiar así como así, asique simplemente se limito a saludar con una mano- Ven, pasa, este sera tu nuevo hogar-

《¿Hogar?》penso Alaska.

-No seas tímida, pasa, solo nesesito que me des tus armas, se que debes de estar asustada, pero nadie te hará daño- dijo la mujer al ver como Alaska analizaba todo el lugar.

La joven castaña se sintió entre la espada y la pared, pero decidió arriesgarse, si seguía sola ahí afuera no duraría mucho.

Con un movimiento rápido le entrego su pistola.

-¿Puedo quedarme con la daga?- pregunto Alaska a la mujer, la cual sonrio y asintio.

-Pasa- dijo la mujer haciendose a un lado, Alaska entro a la comunidad lentamente, miro todo a su alrededor, habian varias casas, el lugar era enorme, habian personas caminando por el lugar y....¿eso era un bebe?

-Lo se, ¿impresionante verdad?- dijo la mujer mientras ponia una mano en la espalda de la chica, la cual asintió.

Deeana la guió hasta una casa, mientras caminaban, todos la miraban impactados, tal vez sea por el hecho de que realmente se veía mal o porque era una adolescente en aquel mundo.

-Entra- le dijo la mujer indicandole qué entrará a la habitación, esta entro- Sientate linda-

Alaska tomo asiento en un mueble que había y miro todo a su alrededor asombrada, hace años que no veía tantos libros, p juguetes.

-¿Te molesta si grabo?- pregunto Deeana a la castaña.

Alaska se encogió de hombros y negó.

Cuando la cámara empezó a grabar la mujer comenzó con las preguntas.

-¿Y cuantos años tienes?- pregunto Deeana.

-Catorce-

-Vaya, pensé que tendría más, estas muy desarrollada para tu edad, ¿Y cómo te llamas?- dijo con una sonrisa.

-𝑨𝒍𝒂𝒔𝒌𝒂, 𝒎𝒊 𝒏𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆 𝒆𝒔 𝑨𝒍𝒂𝒔𝒌𝒂- dijo mirando a la anciana.

-¿Solo tienes ese nombre? ¿No tienes más o apellidos?- cuestiono Deeana con el ceño fruncido.

-Uh...Si, es Alaska Jonnes Grey- dijo la oji azul.

-Que bonito nombre- comento la mujer con una sonrisa.

-Gracias...- dijo bajito.

-¿Y como era tu vida antes de todo esto?-

《¿Que es esto? ¿Un interrogatorio?》penso Alaska.

-Bueno, iba a la escuela, ayudaba a mi madre, y ya...- dijo la castaña algo incómoda por tener que hablar de su vida.

-¿Y tu padre?-

Alaska tragó saliva.

-Cuándo escape de casa por los caminates, me lo encontré en el bosque, duramos juntos unas semanas, por desgracia, una horda nos encontró y mi padre no logró salir con vida- dijo Alaska.

-Lo lamento- dijo la mujer, Alaska negó con una sonrisa, Deeana se levantó de su lugar y camino junto a Alaska fuera del lugar- Vamos, te conseguiré una casa-

Alaska camino junto a la anciana y salieron, los rayos del sol iluminaban todo el lugar, tenía sed y hambre.

-¡Deeana!- gritaron atrás de ellas, ambas se dieron la vuelta, Alaska vio un hombre de ojos azules, que tenía traje de policía- Oh, lo siento, no sabía que estabas ocupada-

-No pasa nada, por cierto, ella es Alaska, llego hace unos minutos-
- los presento.

-Hola, mi nombre es Rick- dijo el hombre estirando su mano hacia ella, la chica la agarro con una sonrisa.

-¿Tienes algún amigo que pueda quedarse con ella en una casa? No quiero dejarla sola- dijo la mujer mientras hacía un movimiento con la cabeza apuntando a la chica que se encontraba acariciando a un gato que se le había acercado.

-Hay una habitación de sobra en mi casa, tal vez pueda quedarse conmigo- dijo Rick, Deeana asintió.

-Oye, linda- llamo la anciana a la joven.

Alaska se levantó con el gato en brazos.

-¿Si?-

-Vas a quedarte en la casa de Rick, habrá una habitación, para ti y además no estarás sola- dijo la mujer, la castaña asintió.

-¡Mi gato!- gritaron atrás de Alaska, esta se dio la vuelta y vio a una joven de cabello castaño oscuro, cara ovalada y unos lindos ojos almendrados.

Esta corrió hacia Alaska y cuando llegó a ella se apoyó en sus rodilla tratando de recuperar el aire que había perdido mientras corria.

-Dios....Enserio nesesito hacer más cardio...- dijo llevándose una mano al pecho.

-Lo siento, ¿es tuyo?- pregunto
Alaska extendiéndole al animal, la chica lo agarro.

-Si, se escapó de casa-