Heredero Killa // KookTae // Omegaverse

👑♡cinco♡👑

Antes de que fueran a revisar cosas del castillo, Jungkook le dio de comer unas frutas al lindo Omega de raza pura, mientras lo observaba comer tiernamente, en ese momento quiso que Taehyung estuviera en sus brazos, sentado en su regazo, comiendo las frutas, pero era un poco imposible por el momento.

—Usted me mira bastante, acaso no puede quitar aunque sea por un segundo sus ojos de mi cuerpo — habló bajo en queja.

—No solo miro tu cuerpo, miro todo de ti... Tus ojos, tus labios, tu nariz, tus facciones, tus manos, las curvas exquisitas de tu cuerpo que se ocultan bajo esa ropa.

Taehyung se había puesto tímido, su mejilla empezó a enrojecerse, no podía creer que Jungkook fuera tan directo con sus palabras, sentía que si seguía ahí, cometería muchos errores.

—Pero igual estaba mirando mi cuerpo —susurró mirando a otro lugar.

—Miro todo de ti muñeco — sonrió de costado.

Taehyung solo oprimió sus labios tímidamente, pensaba en una forma de librarse de los ojos de Jungkook.

—¿su majestad, ya podemos ir a ver las cosas del Reino? — sonrió internamente por su idea — es que ya no quiero comer más frutas — se levantó.

—Su majestad —dijo Jungkook pensativo —.me gusta el respeto que me tienes a pesar de que tengamos la misma edad, muñeco.

Taehyung cómo era de la realeza sabía cuál era su función como Rey y también sabía la función de los habitantes con un Rey, tenía que mostrar todo el respeto en Jungkook quiera o no, porque lo consideraba un Rey.

—Hay unos Reyes que me desagradan pero... Usted es un Rey de mi agrado, diferente al resto, usted simplemente es Jungkook y no un Rey — le miró a sus ojos.

Jungkook se perdió en su mirada dejando de respirar, quiso ver lo profundo de su alma a través de ellos, podía notar el dolor que se escondía muy en el fondo de su ser, quería acercarse y abrazarlo con fuerza, y susurrarle en su oreja unas palabras.

—Su majestad podríamos ir ya — miró a otro lugar.

—Claro ángel — se levantó — empecemos a buscar tesoros como tú — sonrió hacia Taehyung, que ni siquiera lo miraba.

Jungkook dio el primer paso a un pasillo, Taehyung lo siguió en silencio mirando a sus lados.

El beta abrió la primera puerta, supo que solo era una habitación, pasaron de largo, para ir a las siguientes puertas, que solo eran habitaciones de huéspedes. Pero cuando se adentraron más, había una habitación con una puerta grande, al centro de la madera habia una gran luna de color celeste claro y rojo intenso.

La luna brilló un poco frente a los ojos de los chicos, que se miraron el uno al otro de sorpresa.

—Estoy seguro que aquí hay algo especial — dijo Jungkook y se acercó para tomar la manija de la puerta y moverla, pero esta no se abrió — creo que debemos de buscar una llave.

Taehyung tomó la llave colgada en la pared e introdujo en la cerradora, pero seguía sin abrirse.

Jungkook puso su mano sobre las del Omega y sintió esa corriente eléctrica otra vez, lo mismo sucedía con Taehyung, quién volteó a mirar los profundos ojos del Beta, que lo miraban con ganas de acechar.

El Omega tímidamente, volvió a mirar la puerta.

Jungkook aún con la mano de Taehyung, giró la llave y sonrió al ver que lo había logrado — era fácil ángel — alejó su mano con lentitud.

Taehyung empujó la puerta con delicadeza y un gran reflejo empañó su vista junto al del Beta, ambos cerraron los ojos por un momento.

Jungkook abrió sus ojos lentamente hasta que sus ojos se encontraron con dos coronas de diferentes tamaños, en dos tronos también de diferentes tamaños.