Of Secrets and Love - Kookgi/Yoonkook

Capítulo 30

Durante la batalla, Jungkook tuvo que pelear con muchos de sus propios soldados y soldados de Kurongi para llegar a su padre quien estaba sobre su caballo siendo protegido por su general y otros soldados.

Al estar dentro de las líneas de Kurongi y Nukdae Jungkook no corrió peligro del gas venenoso pero observó las enormes catapultas que lanzaban el veneno hacia el ejército de Jeoung, Ttal y Sedeul. Los ejércitos tenían sus máscaras, pero aún así sabía que en alta cantidad no les permitirá abrir los ojos para pelear, por lo que Jungkook había cambiado de objetivo y se dirigió a destruir las tres catapultas.

El tiempo había corrido muy rápido, destruía una catapulta, peleaba, era atacado, destrozaba otra catapulta y muy pronto la voz de Yoongi se escuchó sobre toda la pelea. Mientras Jungkook destruía las catapultas, Yoongi había ganado el duelo.

—¡Kurongi, su Rey ha muerto!

Y muchos hombres se rindieron, los que no se rindieron fueron asesinados ahí mismo y Jungkook observó como les cortaban la cabeza para llevarlas al Rey Min como lo había ordenado.

Pero el Rey de Jeoung no lucía su pálido normal, su piel se veía gris, su ropa negra lucía empapada, Jungkook notó que se balanceaba, entonces corrió hacia él.

Yoongi perdió el conocimiento en los brazos de Jungkook.

⚔️👑⚔️👑

Mientras los enfermeros y enfermeras curaban a los soldados, el médico real estaba en la tienda del Rey haciendo su mejor esfuerzo por salvarle la vida.

Desinfectó y coció las heridas, pero por el veneno que corría por sus venas no podía hacer mucho, Yoongi aún inconsciente expulsaba sangre negra de su boca.

Jungkook esperaba impaciente afuera, dando vueltas como león enjaulado. Estaba furioso, por el asunto de Yoongi luchando por su vida y por su padre huyendo.

Cuando Yoongi había caído inconsciente en sus brazos Jungkook alzó la vista para pedir a un médico, pero solo pudo ver a su padre huir con los pocos soldados que quedaron con vida.

Mientras maldecía dando vueltas en la puerta de la tienda notó dos nombres acercarse.

Era el Rey Hoseok, con vendajes y golpes en el rostro, Jungkook ni siquiera había notado que el Rey Hoseok también había peleado. Pero no era importante en ese momento, solo importaba el otro hombre que iba con él.

Llevaba un bulto en una tela blanca.

Una enfermera que salió los recibió

—es lo último qué hay—Hoseok anunció —lo guardé para estas emergencias

Jungkook entendió que era medicina. La mujer recibió el bulto con una reverencia y volvió a entrar a la tienda.

—¿está herido Príncipe?—Hoseok preguntó mirando a Jungkook

—estoy bien

—mentira, está sangrando

Jungkook frunció el ceño y miró hacia su cuerpo buscando la fuente de la sangre, observó su abdomen sangrar, pues ahora sí que tenía una gran herida por su batalla para destruir las catapultas, ya había sido curada y cocida, pero en su desesperación por esperar a Yoongi se había abierto de nuevo.

—venga conmigo—Hoseok indicó estirando su brazo—Hwang, ¿puede atender esta herida?

El hombre que acompañaba a Hoseok asintió