Capítulo 2

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Jungkook estaba agotado, al fin estaban llegando a Unmyeong-Do, La Capital de Jeoung y donde se encontraba el castillo de los Min, las puertas de éste ya se estaban abriendo para su séquito, sin embargo, no pudo relajarse, aún si todo salía bien, no podría descansar pues dormiría en una cama de invitados, no en su habitación con su colchón tan suave como una nube y sábanas de la más fina tela.

Fue recibido con todo el protocolo que siempre le aburría, antes de bajar de su carruaje escuchó a un paje decir todos sus títulos y la puerta se abrió.

Jungkook bajó del carruaje, siendo recibido por mucha gente, buscó con los ojos a su futura esposa, pero no vio a ninguna joven alrededor.

Pero el anfitrión, el Rey Min Yoongi. Si que lo esperaba, tenía la barbilla alzada en soberbia, una mirada afilada, no se molestó en sonreír, a pesar de la promesa de alianza la relación aún era tensa. Y aún así, toda esa soberbia y dureza no le quitaban lo hermoso.

Eso era, simplemente hermoso, una belleza inigualable, mientras más se acercaba, Jungkook creyó que encontraría un defecto, pero no encontraba ninguno, sus ojos pequeños parecían gatunos, sus labios eran delgados, tenía una nariz pequeña que en otro rostro más inocente luciría adorable, y una piel pálida, tan pálida que el reflejo de la luz del sol lo hacía brillar, tan pálida que Jungkook estaba seguro que obtendría marcas muy fácil si ponía un poco de presión con sus manos o labios.

Concéntrate, no puede gustarte un hombre tan grande. ¿Pero qué tan grande era? No lucía muy mayor, nunca estuvo interesado en la familia real de Jeoung, y debido a su enojo ni siquiera le preguntó a sus padres más detalles.

—bienvenido Príncipe Jungkook—El Rey Min habló sacándolo de sus impuros pensamientos, el Rey Min dio una ligera sonrisa, apenas estirando la comisura de sus labios, suavizando su afilada expresión, y lucía igual de atractivo, incluso más.

—gracias por su hospitalidad su majestad—Jungkook hizo una pequeña reverencia solo lo suficiente para su rango y su consejero Taehyung pronunció más su reverencia hacia Min al igual que los demás acompañantes de Jungkook —es un placer conocerlo al fin. Traemos regalos de agradecimiento y de compromiso

—que atento de su parte Príncipe. Por favor entre, nuestras doncellas terminarán de recibir y acomodar sus pertenencias en su habitación, así como a sus acompañantes serán acomodados en habitaciones en la casa de los guardias. Esperamos estén muy cómodos.

—gracias su majestad.

El Rey Min hizo un gesto con sus brazos para darle a entender a Jungkook que entrarían al palacio, Jungkook entonces forzó a sus piernas a caminar más cerca, Jungkook usualmente no era tímido, pero estaba muy intimidado por el Rey Min, no solo por su belleza, también por el poder que exudaba. A pesar de estar acostumbrado a estar entre reyes, Jungkook se sentía empequeñecido ante el Rey Min.

Primero entró El Rey y después el Príncipe, detrás de ellos sus asistentes, Taehyung y algunos cortesanos de Yoongi. Intercambiaron un par de palabras más sobre la bienvenida y los planes.

Y después Jungkook fue dirigido a su habitación, no podía quejarse, era enorme y tenía todo lo que necesitaba, habitación de baño, sábanas y colchas finas, almohadas rellenas de plumas, espejos, una habitación para el clóset, puertas corredizas con vista al jardín, pero a pesar de todo eso no podía sentirse cómodo, simplemente no era su hogar.

Los sirvientes terminaron de vaciar sus pertenencias en las habitaciones mientras él era preparado para el banquete, donde según el Rey Min, al fin conocería a su prometida.

Of Secrets and Love - Kookgi/YoonkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora