diecisiete

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Rápidamente el día en que Cedric sería trasladado a Azkaban había llegado, lo llevarían en una carroza hasta la parte más alejada del ministerio y de ahí aparecerían directo en Azkaban, solo irían neville y su jefe custodiandolo, de ahí esperarían a qué el director del penal de Azkaban llegará para darles acceso, y así lo hicieron partieron muy temprano por la mañana y una vez que se adentraron en el bosque neville y Cedric intercambiaron miradas.

Se pararon en un sitio realmente frío, se podía sentir la presencia lejana de los dementores que custodiaban la isla, una vez que bajaron del carruaje Cedric se deshizo de las esposas mágicas que neville había puesto mal a propósito, esto tomo desprevenido al jefe que inmediatamente empezó a lanzar todo tipo de hechizos aturdidores sin tener éxito, finalmente uno dio en la espalda de Cedric que trataba de huir, fue a tomarlo para qe no se escapara y dijo -Lomgbottom, rápido, ejecuta la maldición asesina, este maldito no va a escapar- neville inmediatamente hizo lo que le pidió
-Avada Kedavra- y el cuerpo inerte de su jefe cayó al lado de Cedric -estas bien?-

Un poco aturdido Cedric contestó -si..... No debiste hacer eso, te meterás en problemas -

-no te preocupes por mi, es algo que tenía que hacer, ahora levántate y vámonos -le tendió la mano para que se levantará
Cedric la tomo -como es que vamos a huir de aquí??- le dijo una vez que se puso de pie
-por lo pronto vamos caminando, tenemos que ir en zigzag de forma en que no puedan saber cómo seguirnos, después volaremos en escoba - y empezaron a caminar por el bosque, una vez que neville sintió que estaban bastante lejos saco dos escobas de su bolso y las desencojio, cada uno tomo una y empezaron a volar por los cielos, poco a poco fueron descendiendo cerca del cajellon Diagon, por un lugar que era muy pocas veces concurrido, ya que por ahí había varios lugares de entretenimiento nocturno, ya era muy tarde cuando ambos empezaron a caminar por ahí cuando a lo lejos vieron a dos tipos molestando a un joven que al parecer estaba embarazado, poco a poco se fueron acercando

-ya les dije que no, yo no hago esos servicios, además ya estoy fuera de mi hora de trabajo- dijo el joven
Un tipo lo acorraló contra la pared y le dijo -pero si solo será un ratito, queremos disfrutarte, ver a un doncel es raro y además yo tengo fetiches con los vientre a abultados- quiso besarlo pero rápidamente Neville lo jalo del hombro y le propinó un golpe al estilo muggle, esto desoriento al hombre y el otro que iba con el se puso a la defensiva -quienes son ustedes y porque se meten en lo que no les importa?- pero al ver que uno de ellos llevaba su uniforme de auror rápidamente huyeron despavoridos

-gracias muchachos, me salvaron la vida - dijo el embarazado

-que es lo que haces tu por aquí?- preguntó Cedric viendolo de arriba a abajo
El chico se apenó y trato de taparse la barriga
-Por aquí tengo mi negocio, y mi novio se quedó haciendo guardia, últimamente no le sirvo de mucho, rápido me canso- y agachó la cabeza
-no te preocupes, -neville volteo a ver a Cedric -si gustas nosotros te podemos acompañar a tu casa -
Inmediatamente volteo y sonriendo afirmó -gracias de verdad- luego les tendió la mano a cada uno -mi nombre es Seamus Finnigan y si hay algo que pueda hacer por ustedes adelante-
-sabes de un lugar donde podamos quedarnos?- preguntó Neville -no somos de aquí y no tenemos a dónde ir-
Seamus vio su uniforme de auror pero no dijo nada -claro que si, síganme, dónde yo vivo es muy grande y la verdad mi novio y yo nos sentimos solos, además me identifico con ustedes cuando llegamos aquí- empezaron a caminar hasta llegar a casa del desconocido, por fin podían tener un poco de paz

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-¡Cómo que escapó?!- grito el segundo al mando en el departamento de aurores
-si señor, no se cómo logro hacerlo, además mató a nuestro jefe y posiblemente obligo al otro auror a ayudarlo a escapar, Diggory es un peligro - contestó uno de los aurores que se encontraban en la oficina
-pues necesito que lo encuentren , ese tipo es muy peligroso, lo necesito vivo o muerto.

El amor que yo soñé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora