Sus sollozos de escuchaban por todo el lugar, gritos desgarradores desprendían de él.
-Por qué?! Por qué me dejaste?!- gritaba desconsoladamente al ataúd frente a él.
-No siquiera pude decirte lo mucho que te amaba!- volvió a gritar.
Estaba lloviendo, una oscura tormenta azotaba todo el lugar, los truenos sonaban fuertemente, dando la ilusión de estar llorando junto a él.
Más llantos desgarradores salían de él, el desespero podía sentirse con cada sollozo.
Todo empezó a temblar de repente, mientras se hacía pedazos poco a poco...
...
-Wilbur despierta!- abrió los ojos abruptamente encontrándose con Sam frente a él.
-Estas bien? - pregunto preocupado.
Wilbur se reincorporo en el asiento de la sala de espera, hace 4 horas habían dado inicio a la cirugía para extraer el tumor, no supo en qué momento se había dormido.
-Si, estoy.. bien.- respondió sobando su cabeza.
-Estabas llorando dormido, me preocupaste muchacho.- Sam solto un fuerte suspiro.
-Lo siento, tuve una pesadilla.- respondió apenado. -Ha sabido algo de Alex?- pregunto.
-Aun no, pero hasta donde se la cirugía ya debe estar por terminar.- respondió.
Sam se sentó a lado de wilbur en aquella sala de espera, estaban en completo silencio, solo mirando a la nada.
-Familiares de Alexis?- pregunto una enfermera.
Sam y wilbur se levantaron rápidamente.
-Si señorita.- Dijo Sam.
La enfermera suspiro. -Me complace avisarles que todo salió bien, el tumor fue extraído con éxito, Alexis está fuera de peligro.- Dijo con una amable sonrisa asomándose por su rostro.
Sam se desplomó en el suelo, sintiendo como le quitaban un peso de encima, wilbur se tambaleó un poco, sosteniéndose de un pilar, para evitar caer.
-Aun está bajo los efectos del sedante, asi que tardará al menos una hora en despertar, luego de eso podrán ir a verlo.- volvió a hablar la enfermera con amabilidad.
-Muchas gracias.- dijo Sam débilmente.
-No hay que señor.- Dijo la enfermera. -Ahora debo retirarme, si necesitan algo, no duden en preguntar al personal.- finalizo para irse nuevamente por dónde había llegado.
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-Estoy nervioso de entrar y es mi hijo.- Dijo Sam un poco avergonzado.
-Comparto el sentimiento.- Correspondió Wilbur.
-Bueno yo los ayudo.- Dijo Aimsey tras de ellos, se acercó a la puerta, la abrió rápidamente y empujó a ambos hombres dentro de la habitación.
Ambos estaban estáticos, no respiraban ni parpadeaban, pero su mirada enfocaba lo mismo, el azabache recostando sobre la cama, con sus ojos cerrados y respiración tranquila, solo con una bolsa de suero conectada a él.
Sam fue el primero en armarse del valor, se acercó lentamente a la camilla, haciendo el menor ruido posible.
-Bebé estás despierto?- pregunto casi en un susurro.
-No gracias no me gustan los de tres leches.- murmuró él azabache, abriendo los ojos lentamente.
Sam tuvo que contener una carcajada. -Hola patito.- lo saludo con una tierna sonrisa.
-Hola señor pato gigante, que está haciendo aquí.- pregunto el azabache.
Wilbur se acercó rapidamente al ver que el azabache estaba despierto. -Hola Alex.- lo saludo tiernamente.
-Por que el planeta del señor pato gigante está aquí?- pregunto confuso.
Wilbur miro confuso a Sam.
-Creo que aún está bajo los efectos de la anestesia, probablemente dirá incoherencias hasta que se le pase.- Hablo Sam con un tono de diversión.
-No señor pato gigante! No puede iniciar una guerra con los dragones!- grito el azabache horrorizado.
-No entiendo nada.- admitió wilbur.
-Señor planeta de los patos gigantes, no puede decir esas cosas! Hay huevitos escuchando!- miro al de mechón blanco completamente horrorizado.
-Esta hablando en español, y si te soy sincero creo que es mucho mejor que no le entiendas, dudo que pueda manejar la vergüenza si llegas a saber lo que está diciendo.- Dijo Sam soltando una pequeña risita.
-No! No lo dejaré comerse a las ranitas del planeta estanque!- grito enojado mirando a Sam.
-Esta bien entonces, aunque me gustaría entenderlo.- admitió wilbur.
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-Bien Alex, parece que ya estás en tus 5 sentidos.- Dijo Aimsey.
-Menos mal.- Dijo el azabache.
Todos rieron ante lo dicho por el azabache.
-Bien, según veo, debes quedarte aquí una semana más para revisiones.- dijo mientras leía unos papeles en sus manos.- También hay una serie de cuidados estrictos que debes seguir, te diré algunos por ahora, cuando seas dado de alta te diré los demás.- continuo hablando. -Evita hacer algo que requiera fuerza, así sea un poco, cuando quieras ir a algún lugar o caminar notificalo a una enfermera antes, aún no estás en condiciones de caminar por tu cuenta, los alimentos y demás cosas nosotros nos vamos a encargar aquí, así que solo procura hacer las dos únicas cosas que te pedí.- Aimsey lo fulminó con la mirada.
-Bueno, yo soy muy obediente.- Dijo el azabache orgulloso de si mismo.
-Lo se, ya lo demostraste, pero no está de más pedirlo.- la azabache sonrió. -Por ahora me retiro, volveré más tarde para llevarte a las duchas.- finalizo para despedirse.
-Como te sientes?- Pregunto Sam.
-Como si un camión me hubiera pasado por encima 50 veces.- respondió el azabache.
Estuvieron conversando de trivialidades hasta que Aimsey volvió para llevarlo a las duchas, fue bastante tranquilo y afortunadamente se había podido duchar sin complicaciones.
Al llegar la noche Wilbur se había despedido, debía volver a casa pues ya había estado mucho tiempo por fuera.
Todo estaba en completa calma, Sam ya había hablado con los amigos del azabache y a pesar de todas las súplicas por ir al hospital, el se negó, diciendo que el azabache necesitaba su espacio para recuperarse.
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Bueno si actualice xd.
Antes de que se quejen por el principio, es mi venganza para los que me aventaron la madre.
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Nada es lo que parece (Quackbur)
FanfictionChico nuevo, escuela nueva y para colmo nuevo país, todo porque su querido padre estaba preocupado de los peligros de su país natal, su amado mexico, tuvo que dejarlo todo y viajar hasta Inglaterra, lo hubiera aceptado si hubiese sido a estados unid...