༆𝑷𝒓𝒐𝒍𝒐𝒈𝒐༆

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ALASKA VEIA DESDE EL TECHO de una vieja casa como todos estaban reunidos alrededor de lo que se supone que era su tumba.

Se sentía mal por hacerlos creer que estaba muerta, pero era necesario, no iba a fingirlo por mucho tiempo, solo unas semanas.

Vio como todos se alejaban lentamente del lugar, dejando solo a unos cuantos, los más afectados por su partida.

Enid.
Lizzy.
Ron.
Y Carl.

Lizzy tenía lagrimas en sus ojos, no podía creer que Alaska se había ido, Carl murmuraba cosas extrañağs, sintiendo la culpa chocar contra su cuerpo una y otra vez sin parar, Ron estaba deprimido, Alaska fue de las pocas personas que entendió su vida y no lo juzgó por sus errores, Enid, Enid estaba mirando el nombre de Alaska grabado, Enid sabia que siempre que se encariñaba con alguien, ese alguien moría, pero nunca se imagino que perdería a su mejor amiga, y lo que la hacía sentir peor era que no la pudo ayudar, no la pudo salvar.

—Vamonos chicos...— murmuró Lizzy con la voz rasposa de tanto llorar, pero ni Enid ni Carl se levantaron, Ron y Lizzy se tuvieron que tragar sus ganas de llorar, porque ellos también querían quedarse con la castaña, pero no sabían que esta los observaba con culpa y pena.

Ron agarro a Enid de los hombros y la hizo parar a duras penas, porque esta no quería levantarse, al igual que Lizzy obligo a Carl a levantarse, después de abrazarse entre ellos, lograron irse con los dos castaños a la fuerza.

Alaska cerró los ojos y no pudo evitar llorar, su intención jamás fue hacer sentir mal a alguien, nunca quiso lastimar a sus amigos, tampcoo quiso lastimar a Carl, se sentía tan mal, sentía que estaba siendo mala y cruel, estaba empezado a creer las palabras de su padre.

Eres y seras mala y cruel, no eres buena persona, eres una persona terrible Alaska, lastimas a todo el que se te acerca.

—No quiero ser como tu papá...— murmuró Alaska mientras bajaba del techo con cuidado de no caerse, camino a lo que se supone que era su tumba.

No sabia como estaba viva, solo sabía que cuando despertó estaba en un lugar negro, sin luz, entonses se vio por un pequeño agujero a si misma, muerta, pálida y sin señales de vida, también vio como Denisse la cubría con una sábana, vio como todos lloraban y gritaban, y se sintió mal, pero también estaba aliviada de poder descansar.

Que pena que la vida no haya querido dejarla descansar un poco del sufrimiento.

Después de verse muerta, pensó, ¿qué pasaría si solo fuera un susto y ella no hubiera muerto? Entonces, antes de poder detenerlo, sus poderes empezaron a manejarse solos, ella aún no los controlaba del todo.

Un pequeño destello blanco la cegó, pensó que ahora había muerto de verdad y que estaría en donde todos los muertos van, pero al abrir sus ojos, se encontró con ella, ella en su cuerpo.

Estaba viva.

Alaska volvió a la realidad, miro la tumba y sonrió.

Alaska volvió a la realidad, miro la tumba y sonrió

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𝐀𝐋𝐀𝐒𝐊𝐀 ᑦᵃʳˡ ᴳʳⁱᵐᵉˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora