𝐀𝐋𝐀𝐒𝐊𝐀 ᑦᵃʳˡ ᴳʳⁱᵐᵉˢ

𝓟𝓮𝓻𝓿𝓮𝓻𝓽

𝑪𝒐𝒎𝒆 𝒐𝒏, 𝒚𝒐𝒖 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒚𝒐𝒖 𝒍𝒊𝒌𝒆 (𝒈𝒐𝒐𝒅) 𝒍𝒊𝒕𝒕𝒍𝒆 𝒈𝒊𝒓𝒍𝒔
𝒄𝒐𝒎𝒆 𝒐𝒏, 𝒚𝒐𝒖 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒚𝒐𝒖 𝒍𝒊𝒌𝒆 (𝒈𝒐𝒐𝒅) 𝒍𝒊𝒕𝒕𝒍𝒆 𝒈𝒊𝒓𝒍𝒔
𝒚𝒐𝒖 𝒄𝒂𝒏 𝒃𝒆 𝒎𝒚 𝒅𝒂𝒅𝒅𝒚
𝒚𝒐𝒖 𝒄𝒂𝒏 𝒃𝒆 𝒎𝒚 𝒅𝒂𝒅𝒅𝒚
__________________________________

-No te estoy tratando mal, Alaska, estamos discutiendo- aclaró el del parche enojado.

-Claro, ahora no, ¿y qué pasará cuándo estés enojado conmigo? ¿Volverás a tratarme mal?- pregunto Alaska molesta mientras lo miraba.

-¡Claro que no! Yo...- no sabia que decir, el sabia que Alaska tenía en larte razón, así como ella sabía que tal vez estaba siendo muy dura con el- ¡Yo no lo haré más!-

-¿Que más quieres de mi Carl?- preguntó seriamente mientras su cabello casi rubio se movía de un lado a otro gracias a la brisa.

-¡Te quiero a ti! ¡Te amo a ti!- exclamó exaltado mientras la apuntaba, ella negó con los ojos cristalizados.

-¿A mi?- se apuntó a si misma- ¿Me quieres a mi? ¿O me quieres solo porque te recuerdo a alguien?- preguntó mirandolo a su ojo azul, Carl se quedo callado, no sabía que decir.

Carl no lo negaría, al principio cuando la beso por primera vez lo hacía porque le recordaba a Lizzy, pero ahora no, ahora lo hacia porque era ella, era Alaska, y el amaba era a Alaska.

¿Verdad?

-Responde Carl, ¿me quieres a mi o alguien que te recuerdo?- pregunto la chica con una mirada triste en sus ojos.

-¡A ti!- se apresuró a decir antes de que lo empezara a dudar- ¡Siempre has sido tu!-

-¿Seguro?- inquirio la joven alzando una de sus cejas, y Carl recordó que ella leía su mente, no le convenía mentirle.

-Vale, lo admito, cuando te bese por primera vez fue porque me recordaba a Lizzy, pero ahora no, ahora te amo a ti- dijo desesperado, no podía creer que la pelea se haya vuelta tan seria, y se desesperó aún más al ver como los ojos de Alaska se humedecian aún mas- ¿Y ahora que?- cuestiono algo molesto- ¿Me vas a alejar de ti? ¿vas a terminar lo nuestro?- pregunto con la esperanza de que dijera que no, pero la verdad era que ni el sabia lo que eran, ¿amigos? ¿Novios? ¿Amigos con derechos?

-No puedo terminar algo que no se cuando empezó- sentenció ella dándose la vuelta y yéndose del lugar, dejándolo dolido, pero a la vez aliviado de que no hayan terminado lo que sea que tuvieran.

Carl observó como Alaska se alejaba del lugar, sus piernas cortadas caminaban rápidamente, su cabello color castaño claro moviéndose de un lado a otro.

Alaska después de alejarse lo suficiente del lugar, empezó a llorar mientras caminaba, sintiendo todo su mundo caer ensima suyo, ella se verdad creía que su madre estaba muerto, no quería volver a verlo, pero el ya sabía dónde vivía, donde estaba, estaba en peligro, y por ende, también estaba poniendo en peligro a los habitantes de Alexandria.

-Oye- llamaron detrás de ella, Alaska brinco del susto, se limpio rápidamente las lagrimas y se giró, encontrándose con un hombre de unos posibles 30-35 años, pelinegro, ojos del mismo color y por alguna razón, no le daba buena espina- ¿Que hace una linda niña como tú tan sola?- pregunto, Alaska entendió de inmediato sus intenciones.