🌼20.-Necesidad y lavanda.🌼

112 9 2
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una parte muy profunda dentro de mí creyó que en algún momento Nathaniel se sentiría tan culpable por las palabras hirientes que escupió como veneno contra mí que vendría a pedir perdón hasta Boston y yo se lo daría y seríamos muy felices por un p...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una parte muy profunda dentro de mí creyó que en algún momento Nathaniel se sentiría tan culpable por las palabras hirientes que escupió como veneno contra mí que vendría a pedir perdón hasta Boston y yo se lo daría y seríamos muy felices por un par de días lejos de todo y todos. 

No pasó.

Incluso lo esperé, como un gesto de fe, en la estación de tren cuando volví de Boston con las manos en mi maleta. Me sentí estúpida, pero nadie podía leer mis pensamientos, estaba segura ahí, además soy dramática por naturaleza, así que volteé mi cabeza una y otra vez y él, obviamente, no vino corriendo hacia mí con un ramo de rosas y un perdón entre los labios.

A él no le importaba. Nada podía importarle menos que yo estuviese pensando eso, esperándolo, me di cuenta. Y estaba bien, no me debe nada, sólo... duele. Y a la vez siento alivio de que no me haya buscado. Necesito esto para aprender y crecer, para atravesarlo, como con Bill.

Así que aquí estoy, en el tren de vuelta a casa, pensando en todo lo que pasé esta semana en Boston. Nunca me sentí tan excluida de un lugar en toda mi vida como en Boston esta semana, el lugar de mis sueños. Me sentí como una pieza intentando encajar en un rompecabezas que no tenía nada que ver conmigo. 

Nada nuevo. Siempre parezco buscar algo que no parezco encontrar nunca. 

A veces me siento avariciosa por buscar algo, un significado, una especie de idea a la que me tengo que aferrar de quién soy y para que estoy aquí. A veces siento que podría buscar por montañas, campos, y países intentando encontrar ese significado que sé nunca lo encontraré. No soy excelente cantando, escribiendo, bailando, patinando, cocinando, lo puedo hacer bien, pero no soy extraordinaria, no me apasiona, no podría vivir de eso, a veces creo que ni siquiera de editora.

Pienso en la forma en la que Florence ama hacer cine, no es famosa, ni exitosa, no creo que vaya a ser directora en un largo tiempo, pero aún así lo ama y está dispuesta a esperar y trabajar los años que sea para lograrlo. Phoebe ama escribir, Louise ama dibujar. Nathaniel parece ser feliz siendo sacerdote. Archie ama escribir. Yo no, yo existo, me gusta hacer de todo y no ser excelente en nada.

EL FATÍDICO AÑO EN EL QUE ME ENAMORÉ DE UN SACERDOTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora