𝓐𝓷𝓭 𝓲𝓷 𝓽𝓱𝓮 𝔀𝓸𝓻𝓼𝓽 𝓬𝓪𝓼𝓮, 𝔀𝓲𝓽𝓱 𝓫𝓸𝓽𝓱 𝓭𝓮𝓪𝓭

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𝒀𝒐𝒖𝒓 𝒃𝒐𝒅𝒚 𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕𝒘𝒆𝒊𝒈𝒉𝒕, 𝒔𝒑𝒆𝒂𝒌𝒔 𝒕𝒐 𝒎𝒆
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Alaska lo observó asustada, mientras tanto Carl la observaba enojado.

-¿Como diablos hablaste en mi mente?- pregunto enojado y con la voz grave y ronca, haciendo que las piernas de Alaska flaqueran instantáneamente.

-No- no se de que me hablas- dijo ella nerviosa, estaba asustada, jamás vio a Carl tan enojado, soltó un gritico ahogado cuando vio a Carl caminar rápidamente hasta ella, rápidamente se subió a su cama y se colocó detrás de esta y miro con miedo a Carl.

-¡Sabes perfectamente de que te hablo, Alaska!- grito, Alaska rogo que Daryl los escuchara y la ayudara.

Trago saliva y miro a todos lados asustada, a Carl le dio ternura y rabia verla tan vulnerable por culpa de el, y aquello le causa una leve satisfacción, era como cuando estaba con Lizzy, le encantaba verla vulnerable frente a el.

《Que quede claro que esto, es solo una simple alteración de hormonas》penso Carl.

-Si no te vas de aquí llamaré a Daryl....- amenazó la menor mientras volvía a correr al otro extremo de la habitación cuando vio como Carl copió su acción de subirse a la cama con la intención de atraparla.

Carl la miro y río suave pero irónicamente, haciendo que Alaska quisiera lanzarse a besarlo y luego lanzarlo a el por la ventana.

-Daryl ya se fue, solo estamos tu y yo solos- dijo y los apunto a ambos, Alaska temblo ligeramente al escuchar aquello, y Carl pudo notar aquello, asique sonrio picaramente, aquello lo usaria a su favor más tarde- ¡Habla!- exijio golpeando la pared.

-¡No- no lo sé!- exclamo la joven preocupada, se aferraba a la cobija como si su vida dependiera de ello- Desde chica que lo hago y....Y no se como detenerlo....Pasa sin que me de cuenta....Solo pasa y ya...- murmuró, ese don que ella tenía le daba miedo, y aunque su madre le decia que era una suerte tenerlo, ella no pensaba así, le causaba problemas.

-¿Y piensas que te creeré?- contesto el castaño notablemente irritado, no se creía ni un comino sobre eso- Es lógicamente imposible que alguien tenga poderes, Alaska. Dime la verdad ¿¡Que diablos fue eso!?- grito lo último, haciendo que Alaska se tapara los oídos, últimamente se había vuelto muy sensible a los sonidos fuertes, y vivir con Carl no ayudaba en nada.

-¡No lo se! ¡No me importa si no me crees, tampoco esperaba que lo hicieras!- se defendió tratando de no mostrarse nerviosa, porque sabía que eso solo alimentaría el ego de Carl- ¿¡Y crees que a mi me gusta tener aquello!? ¡No! ¡Me da miedo, así como tu!- grito lo ultimo apuntandolo, Carl la miro fijamente, y en menos de dos segundos, ya se encontraba frente a ella, esta soltó un gritico ahogado ya que el chico había aprovechado su descuido para atraparla.

El joven puso ambas manos a los lados de la cabeza de Alaska, haciendo que esta maldijera en voz baja al verse acorralada, y sintió su respiración volverse irregular cuando Carl acerco levemente su rostro al de ella.

-¿Entonses? ¿Tienes poderes?- pregunto con sarcasmo, Alaska bajo su mirada, se quedó en silencio.

-No lo sé....- murmuró nerviosa- Quitate Carl...- murmuró aún más nerviosa al ver que Carl dejaba una peligrosa distancia entre sus labios, tentandola a besarlo, pero ella sabía que si llegaba a hacerlo, estaría metiéndose en la boca del lobo.

𝐀𝐋𝐀𝐒𝐊𝐀 ᑦᵃʳˡ ᴳʳⁱᵐᵉˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora