capitulo 27

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-Bien Punz, tocas, entras haces lo que te pidió Sam y te vas.- se dijo el rubio a si mismo.

Se dispuso a tocar la puerta, pero se detuvo abruptamente.

-Ay no puedo.- se quejo agarrando su pelo entre sus dedos. - Por que es tan difícil entrar ahora?- se pregunto. -A si, Alexis está en el hospital y no se por qué, y probablemente hay muchas personas a punto de colapsar dentro de esta casa.- se respondió a si mismo.

Suspiro pesadamente, decidiendo si llamar a la puerta o no.

-Punz, no puedes ser un cobarde, además esto es por el patito, debes hacerlo.- se llenó de valor.

Soltó un último suspiro para posteriormente tocar el timbre. Se alejo un poco de la puerta y espero, podía escuchar como múltiples pasos se acercaban rapidamente a la puerta.

-Que paso?!- pregunto una chica castaña.

-Ah, eh, bueno, mucho gusto.- Saludo Punz nerviosamente.

-Usted quien es?- pregunto Iván.

-Eso no importa, no es Alex ni Sam, así que échale.- dijo Roier.

-A-ah, vengo por parte de sam.- se apresuró a hablar el rubio, captando la mirada de todos.

-Bien, entra.- dijo toscamente Ari.

Punz obedeció, se sentía un poco cohibido, no sabía si era por el ambiente tan tenso que había en aquella casa, o por la gran cantidad de miradas fijadas en él.

-Y bien? Por qué está aquí? Y por qué Sam lo mando?- se encargó de preguntar Juan.

-Y-Yo.- respondió titubeante, se aclaró la garganta, tomando una postura más seria, no se iba a dejar intimidar por algo así, se supone que es un policía. - Vine porque Sam me pidió que le llevará algunas para Alexis.- Respondió. -Asi que si me disculpan, tengo cosas que hacer, Sam no va a esperar toda la noche.- agrego para empezar a caminar a la escalera.

-Espere!.- lo detuvo wilbur. -Al menos podemos saber cómo está Alex?- pregunto casi suplicante.

-Lo siento, pero Sam no me dijo nada al respecto, así que también es un misterio para mí, yo solo estoy aquí para llevar lo que se me ha pedido.- respondió a secas.

-Y por qué a usted? Pudo habernos pedido el favor a cualquiera de nosotros.- Pronunció Ari fulminandolo con la mirada.

-Tienes razón, pudo haberlo hecho, pero no lo hizo, así que si me disculpas, tengo cosas que hacer.- finalizo para subir las escaleras.

Soltó un pesado suspiro en cuanto llego a la puerta de la habitación del azabache, liberando sus tensiones. Abrió la puerta con delicadeza, admirando poco a poco lo que había dentro, sonrió levemente al ver que seguía conservando su gusto por los patos, tal y como lo hacía cuando pequeño, Ponk y Sam habían criado a un niño adorablemente maravilloso.

-Necesita ayuda?- dijo una voz detrás de él.

Punz se asustó soltando un leve brinco, volteo a ver tras él, notando a un castaño de mechón blanco. -Tu eres?- preguntó.

-Soy Wilbur, amigo de Alex.- se presentó.

-Mucho gusto, soy Punz.- se presentó igualmente.

-Entonces necesita ayuda?- pregunto nuevamente el castaño.

Punz iba a negarse, pero al ver el semblante triste y apagado del chico lo considero mejor. -Claro, la verdad es que si necesito un poco de ayuda.- respondió.

Nada es lo que parece (Quackbur)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora