El amor que yo soñé

once

Harry cerró su carpeta y la puso sobre su escritorio, resopló, no podía creer lo que acababa de descubrir la honorable y ancestral familia malfoy estaba en la ruina y la queridísima señora narcisa estaba muy enferma y aún no encontraban que era lo que tenía y podría morir en cualquier momento.

Después de recibir aquella invitación, Harry empezó a mover las influencias que antes tenía su padre en el ministerio para poder averiguar un poco más sobre los malfoy pero jamás se imaginó lo que iba a descubrir.

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Sentado tras su escritorio lucius malfoy mantenía una conversación con alguien del ministerio vía chimenea:

-Dices que es un auror que apenas entró a la academia??- lucius estaba mas que furioso

-Así es señor, realmente es un don nadie y se les ha visto juntos en más de una ocasión-

-¡ imposible! Draco me va a escuchar y ahora necesito que te encargues de ese don nadie no quiero que me ocasione más problemas y que no se meta en mis planes.- dicho esto corto toda comunicación y salió de su despacho -¡Dobby, dobby!! - gritaba

-hay pero qué son esos gritos lucius?- Andrómeda estaba en la sala leyendo un libro cuando lucius salió gritando de su despacho -bien le decia a mi hermana que eres un loco que no tiene modales- le reprendió

-tu no te metas - en ese momento Dobby apareció
-me mando llamar amo señor lucius- dijo mientras hacia una reverencia

-Dónde está Draco?- pregunto

-esta en el jardín con la niña luna- lucius pateo al pequeño elfo y se dirigió al jardín

-Qué horribles modales tienes!- se oyó a lo lejos pero a lucius no le importó siguio su camino hasta encontrar a sus hijos.

Al llegar al lugar donde estaban tomo a Draco del brazo y lo llevo a parte:

-padre que sucede, me estás lastimando- Draco trato de zafarse del agarre de su padre pero fue imposible, una vez alejados de luna lo soltó y en ese momento le propició una cachetada haciéndolo caer al suelo.

-¡Te prohibo terminantemente ver de nuevo a ese don nadie, no tiene nada que ofrecerte y tú estás a punto de escoger al mejor candidato para casarte!- furioso era poco lucius estaba que sacaba chispas del enojo

Draco no pudo contener las lágrimas, no entendía como su padre se había enterado de su relación con Cedric -¡pero padre yo lo amo!- dicho esto lucius le propició otra cachetada

-¡No sabes lo que estás diciendo, además con amor no vas a sacarnos de este maldito infierno que estamos viviendo, recuerda también que tú madre está muy enferma y si no encontramos rápido una cura puede morir y para eso necesitamos dinero entendido- su postura de superioridad hizo que Draco solo asistiera -muy bien querido, espero que te haya quedado todo muy claro- y se retiró dejando a Draco herido y llorando desconsolado.

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Estaba tan sumido en sus pensamientos, recordando el día anterior donde por primera vez Draco se había entregado a el, cuando su compañero de habitación entro

Qué hay Cedric?- saludo

-Hola Neville- respondió

Te ves muy contento, cómo marcha tu relación con ese apuesto joven?-Dijo pícaramente

Inmediatamente Cedric sonrió -de maravilla, no sabes lo enamorado que estoy de el-

-se nota, nunca antes te había visto sonreír así-.

-sabes, no puedo esperar más, mañana en la noche voy a ir por el, me lo voy a robar y nadie nos va a encontrar- dijo Cedric al joven a su lado

-pero no es muy arriesgado?- contraataco

-si, pero es mejor que dejarlo en su casa, sabes los planes que su padre tiene para el y a mí me es imposible presentarme como un posible candidato para contraer matrimonio, realmente no tengo nada que ofrecerle más que mi inmenso amor-.

-sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites - Neville le sonrió

-Gracias de verdad!!-dijo sinceramente y ambos se pusieron de pie dispuestos a ir a la comida para posteriormente Cedric seguir con sus planes......

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-Estás seguro de esto Harry?- reprendió el pelirrojo

-Mas que nunca hermano- y termino de atar la carta a la pata de su lechuza -a lucius Malfoy- dicho esto la lechuza salió por la ventana -ahora Ron, voy a ir a gringotts, quieres acompañarme?-

Poniéndose de pie Ron asintió y ambos se dirigieron a la chimenea.

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Lucius aún no salía de su asombro ante tal propuesta, delante de él tenía la solución a todos sus problemas, solo tenía que acceder a las condiciones que Harry le ponía.

-Cariño, la comida ya se va a servir ¿Vienes?- Narcisa tendió su delicada mano hacia el hombre tras el escritorio

-por supuesto querída- dijo mientras se ponía de pie, tomo la carta entre sus manos y se dirigió a su esposa -creo que tenemos al candidato ideal para Draco -agito el papel entre sus manos -aunque todavía no me hago a la idea de que sea un bastardo-

Esta revelación dejo atónita a Narcisa -de quien se trata cariño?- indagó

-Del joven Riddle, acaba de hacerme una jugosa propuesta, difícil de igualar-

-puedo verla?- lucius asintió y tendió la carta hacia su mujer:

Estimado señor Malfoy

Me dirijo a usted para pedir formalmente la mano de su hijo en matrimonio, ofreciendo a cambio pagar todas sus deudas, así como el tratamiento de su amada esposa y hacerme cargo de ahora en adelante de todos los gastos de su familia.

Únicamente tengo tres condiciones:

La primera es que después de la fiesta informe usted  a su hijo que ya no tiene que buscar marido porque ya tiene prospecto.

Segunda deseo cortejar a su hijo, porque mi deseo es casarme con el no solo por conveniencia, si no también tratar de ganarme su amor, para ello solicito de plazo 3 meses.

Por último, si al paso de esos 3 meses su hijo no desea casarse conmigo retiraré toda mi ayuda económica y únicamente pagaré el tratamiento de la señora Malfoy, en agradecimiento por darme la oportunidad de cortejar a su hijo.

Sin más por el momento quedó a sus órdenes y espero su respuesta.

Atentamente

Harry James Riddle Potter.

Narcisa estaba sin palabras, devolvió inmediatamente la carta a su esposo y le dijo -piensas aceptar?-

-Seria un tonto si no, además Draco está llendo por mal camino- informo a su esposa

-A que te refieres??-

-Lo han visto pasear con un joven por todo el pueblo, últimamente desaparece cuando le da la gana y está dando mucho de que hablar, y bien sabes que no me gusta estar en boca de todo el pueblo- camino hasta donde estaba su esposa y tomo delicadamente su mano -espero que tú hagas entrar en razón a nuestro hijo porque a mí nunca me escucha,.... Ahora porque no vamos a comer?- y ambos salieron del despacho hacia el gran comedor.

Por la tarde Draco se encontraba en su recámara leyendo un libro cuando llamaron a su puerta -adelante- su madre abrió y se adentro a la habitación.

-Hijo, podemos hablar-.