venintiocho

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Draco se sobresalto al ver a Harry entrar tan violentamente en la habitación, lo vio acercarse a paso veloz -¡Dónde estabas!- pregunto mientras lo tomaba del brazo -¡Porque te fuiste así!?- Draco solo lo veía y eso impaciento a Harry, quien lo tomo del brazo y lo aventó a la cama -¡porque no me respondes?!- lo cuestionó de nuevo -de seguro te viste con tu amante- y eso fue lo que Draco necesitaba para hablar por fin
-y si así fuera que?!- contraataco
-pues espero que no te haya dejado tan cansado- dijo mientras empezaba a quitarse la camisa -porque ahora en mi turno- y se abalanzó contra Draco quien estaba tirado en la cama, lo beso con mucho coraje, tratando de transmitir la rabia que sentía, desabrocho la delicada bata encontrando el cuerpo desnudo de Draco y con una erección que empezaba a marcarse, eso hizo que Harry se excitara y tomo con una mano la rosada erección, empezó a masajearla lentamente de arriba hacia abajo haciendo que Draco soltará un suave gemido, no espero más puso el hechizo lubricante en Draco, se quitó la parte inferior de su ropa y entro en Draco de una sola estocada, haciendo que Draco se arqueara al sentir la entromision, espero a que se acostumbrara así presencia y empezó el Vaivén lento, salió casi completamente de el y volvió a introducirse, haciendo estremecer de placer al rubio, lo beso y le hizo el amor toda la noche.

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Blaise se despertó desorientado, estaba empezando a amanecer vio a su alrededor y cayó en cuenta que no estaba en su habitación, recordó lo sucedido el día de ayer y Rápidamente volteo a ver a la persona que estaba a su lado, las imágenes de lo que habían hecho empezaron a inundar su mente, no podía creer lo tonto que había Sido y lo rápido que se dejó llevar con ese desconocido, lentamente empezó a levantarse de la cama, no quería hacer ruido para no despertarlo, no quería verlo pues no sabía cómo iba a reaccionar, recogió su ropa, se vistió y salió sigilosamente de la habitación, una vez en su cuarto, volvió a desnudarse y se metió a bañar, no podía dejar de recordar todo lo echo la noche anterior y aunque quería sentirse culpable por su marido, jamás se había sentido tan deseado por alguien.

Las náuseas matutinas hicieron que Draco despertara y Rápidamente corrió al baño, despertando a Harry en el proceso
-te encuentras bien?- pregunto Harry desde el otro lado de la puerta
-si, no es nada- contesto, se levantó del inodoro, se lavo la cara y la boca y salió del baño -creo que la comida no me cayó bien, pero no te preocupes, ya se me pasó- Harry lo veía preocupado
-quieres ver a un medimago?, Te saco una cita en San mungo?- le pregunto
-no es necesario, gracias- se dirigió al armario para cambiarse
-invitare a los Creevey a desayunar, quiero disculparme por la forma en que salí ayer de su casa- le informo mientras el tomaba su ropa y se la ponía - voy a mandarles una carta y después iré a tomarme una ducha- Draco volteo a verlo y asintió, Harry salió por la puerta y Draco se sentó sobre la cama, sabía que no podría ocultar más lo que le estaba pasando, así que primero necesitaba hablar con Cedric y pedirle nuevamente que se fuera, para por fin poder decirle a Harry lo que le ocurría.
Más tarde llegaron los Creevey a la mansión Riddle, todos pasaron al comedor que se encontraba en los jardines, Harry fue el primero en llegar con ellos, ofreciéndoles algo que tomar, Harry se disculpo por la forma en que había dejado su casa el día anterior
-madre, Colin y yo podemos dar un paseo mientras sirven los alimentos?- pregunto Cho
-si para el señor Riddle no es una molestia, claro que sí- contestó la señora Creevey
-claro que no es ningún inconveniente- contesto Harry, asi que colín fue arrastrado por cho para dar un paseo.

Draco fue a buscar a Blaise, tocó su puerta y una vez que le indicó que podía pasar entro, encontrándose con un blaise parado en la ventana viendo muy pensativo el paisaje
-sucede algo?- pregunto Draco
Blaise lo miro con sus ojos llenos de lágrimas -Draco, ayer me acosté con el pelirrojo amigo de tu esposo y ahora no se cómo verlo a la cara- Draco abrió los ojos ante el asombro, sin saber que decir -no sé cómo paso, solo se que sucedió- suspiro -y creme que nunca me había sentido como ayer, tan deseado- volteo a ver a Draco -lo peor es que no me siento culpable de haber engañado a Viktor, mi matrimonio es un asco y el pelirrojo me hizo sentir lo que nunca había sentido- Draco estaba tan sorprendido, pero aún así se acercó a blaise y le dio un abrazo.
-No te preocupes, no voy a juzgarte, yo más que nadie te entiende perfectamente- se separó del abrazo y lo tomo de las manos -ahora vamos a desayunar que vinieron los Creevey y no te preocupes que no te voy a dejar solo- Blaise sonrió ante las palabras de su amigo y ambos se dispusieron a salir de la habitación.

El amor que yo soñé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora