🦋FINAL (parte tres)🦋

61 5 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Despierto a las 3 de la tarde con dolor de cabeza, sed, y mareada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Despierto a las 3 de la tarde con dolor de cabeza, sed, y mareada. Tomo una pastilla, me doy una ducha, me visto y bajo al restaurante del hotel mientras le mando insultos a Julie por mandar algo tan importante y personal como mi pasaporte por correo a mi estúpido mellizo. 

Camino al restaurante, en donde me encuentro con Archie y Guillermo comiendo en una mesa redonda al lado de un enorme ventanal con vistas al mar, yo me acerco, lo miro, él me mira divertido mientras come, entonces le pellizco el pezón izquierdo con fuerza y él chilla. Guillermo me mira sorprendido y yo suelto:

—No vuelvas a hacerlo.

—¿¡Hacer qué!?—grita Archie.

—¡A planear que me largue del país con Nathaniel!

—¿Ya te lo dijo? ¡Pensé que te lo diría hoy!—jadea sobando su pezón—Carajo.

Me siento a su lado y él sigue sobándose. Guillermo posa su mano sobre su pecho y lo ayuda a sobarse mientras Archie pone mala cara.

—Mis pezones tienen la sensibilidad de una embarazada, ya deberías de saberlo—me dice y yo bufo—Además, no lo digas como si no fuera lo mejor que te pasó, te conozco, estás como niñita emocionada saltando dentro tu cabeza.

—No, no lo estoy.

—Míralo, yo estaría saltando como niña enamorada dentro de mi cabeza y afuera también—lo señala. Nathaniel nos mira y se acerca. Yo me tenso casi de inmediato al no saber que estaba en la mesa de al lado. 

—Archie—lo reprende Guillermo y lo amenaza con pellizcarle el otro pezón pero Archie le quita la mano de su pecho y dice:

—¡No me gusta Nathaniel, sólo digo lo obvio! Es atractivo, no mientas.

—A mí me gustas tú—dice él.

—Por dios—bufa—Lo siento por decir la verdad, entonces.

—Hola—saluda Nathaniel—¿Me puedo sentar?

—¡Claro!—exclama Archie.

Yo me acomodo en mi silla con incomodidad, no sé por qué de pronto no puedo estar a su lado, pasan minutos enteros en silencio hasta que decido levantarme e ir al bufet a tomar un plato. Me sirvo de comer lo que se me antoja, después tomo un vaso y cuando me volteo veo a Nathaniel detrás de mí.

EL FATÍDICO AÑO EN EL QUE ME ENAMORÉ DE UN SACERDOTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora