🌼28.- Animal nocturno y optimismo.🌼

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Han pasado semanas y yo sigo sintiendo que puedo desaparecer dentro suyo si me esfuerzo lo suficiente

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Han pasado semanas y yo sigo sintiendo que puedo desaparecer dentro suyo si me esfuerzo lo suficiente.

Está dormido con la cara contra la almohada y yo acaricio su espalda y puedo sentir que mi toque lo ilumina. Está tan cálido que debería de asustarme.

Aprieto la palma de mi mano contra su espalda esperando que se hunda y pueda estar dentro suyo por siempre pero no pasa nada, él sólo se mueve un poco pero sigue durmiendo.

No quiero moverme. Mi mano sigue contra su espalda, que sube y baja debido a su respiración. Nunca me canso de mirarlo y estar al lado suyo. Su cama es la más cálida que he conocido nunca.

Dejo un beso contra su hombro y mi mano sube hasta su cabello, tan suave, brillante y húmedo debido a la ducha que nos dimos juntos. Miro el reloj al lado de su cama; 2:13 am. Debería de irme ya, pero no quiero salir de la cama, ni vestirme, ni caminar a la puerta ni a mi casa. Quiero quedarme aquí para siempre, pero tengo sed, y necesito orinar.

Mis necesidades fisiológicas pueden esperar.

Mi dedo anular se pasea por el largo de su nariz y después por sus labios hinchados.

Cada noche en la que me escabullo a su cama es tirar una moneda al aire, cualquiera que pase por la Iglesia podría verme, pero me siento segura con él, en sus brazos y a la vez este es el peor lugar en el que podría estar y eso me aterra, no del que dirán, si no de las consecuencias para Nathaniel, y que esas consecuencias y comentarios lo asusten al nivel de no volver a hablarme de nuevo. Me aterra la simple idea de perderlo, no podría soportarlo.

—Aggie—susurra y yo alejo mi dedo como una niña traviesa—¿Qué haces?

—Mirándote.

Sonríe divertido y se da la vuelta; ahora mira al techo pero sigue durmiendo.

Podría haber paseado mis manos sobre su espalda toda la noche pero agradezco que me de más mapa que aprender de él, así que paso mi mano derecha por su vientre y la subo hasta sus pectorales, que están bastante fuertes y tienen pequeños vellos regados por ahí. Su pecho se infla y desinfla cuando respira.

EL FATÍDICO AÑO EN EL QUE ME ENAMORÉ DE UN SACERDOTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora