Epílogo

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Eran las 7 a.m. y la alarma de Steve lo despertó de su cómodo sueño con un poco de irritación. Era el día de su primera audiencia como juez y el pensamiento lo hizo pararse rápidamente de su cama hacia la ducha.

Mientras tanto, Bucky se encontraba aún durmiendo en el suave colchón hasta que el sonido de la regadera interrumpió su siesta. Parpadeando varias veces, se percató de la ausencia del rubio en la cama y al ver la notificación del calendario en su celular se dió cuenta del porqué el madrugar de Steve.

Con cautela, Bucky se colocó una de las sudaderas que Steve había dejado a propósito sobre la cama y se dirigió a la cocina.

El olor a pan tostado y huevos estrellados se filtró por la puerta del baño e hizo sonreír a Steve. Después de unos minutos, Steve salió de la ducha secándose el cabello con la toalla y portando saco y pantalones formales de color negro y una camisa blanca haciéndolo lucir demasiado guapo.

Al ver a Bucky de espaldas con su sudadera y las piernas descubiertas, Steve se acercó hasta donde estaba y lo abrazó por cintura mientras el castaño seguía preparando el desayuno.

—Huele bien, cariño. —murmuró sobre su nuca para luego depositar un pequeño beso en esa zona.

—No tanto como tu perfume, ¿es el que te regalé en navidad? —comentó riendo con picardía.

—Si, sabes que tenía que usarlo en una ocasión especial y hoy llegó el día.

—Aún así eso no te excusa de lo que hiciste hoy. —Bucky insinuó sirviendo la comida en dos platos.

— ¿Hice algo mal? —preguntó empezando a recapitular su mañana desde que despertó.

—No lo sé, te dejaré que lo pienses mientras pones la mesa y yo sirvo esto.

Aún dudando, Steve comenzó a acomodar la mesa con todo lo necesario empezando a preguntarse a si mismo ¿qué había hecho mal para molestar a Bucky?

Ya sentados el uno frente al otro, comenzaron a comer en silencio con Steve observando su jugo de naranja como si su vida dependiera de ello.

Bucky sabía que Steve se estaba esforzando por recordar y solo por la tierna y genuina preocupación del rubio, dejó sus cubiertos de lado y finalmente decidió hablar.

—Como veo que no se te viene nada a la mente y estás haciendo que mi maravillosa comida se te enfríe, voy a darte una pista. —limpió su boca con la servilleta y observó al menor a los ojos— Fue cuando te levantaste.

Y entonces ahí Steve cayó en cuenta.

—Oh, Buck —suspiró aliviado— perdóname, lo siento. No fue mi intención no darte "el beso de los buenos días", es solo que me acordé de lo de hoy y me levanté rápido a alistarme, es todo.

—Sabes que no importa que, "el beso de los buenos días" y el "te amo mañanero" son imprescindibles. —cruzó los brazos haciendo un pequeño puchero y desviando la vista hacia otro lugar del comedor.

Steve rió por lo bajo y se levantó de la silla para acercarse al castaño e hincarse a un lado de él. Tomó una mano de él entre las suyas y dejó un suave beso en el dorso.

—Lo siento, fui grosero y lo admito. ¿Puedes perdonarme? —pidió aún sin soltar su mano.

—Mmm..., —dijo pensativo con una mano sobre la barbilla— solo si traes mis donas imprescindibles cuando regreses.

—Hecho. —aseguró Steve sonriendo victorioso.

—Y... si lavas los platos imprescindibles también.

—Será un placer. —concluyó poniéndose de pie y besando cortamente el cabello del ojigris antes de dirigirse al lavaplatos.

Mientras Steve lavaba los trastos del desayuno y Bucky ordenaba la cocina, un comentario salió de su mente.

—Creo que necesitas lecciones, Steve. —sugirió continuando con la limpieza de la barra.

— ¿Lecciones? ¿De qué? —cuestionó extrañado volteando a mirarlo.

—Si, tú sabes, de cómo ser un buen esposo y de cómo despertar afectuosamente al amor de tu vida y todo eso. Te caerían bien. —dijo encogiendo los hombros y rociando spray antigrasa sobre la fina madera.

Steve sonrió divertido y terminó de lavar para volver a abrazar a Bucky por la cintura.

—Apuesto a que tu serías el maestro, ¿no es así? —preguntó mirando al castaño entrecerrar los ojos para después besar su nariz.

—Claro que si. —respondió fingiendo un tono narcisista— Es obvio que soy el mejor de todos los esposos.

—Por supuesto que lo eres. —besó su mejilla— ¿Quieres que te recoja de tu junta con los editores de National Geographic en la tarde?

Bucky pegó su cabeza al cuello de Steve y respondió sobre su piel.

—Suena bien. Podemos ir a cenar, después vendremos a casa y luego voy a quitarte esa ridícula toga con los dientes, ¿de acuerdo? —plantó pequeños besos sobre la piel de aquella zona aspirando el olor embriagante de su esposo.

— ¿Esa será nuestra primera lección, maestro? —cuestionó divertido trazando círculos sobre su cadera.

—Si, voy a darte tips sobre cómo tratar a tu esposo historiador próximamente escritor de un artículo importante y no morir en el intento.

—Lo de la toga suena interesante. —bromeó el rubio pegando su cabeza a la contraria.

—Y lo será, cariño. Lo será. —susurró Barnes seductoramente.

Steve terminó el abrazo con "el beso de buenos días" que él sabía que también necesitaba y tomó su portafolio para salir se su apartamento a comenzar el cuarto mejor día de su vida.

Porque el primero fue cuando Bucky le dijo que lo amaba en esas gradas oxidadas en la lluvia hace 15 años, el segundo fue cuando Bucky aceptó salir con él y el tercero fue cuando Bucky decidió pasar el resto de su vida a su lado amándolo y enseñándole lo maravilloso que es estar enamorado.

Y Bucky no necesitó más que un mes para hacerlo darse cuenta de ello.

The end of the line.











¡Terminó!
No puedo estar más que satisfecha y agradecida por todo el apoyo que le brindaron a la historia.

Después de mis últimas historias sentía que debía de escribir algo más elaborado y esta historia fue mi gran motivación para hacerlo.

Quiero agradecerle personalmente a BrielWolf , hazzaiseros , @hlucmyyy y CapiSad que fueron las personas que apoyaron más esta historia con sus comentarios y votos <3 . También agradezco a la doña Taylor porque sin sus canciones, no podría imaginarme estas historias en mi mente.

¿Capítulo extra? ¿Ustedes qué opinan? 👀

Nos leemos en las próximas historias ;)
—stuckyftlarry

One Month to Fall | StuckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora