treinta y uno

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Harry no podía dormir, así que se levantó sin hacer mucho ruido y bajo a su despacho, le escribió una carta a Ron dónde le informaba lo que había pasado con Antony y que quería que fuera a la agencia a investigar sobre el.

Fue por un vaso de agua y procedió a ir a su recamara, ver dormir a Draco era una de las cosas que le provocaban mucha paz, se había enamorado profundamente de el y sabía que cualquier cosa que el le hiciera lo iba a lastimar profundamente. Harry no era un tipo que perdonaba tan fácilmente.

Muy temprano en la mañana recibió una carta de Ron dónde le decía que Antony no tenía familiares así que no sabían a dónde podría haber ido.

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Vivía pacíficamente en un pequeño pueblito mágico, no recordaba del todo su vida ni como es que había llegado ahí, tampoco recordaba su nombre pero parecía que a las personas de ahí no les importaba mucho.

Los aurores encabezados por Cormac McLaggen visitaron ese pequeño pueblo, ya que habían desaparecido un par de niños y fueron a investigar.
Cormac caminaba por una tranquila calle cuando vio a lo lejos a su antiguo compañero Antony Goldstein, se apresuró para alcanzarlo y al llegar a su lado lo saludo pero este pareció no conocerlo, Cormac se sorprendió pues ellos eran muy buenos amigos así que le lanzó un finitem y este poco a poco empezó a recobrar el sentido.
-cormac?- miro a su alrededor confundió -que fue lo que pasó?- pregunto
-parece que alguien te hechizo, recuerdas algo de eso?- pregunto y poco a poco los recuerdos comenzaron a inundar su mente, el contrato para trabajar en casa de los Riddle, su camino, la bombarda y posteriormente dos jóvenes lanzando un obliviate.
Miro muy sorprendido a Cormac, tenía que reportarse inmediatamente en las oficinas de su trabajo y contar todo lo que pasó así que se lo notifico a Cormac y el le ayudo a llegar hasta el lugar.
Inmediatamente al hablar con sus superiores se dió cuenta que habían usurpado su lugar en la hacienda Riddle y que la persona que lo hizo ocasionó muchos problemas, así que su superior procedió a notificar al ministro de magia todo lo sucedido.

Viktor recibió la carta de la agencia de seguridad mágica dónde se le informaba el atentado hacia uno de sus agentes.
La información le pareció demasiado valiosa ya que Riddle estaba mezclado en todo este asunto, así que se puso a investigar quién fue el que usurpo el lugar de Goldstein, pronto obtuvo toda la información, así que salió de su oficina, se apareció en su casa y encaro a su esposo.
-Blaise!- le gritó
-que pasa?- pregunto temeroso
-tu sabes quién es el tipo que entró como seguridad en la hacienda Riddle verdad?- interrogó, aún que no sabía de todo la verdad, pero al ver la cara que puso su marido confirmo sus sospechas
-no.... No sé de qué me estás hablando- contesto titubeando
-el padre de Draco me encargo personalmente deshacerme de un individuo que lo estaba corrompiendo y que curiosamente logro escapar- Blaise tenía los ojos muy abiertos -acaba de aparecer el verdadero Antony Goldstein y ya se quien fue el tipo que lo usurpo- dió media vuelta y trato de detenerlo
-viktor por favor espera- lo tomo del brazo, acción que hizo enfurecer a Viktor, se volteo, le dió una cachetada que lo tumbó al suelo, se acercó a el y le dijo -tu amiguito está en serios problemas- y salió de ahí dejando a Blaise muy asustado.

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Draco despertó, se sentía muy dichoso y pleno, se había enamorado completamente de Harry y ahora tendrían un hijo, llevo instintivamente sus manos a su plano vientre y lo acaricio sonriendo, aún no lo sentía pero sabía que estaba ahí.
Harry iba saliendo del baño y se quedó admirando la bonita imagen de Draco con sus manos en el vientre y sonriendo, era simplemente maravilloso.
-buenos días, la tina está lista para que te des un baño- se acercó a el y le dio un casto beso en los labios -te ayudo?- le pregunto Draco rodeo con sus brazos el cuello de Harry y lo atrajo más a el -me encantaría que me llevarás y te metieras conmigo en la tina- y lo besó.
Harry lo desnudo rápidamente, se deshizo de su ropa, lo tomo en brazos y se dirigió al baño.
Lo deposito en la tina y el se sentó tras de el, empezó a tallar su hermoso cabello y le ayudo a bañarse - si me sigues consintiendo así, nunca te voy a dejar- le dijo Draco en un suspiro.
-pues yo espero nunca me dejes- y empezó a darle un masaje relajante.
Más tarde ambos partían rumbo a la mansión Malfoy, Draco estaba muy emocionado de darle la noticia a su madre, sabía que sería muy feliz con un nieto.
Cuando llegaron ambos patriarca los esperaban en la puerta
-madre, padre- saludo Draco y después se lanzó a los brazos de su madre -no sabes cuánto te extrañé- Narcisa sonrió
-y yo a ti mi pequeño Dragón, pero pasen por favor- e ingresaron a la sala -gustan te?- les pregunto y apareció una bandeja con una tetera, dos tazas, galletas y pastelitos
A Draco le brillaron los ojos al ver un trozo de tarta de calabaza e inmediatamente la tomo, mordio un trozo y luego otro hasta que se le terminó.
-que son esos modales Draco?- lo reprendió su padre, Draco solo sonrió tímidamente
-perdon padre, pero se me antojo muchísimo- y sonrió más ampliamente -madre, padre, Harry y yo tenemos que darles una noticia- ambos se miraron tiernamente y Draco continuo -vamos a tener un bebé- y agachó la mirada, Narcisa se llevó las manos a las mejillas y sonrió ampliamente
-mi Dragon hermoso, no sabes lo feliz que me haces con esa noticia, voy a ser abuela! No te parece maravilloso lucius?- se dirigió a su pareja, el seguia tan serio como siempre
-asi es querida- suavizó un poco sus facciones -muchas felicidades- les dijo y se enfrascaron en una conversación sobre bebés, nombres y tradiciones.

El amor que yo soñé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora