🌼22.- Domingo e Infidelidad. 🌼

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Ya es domingo

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Ya es domingo.

Tengo tanto sueño que podría dormir por el resto de mis días. Mis párpados caen sobre mis ojos y Nathaniel sigue pasando sus dedos por mi cuero cabelludo para después acariciar mi espalda. Estamos recostados (lo mejor que podemos) en la caja de carga de la camioneta mientras escuchamos la radio. Suena "Sunday" de The Cranberries. 

La camioneta está escondida de la carretera, estamos en un camino que da al lago, con el lago frente a nosotros y las luciérnagas típicas del verano volando por ahí. Cubiertos con una manta que era de mi infancia y yo planeaba donar, usando peluches como almohadas.

Podría vivir así el resto de mis días y habría sido una buena vida.

—No puedo creer que lo hayamos hecho en la camioneta de tu padre, no podré verlo a la cara en un buen rato—dice Nathaniel.

Estaba acostumbrada a escuchar su voz y su risa alejadas de mí, a un metro, a dos metros. Nunca tan cerca, lo que confunde a mi cerebro y me hace sentir extraña.

—¿Que se siente dejar de ser virgen?—pregunto mirándolo y él se carcajea y niega con la cabeza.

—No era virgen.

—Ya sé, yo te desvirgué dos veces.

—Es extraño volver a hacerlo después de casi una década—admite despacio—Pero es... increíble, sólo de pensar que estuve contigo me empiezo a endurecer otra vez.

Parece un sueño escucharlo hablar tan sucio y tenerlo casi desnudo a mi lado. Quiero volver a hacerlo pero estoy tan cansada que no puedo moverme.

Ha cambiado mucho físicamente desde la última vez que lo tuve de esa forma. Antes no era delgado precisamente, pero ahora pesa muchísimo más, es más grande, ancho, y sus manos son más pesadas, abarcan más de mí. Su barba raspa al besar, paso mis dedos por su pecho, y me sorprendo de que esté tan bien trabajado. Lo esperaba, digo, se nota, pero no demasiado.

Su espalda es ancha. Sus huesos y músculos se mueven cuando se estira. Sus piernas son largas, tonificadas y llenas de vellos castaños. Sus pies son enormes, como ya sabía.

EL FATÍDICO AÑO EN EL QUE ME ENAMORÉ DE UN SACERDOTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora