EL FIN DEL mundo siempre fue una amenaza a nada de hacerse real, pero pocos hubieran pensado que estuviera tan cerca.
Alaska Jonnes dibujaba tranquilamente en su habitación, hasta que su madre entró de forma brusca a esta, asustan a la joven de 9 años.
—¿Que pasa?— cuestiono inocentemente la menor.
—Empaca tu ropa y lo que necesites ¡rápido rápido!— dijo su madre alterada.
—¿Porqué? ¿Que pasa?— pregunto la chica preocupada al ver a su madre cerrando las cortinas.
—¡Hay personas comiéndose a otras! ¡No podemos dejar que nos muerdan! ¡Son zombies, Alaska! ¡zombies!— grito su madre histérica.
Alaska se quedó atónita ante las palabras de su madre
De repente, se empezaron a escuchar gritos, disparos, gruñidos y cosas más que a Alaska le dejarían pesadillas.
—¿Que suena así mami?— pregunto una pequeña e asustada Alaska.
—Nada cariño, nada, empaca tus cosas— le dijo su madre mientras se acercaba preocupada a su hija.
Se escucharon aún más gritos y después de que ambas empacaran lo necesarios bajaron las escaleras, pero estas estaban infestadas de caminantes, Alaska se quedó mirando impactada hacia los zombies, salió de su pequeño shock cuando su mamá empezó a jalarle su mano para que subieran de nuevo las escaleras.
—¡Hay que irnos Alaska!— dijo esta mientras la obligaba a subir las escaleras, se encerraron en la habitación de su madre, la cual era la única que tenía balcón.
Cerraron la puerta de un portazo y le echaron seguro, los gruñidos de los caminates intentando entrar a la habitación se hicieron presentes.
—¿¡Que hacemos!?— cuestiono la menor asustada.
Su madre miraba a todos lados buscando una salida, la puerta en cualquier momento cedería y le daría paso a los caminantes.
—Bajemos por el balcón— dijo su madre mirando la altura de este.
—¿Por el balcón?— dijo la niña sin creerlo.
Su madre agarro unas sogas y las amarro a las barandas del balcón, cuando lo hizo miro de nuevo la altura, loa gruñidos de más caminates se hicieron presentes
—Ve tu primero— dijo su madre mientras miraban la puerta.
—Pero...¿Y tu? ¿Que pasara si los zombies entran y tu estas aqui?— dijo la niña preocupada oor su madre.
—Entonses morire, pero tu no, tu vas a vivir— dijo su madre, la niña nego.
Entonses, la puerta se abrió bruscamente y los caminates no tardaron en inundar la habitación, uno de ellos agarro a su madre y le mordió el hombro frente a los ojos de su hija.
—¡Nooooo!— grito Alaska con dolor en su voz.
Su madre, con las pocas fuerzas qué le quedaban, le dio una sonrisa tranquilizadora, sus ojos llenos de lagrimas y miedo trataron de calmar a la niña.
—Te amo— fueron las últimas palabras de su madre, lo ultimo que Alaska vio fue como miles de esos monstruos se abalanzaban sobre el cuerpo de su madre.
—No....— susurro la niña, más caminates entraron y varios trataron de ir hacia ella, pero esta con miedo retrocedio, haciendo que por accidente cayera del balcón.
Cayo al piso con un sonido en seco, sus ojos seguian botando lágrimas sin parar, su madre estaba muerta, miro a su alrededor asustada y vio como miles de esas bestias venian hacia ella, así qué, con las pocas fuerzas que le quedaban se paro y salio corriendo.
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𝐀𝐋𝐀𝐒𝐊𝐀 ᑦᵃʳˡ ᴳʳⁱᵐᵉˢ
أدب الهواة𝑬𝒏 𝒖𝒏 𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒔𝒆 𝒆𝒔𝒄𝒖𝒄𝒉𝒂𝒏 𝒍𝒐𝒔 𝒑𝒂𝒔𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒂𝒎𝒊𝒏𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒚 𝒆𝒏 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒔𝒆 𝒗𝒆 𝒍𝒂 𝒄𝒓𝒖𝒆𝒍𝒅𝒂𝒅 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏𝒂 𝒚 𝒍𝒂 𝒔𝒂𝒏𝒈𝒓𝒆, 𝒆𝒍𝒍𝒂 𝒆𝒔 𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒍𝒐 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂...