7. Cómo cambiar

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Aunque las cosas ya no estaban tensas entre Steve y él desde su última lección —que había sido divertida y algo nostálgica—, Bucky prefirió suspenderlas temporalmente por su salud mental ya que tenía algo más preocupante en que pensar.

Finalmente había llegado el día, Clint se iría de casa.

El departamento fue un último regalo de su hermano con la condición de que debía esforzarse por terminar sus estudios. Bucky obviamente no se negó ante esa promesa aunque su hermano de todas formas había decidido que le pagaría un lugar en la residencia de la escuela para que no se sintiera solo.

—Hubiera preferido que te hubieras ido a Los Angeles como lo habías planeado. Misuri no suena como lo que tú soñabas. —dijo James mientras ayudaba a su hermano a guardar las maletas en la cajuela del taxi.

—A veces cuando eres joven piensas mucho en cosas como esas, pero cuando creces te das cuenta de que hay ocasiones en que lo que quieres no siempre es lo mejor para ti, sino lo que necesitas. —palmeó su hombro— Algún día lo entenderás.

— ¿Allá en Misuri dicen más de esas frases cursis o tú vas a llegar a esparcirlas por el pueblo? —preguntó de forma burlona causándole una pequeña risa al mayor.

—Cállate y abrázame idiota.

Bucky corrió a los brazos abiertos de su hermano y le dió un último abrazo de despedida.

—Estoy feliz por ustedes. —susurró— Lamento haberte hecho creer que no era el caso, al fin y al cabo esto es por lo que has trabajado. Solo déjame visitarte cuando tenga sobrinos y estaremos a mano.

Clint rió divertido ante el comentario de su hermano y acarició brevemente su cabeza.

—Gracias Buck. Ahora es tu turno de buscar lo que necesitas. ¿Seguro que prefieres quedarte en los dormitorios?

—Si, es decir, hallaré algún lugar. Estaré bien. Además quiero tener mi experiencia universitaria completa. —le dio una sonrisa para tranquilizar a Clint.

—Llámame cuando hayas encontrado a tu nuevo compañero de cuarto.

—Lo haré. Tú llámame cuando hayas acabado de instalarte.

Sin más, Clint despeinó su cabello con una risita y subió al auto con su futura esposa. Bucky los vio partir e incluso cuando el taxi quedó lejos, las lágrimas no se hicieron presentes.

╰✮╮

Bucky había estado evadiendo a Steve desde el jueves de la semana anterior y era difícil después de que descubrió el lugar donde le gustaba pasar las tardes, pero no quería tener que lidiar con "mamá Steve" angustiado en ayudarlo a conseguir dormitorio. Tenía orgullo, pero eso no precisamente le ayudaba del todo.

El miércoles en la mañana, Bucky se dirigió a las oficinas de la residencia estudiantil para poder ver el asunto de los dormitorios una vez más cuando por accidente se topó a la pelirroja que menos se esperaba encontrar.

—Sabes que le voy a decir a Steve dónde has estado, ¿verdad? —colocó las manos en su cintura, desaprobándolo—Me ha preguntado por ti desde ayer. No fuiste a su partido del viernes.

—Lo sé, —suspiró rendido— lo sé. Es solo que no quería que interviniera en esto. Lo conoces y no quiero que se preocupe por mi todo el tiempo, es todo.

—Si, ambos lo conocemos. Y lo conocemos lo suficiente para saber que le preocupas más cuando has estado desaparecido de su radar sin razón alguna.

—Voy a mudarme aquí, ¿okay? —dijo ya irritado— Es solo que no quiero que Steve venga y piense que necesito ser cuidado como niño o algo así.

One Month to Fall | StuckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora